Una médica ha denunciado a una de sus pacientes, una anciana que ronda los 80 años de edad, por delitos continuados de atentado y acoso para los que se piden siete años de cárcel. Según ha informado Heraldo de Aragón, una especialista en Hematología y Hemoterapia del hospital Miguel Servet de Zaragoza ha descrito la situación ante el Juzgado de lo Penal número 3 de la capital maña como una pesadilla de casi quince meses en los que habría sufrido "actitudes violentas, insultos y amenazas".

En su exposición al tribunal, la médica destacó que llego a sentir miedo en varias ocasiones, lo que le llevo no solo a tener que llamar a la seguridad del centro médico, sino incluso a escapar por la escalera de incendios del hospital y sufrir un ataque de ansiedad.

El diario citado ha indicado que la supuesta agresora, una paciente que acudió en silla de ruedas al tribunal, negó todas las acusaciones y achacó el problema a su sordera, ya que dice que le impiede oír correctamente y por eso ha de ser tan vehemente en sus explicaciones. "Soy una persona muy pacífica y con mucha educación. Siempre que acudía a la consulta le decía si tenía la bondad de subir el tono de voz por mi sordera", declaró la acusada para la que el Ministerio Público solicita una multa de 7.200 euros y una indemnización de 4.000.

Tal y como detalla Heraldo de Aragón, la relación entre la médica y la denunciada comenzó a finales de 2018, aunque no estalló hasta casi un año después. "Hasta septiembre de 2019 mantuvo las formas. Ella dice ahora que está sorda, pero entonces me oía bien", expresó la denunciate, que destacó que el inicio de su pesadilla comenzó cuando la anciana empezó, según su versión, a descalificarla,insultarla e incluso a levantarse de la silla de manera agresiva. "Se presentaba a cualquier hora sin cita y abría la puerta de mi consulta para que la atendiera. '¡Lo vas a pagar caro!'", aseguró la médico en referencia a la anciana.

La defensa pide la absolución de su cliente y aduce que la anciana no pudo llegar nunca a condicionar a la especialista ya que considera también que por su edad y estado, no puede representar un peligro real para nadie.