El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha absuelto a un hombre de tres delitos de homicidio en tentativa y atentado contra la autoridad por haber intentado atropellar a tres agentes de la Guardia Civil de Carboneras (Almería) frente al cuartel -uno de los cuales fue alcanzado- debido a que acusado obró con sus facultades psíquicas "anuladas" a causa del "desarrollo delirante" que padecía.

La sentencia del alto tribunal andaluz estima parcialmente el recurso de apelación interpuesto por la defensa del encausado, al que, no obstante, impone como medida de seguridad su internamiento en centro psiquiátrico por un tiempo máximo de siete años y seis meses en función de su evolución.

La Sala apunta el "profundo distanciamiento de la realidad" en el que se encontraba el acusado en el momento de los hechos, cuando se dirigió con su vehículo hasta el cuartel y una vez allí dijo a uno de los agentes de paisano que iba a "pegarle fuego" a las instalaciones para, posteriormente, amenazar a otro con "cortarle el cuello" antes de ser reconducido a su vehículo, desde donde finalmente intentó atropellar a tres agentes, uno de los cuales fue alcanzado.

El TSJA estima que existe dictámenes médicos suficientes para demostrar el desarrollo delirante que padecía el acusado y que le privaba de sus facultades psíquicas en el momento de los hechos, con "abundante documentación médica de atención hospitalaria" y "tratamiento farmacológico", lo que llevó a los peritos a determinar que el acusado obró con sus facultades psíquicas "anuladas", que no alteradas.

En base a tal situación, el tribunal de apelación apunta que concurre la circunstancia eximente del artículo 20.1º del Código Penal, por lo que lo absuelve de los delitos por los que inicialmente fue condenado a siete años y medio de prisión.

No obstante, para el tribunal la absolución no impide que se le imponga el internamiento en un centro médico con el que se "satisface una doble finalidad" al brindarle al acusado un "remedio terapéutico" al tiempo que se articula "una vía de protección a la sociedad" frente a la "peligrosidad acreditada del sujeto" y al "pronóstico de posible vuelta a delinquir".

La sentencia también estima parcialmente el recurso interpuesto por uno de los agentes de la Guardia Civil que se vio afectado por el atropello -sufrió la rotura de un menisco y diversas policontusiones- en materia de responsabilidad civil, con lo que eleva el importe de indemnización al que el acusado tendrá que hacer frente hasta los 51.502,23 euros.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 20,30 horas del 19 de octubre de 2018, cuando el procesado acudió al cuartel de Carboneras a bordo de un vehículo, propiedad de su hermana, donde se dirigió a un cabo que iba de paisano al que pidió que abriera la puerta porque iba a "pegarle fuego" a las instalaciones.

El agente avisó a otros dos compañeros, también de paisanos, uno de los cuales fue reconocido por el acusado, por lo que se dirigió al mismo y le dijo: "A este guardia civil tengo que cortarle el cuello". Los agentes hicieron caso omiso de sus palabras y le invitaron a subirse de nuevo en el coche para marcharse, de modo que una vez dentro de vehículo, el procesado inició la maniobra para abandonar el lugar.

No obstante, en un momento dado, el hombre embistió con su coche contra los tres agentes, quienes saltaron para evitar el golpe aunque uno de ellos quedó aprisionado entre el vehículo del procesado y otro que estaba estacionado. Cuando el acusado se disponía a embestir por segunda vez, los agentes consiguieron entrar en el habitáculo y echar el freno de mano. Otros vehículos estacionados también sufrieron daños.