Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional han detenido a 14 personas acusadas de operar como un grupo criminal dedicado a la producción industrial de marihuana en casas de lujo, en la comarca barcelonesa del Maresme, que vendían en el mercado negro.

Los investigadores han confiscado 110 kilos de cogollos de marihuana aptos para la venta, 7.000 plantas de marihuana en distintos estados de floración y cinco vehículos de la organización, tanto de alta gama como furgonetas para el transporte. Como consecuencia de la intervención policial, se detuvo inicialmente a 13 personas que el pasado 15 de marzo pasaron a disposición judicial. Diez días después, la cifra se elevó a 14 tras realizarse otra detención en el aeropuerto de Barcelona.

El grupo, un clan familiar de origen iraní que residía en el Maresme catalán desde hacía varios años, estaba liderado por varios hermanos y otros familiares directos que conformaban una estructura jerárquica rígida, en la que nunca utilizaban personas ajenas para mantener su discreción. Sólo en casos puntuales requerían servicios de terceras personas poco cualificadas, como jardineros, para tareas de mantenimiento del cultivo, tratamiento de la marihuana, envase y transporte de esta para su posterior venta.

Los líderes del grupo tenían antecedentes en Países Bajos. Tanto las plantaciones como las viviendas de los jefes estaban ubicadas en casas unifamiliares en diversas urbanizaciones de lujo que alquilaban con el pago de grandes cantidades de dinero, lo que les hacía pasar desapercibidos por los efectivos policiales.

Sobre la cantidad defraudada, 17 técnicos de Edistribución colaboraron para comprobar las conexiones a la red eléctrica, y en todas las inspecciones detectaron conexiones ilegales que comportaron 1,53 gigavatios/hora (GWh) de energía defraudada, por un valor de 383.469 euros, equivalente al consumo de una población de 438 viviendas.