La Guardia Civil ha detenido a una mujer por el asalto a la bodega Cepa21, ocurrido a mediados de febrero de este año. Fuentes de la investigación indican que los agentes han interrogado a esta persona, y que por el momento no se descartan más detenciones. Se investiga también a su pareja por su posible implicación.

El 18 de febrero de este año, la bodega sufrió un acto vandálico. 60.000 litros de vino fueron derramados por el suelo. Dos millones de euros que se fueron por el sumidero. La bodega Cepa 21, propiedad de José Moro y ubicada en Castrillo de Duero (Valladolid), sufrió un asalto de madrugada.

La detención se ha producido en el municipio de Villaescusa de Roa, en Burgos. La Guardia Civil de Valladolid, se hizo cargo de la investigación y desde un primer momento se trabajó con la hipótesis de que la autoría del delito correspondería a una mujer y más concretamente una persona perfectamente conocedora de las instalaciones y muy familiarizada con la maquinaria utilizada en el proceso de obtención del vino, siendo muy probable que se tratara de una trabajadora o ex trabajadora, si bien por parte de los instructores de las diligencias, se agotaron todas y cada una de las vías de investigación.

Tras un minucioso análisis y con los indicios obtenidos los investigadores llegaron a la conclusión de que la autoría correspondería a una persona que había sido despedida de la empresa, concretamente su contrato expiró dos días antes de los hechos, aunque el despido se le había comunicado quince días antes, lo que pudiera haber sido fundamental para la planificación del hecho a la postre cometido.

Cámaras de seguridad

Los hechos quedaron registrados por las cámaras de seguridad de la bodega, y se produjeron a las 3:30 horas de la madrugada de un domingo, cuando una persona entró en la bodega y ha vaciado tres depósitos de las marcas Horcajo y Malabrigo, cuyas ventas han crecido en el último año un 15%.

El dueño, José Moro, explicó que en las imágenes se puede ver cómo esta persona entra por una puerta que da acceso a la sala de máquinas y allí es donde comienza, de manera muy rápida, a vaciar los tres depósitos.

El asaltante conocía perfectamente el mecanismo para poder abrir los depósitos, algo que no es muy sencillo, según explicó Moro, quien añade que incluso abre otros dos pero en este caso están vacíos.

De los 60.000 litros de vino derramados, 20.000 corresponden a la marca de Horcajo y representan toda la producción de este año, mientras que los 40.000 restantes son de Malabrigo, lo que supone un tercio. José Moro sostuvo entonces que el único motivo que tenía el asaltante era el de hacer daño.