Jesús del Pozo comenzó a coser en 1974 y, como sus colegas de la época (Adolfo Domínguez o Antonio Miró), abordó primero el vestuario masculino y más tarde, en el 78, se lanzó a diseñar para mujer. Jesús fue un firme defensor de un diseño conceptual y lleno de sentimiento; fue un as a la hora de experimentar con formas y volúmenes. Amante de lo sencillo, buscaba evitar las florituras y dar con lo esencial. Su relación con sus clientes (en la tienda que regentaba en la madrileña calle Almirante) y con sus amigos tenía mucho que ver con la ropa que hacía: sutileza y claridad ante todo.

Muy pronto se convirtió en el arquitecto estético de las mujeres de una época (Ana Belén era su mayor musa) que ansiaban modernidad tras largos años de dictadura. Pero, además, el diseñador madrileño era todo un visionario y apostó firmemente por la industrialización del sector y, para dar ejemplo, fue de los primeros en lanzar su propio perfume: Duende, que marcó la etapa dorada de su empresa. No dudó, incluso, en involucrarse personalmente en la confección de vestuario para espectáculos de ballet, cine o de teatro. Su gran talento fue premiado con la Aguja de Oro en 1981 y con la Medalla de oro al Mérito de las Bellas Artes en 1998.

Perfeccionista, luchador, trabajador y algo rebelde, Jesús del Pozo dejó un hueco enorme tras su fallecimiento en 2011. Ahora, la Comunidad de Madrid le rinde homenaje con una exposición retrospectiva y gratuita, instalada en la madrileña Sala Canal de Isabel II hasta el 23 de octubre donde se podrán admirar 50 de sus piezas, la mayoría de ellas procedentes de la fundación que lleva su nombre.

Estudio de arquitectura Dos abrigos que resultan claros ejemplos del trabajo del diseñador sobre el volumen, el modelado y la forma,
Laboratorio Los trajes de Jesús del Pozo se caracterizan por la experimentación en tejidos y texturas.
Países inspiradores Sus viajes a japón y Egipto marcaron muchas de sus colecciones.
Lección de historia La moda española de los siglos XVI y XVII han sido una constante en sus trabajos.
Gama cromática Los malvas, rosas velazqueños, grises antracitas, tonos empolvados, negros fueron los colores fetiche del creador.

La muestra está articulada en seis ámbitos expositivos e incluye desde las piezas más escenográficas o las que destacan por la experimentación cromática y textil, pasando por creaciones orgánicas que recuerdan vegetales o elementos marinos, o que son guiños a la historia de la moda española como el verdugado o el guardainfante o a diseñadores clave como Cristóbal Balenciaga o Mariano Fortuny.

Con este homenaje a Jesús del Pozo, además, el Gobierno de la Comunidad inaugura una serie de exposiciones dedicadas a otros grandes nombres del diseño con el objetivo de fomentar el sector y reconocer la labor de las grandes figuras de la moda y el diseño.

  • La retrospectiva del diseñador madrileño Jesús del Pozo estará abierta hasta el 23 de octubre en la Sala Canal de Isabel II (Santa Engracia, 125. Madrid) y la entrada es gratuita.
  • Hasta los que no son amantes de la moda disfrutarán de esta instalación comisariada por Esperanza García Claver, que ha aprovechado la planta circular del edificio para mostrar los trajes de una forma dinámica y diferente.