Un supermercado, un aeropuerto, un bosque de origami... Chanel tiene la capacidad de transportar a los asistentes de sus desfiles a cualquier espacio (onírico o real) durante unos minutos. En los últimos tiempos, un buen diseño no basta y las escenografías de los grandes están eclipsando las colecciones. La maison ha presentado su colección primavera-verano 2017 trasladando a sus fans al interior de un ordenador en la Semana de la Moda de París.

Retrofuturismo Las máscaras de robots se mezclan con los clásicos trajes de chaqueta.
Tamaño XXL La tendencia del 'oversize' se aprecia en prendas y accesorios.
Grandes urbanitas Pantalones y chaqueta de corte 'streetwear'. ¿Propuestas para la generación de Instagram?
Ballet contemporáneo Los zapatos blancos de la colección son mitad botines, mitad bailarinas.
Cabezas cubiertas Las gorras de visera han sido el accesorio estrella de la colección.
Pink flamingo El color rosa ha estado presente tanto en la ropa como en los accesorios.
Corriente continua Los estampados brillantes, vibrantes y eléctricos se han utilizado en pantalones o chaquetas.
Pequeñeces Los bolsos reducen dimensiones y se presentan en formato 'limosnera'.
Funcional tweed El tejido fetiche de la 'maison' se ha utilizado en múltiples 'looks'.
Hasta pronto Lejos de jubilarse, el 'Kaiser', Karl Lagerfeld, tiene cuerda para rato.

Cables, chips, circuitos de cables, placas... y otros elementos informáticos conformaban el decorado para mostrar una colección para la era Snapchat y los asiduos compradores vía on line. Toques callejeros (gorras de visera de cinco paneles, colgantes extra grandes estilo hiphopero, pantalones caídos) se mezclan con llamadas futuristas (bolsos con cableado y luces LED, estampados eléctricos) para intentar dar una imagen futurista. No faltan, incluso, las modelos ataviadas con máscaras y perneras que parecen traídas directamente desde Shibuya o Harajuku (los barrios más pintorescos y vanguardistas de Tokyo) donde los shows de robots causan furor ahora mismo.

Y, sin embargo, todo suena a pasado. No faltan los míticos trajes de chaqueta de tweed (el tejido estrella de la firma) que, temporada tras temporada se presentan en otro color o con diferentes apliques y que intentan que atrapen a las nuevas generaciones de Instagram; los mitones, ese accesorio clave en el armario del propio Karl; o las camelias, el talismán de Chanel llenando desde solapas hasta collares. Pero todo, con un aire más retro que futurista.