Desde aquél mes de febrero de 1996, en el que debutó la primera generación del Renault Mégane, hasta el momento presente, son ya cuatro generaciones del exitoso modelo las que han desfilado por esa exigente pasarela que es el mercado. Una pasarela en la que desde el comienzo dejó muy claro cuáles eran sus poderes y sus ambiciones. El tiempo, como irrefutable notario, se ha encargado de dar fe.
La historia del Mégane es una historia de éxitos puesto que industrialmente supuso un gran paso adelante, todo un revulsivo, en lo que respecta a la concepción y desarrollo de un vehículo o, mejor dicho, de una familia de vehículos. Creó un nuevo concepto, el de un tronco modular común para ofrecer un amplio surtido de carrocerías. Evidentemente tan brillante idea contó de inmediato con las bendiciones del mercado soberano. A partir de este momento, el terreno quedaba totalmente abonado para dar rienda suelta a su gran ambición, ser todo un líder.
Hasta el momento se han fabricado en España cuatro millones de unidades de Mégane
El Renault Mégane ha sido 12 veces líder absoluto del mercado en España, con un pico que asevera aquello de, “cualquier tiempo pasado fue mejor” como se encarga de corroborar esa mágica cifra de 117.000 unidades vendidas en España en 2004, que marca un récord de ventas absoluto en un año. Por añadidura, hasta el momento se han fabricado en España cuatro millones de unidades.
A este tren de éxitos se sube ahora, el nuevo Renault Mégane Sport Tourer, la versión con carrocería familiar de la gama Mégane. Un modelo que llega cargado de argumentos para conquistar a una fiel clientela y que reclama su españolidad por los cuatro costados: se fabrica en Palencia, los motores en Valladolid y las cajas de cambio en Sevilla.
El mercado de los vehículos familiares está compuesto por una clientela muy especial, de la que rompe moldes. Es un tipo de cliente muy fiel, que sabe lo que quiere y permanece totalmente ajeno a los dictados de las modas. Curiosamente y en contra de lo que pudiera parecer, el usuario tipo del familiar es 5 años más joven que la media del mercado, además es hombre y tiene 44 años. Se podría pensar a priori que automóvil familiar y familia van emparejados.
Una vez más las estadísticas dicen lo contrario. Este tipo de vehículos están más relacionados con el modo de vida, los viajes o la práctica de deportes. Su cliente viene del segmento de las berlinas, tiene un hijo o no tiene hijos y es más joven que el usuario de la tradicional berlina. Busca un automóvil con la elegancia típica de las berlinas pero con una mayor versatilidad, por eso no elige ni un todo camino (SUV) ni un monovolumen.
En este terreno de juego se desenvuelve a la perfección, el nuevo Renault Mégane Sport Tourer, que aporta todo lo que el comprador de familiares demanda, empezando por el diseño. El Sport Tourer aumenta la batalla 4 cm en relación con el Mégane berlina, con una longitud de 4,63 m.
Diseño familiar
Con respecto al diseño no sólo reproduce las actuales tendencias estilísticas de la marca del rombo para mantener la imagen de familia, una vez más se vuelve a poner de manifiesto el gran acierto del patrón estilístico creado por el actual jefe de diseño de Renault, Laurens Van Den Acker. Además del elegante aspecto de Sport Tourer, que luce un frontal de gran personalidad, a diferencia de la mayoría de sus rivales resuelve los volúmenes de su carrocería a base de trazos suaves, perfiles redondeados y formas bulbosas. En su carrocería tienen poca cabida las aristas y líneas muy marcadas. Esta es su gran baza en el apartado del diseño, una fuerte personalidad frente a sus rivales.
El placer de viajar a bordo de un Mégane empieza en el momento de acceder a su interior
El placer de viajar a bordo a bordo del Mégane Sport Tourer empieza en el mismo momento de acceder a su interior. Materiales de gran calidad, agradables a la vista y al tacto, y unos buenos ajustes. El salpicadero acoge un cuadro de instrumentos configurable y de fácil lectura, pero el protagonismo lo acapara la gran pantalla táctil con formato de tableta vertical, de 8,7 pulgadas, del sistema multimedia R-LINK-2, de serie en el nivel de equipamiento superior (Bose), que también cuenta con faros full Led. A través de esta tableta se gestionan: navegación, telefonía, radio, aplicaciones, ayudas a la conducción y climatización.
Por otro lado, la tecnología Multi-Sense permite la conducción a la carta. El conductor puede modificar a su gusto la dureza de la dirección, la respuesta tanto del pedal del acelerador como del motor, la gestión del cambio de marcha (caso de incorporar cambio automático), el sistema 4Control de cuatro ruedas directrices, la configuración del ambiente luminoso del habitáculo y la función masaje del asiento del conductor. Además a través del mando situado en la consola se pueden escoger directamente cualquiera de los cinco modos de conducción propuestos; Neutro, Sport, Confort, Personalizado y Eco. Cada uno de ellos prima un tipo de conducción, el Eco prima la conducción económica, mientras el Sport autoriza mayor deportividad.
Cuatro niveles de equipamiento
La gama se articula en torno a cuatro niveles de equipamiento: Life, Intens, Zen y Bose, a los que hay que sumar otros dos con vocación deportiva: GT Line y GT. Hay disponibles 3 versiones con motor de gasolina: TCe 100 CV, TCe 130 CV y TCe 205 CV, mientras en ciclo diésel se ofrecen 5 versiones: dCi 90 CV, dCi 110 CV, dCi 130 CV, dCi 165 CV y dCi Hybrid Assist 110 CV, ésta última disponible en el primer semestre de 2017. Tanto el paquete de diseño GT Line como las versiones GT cuentan con una carrocería pintada en un exclusivo color azul Rayo y ciertos aditamentos específicos para dotar a estos modelos del buscado aspecto deportivo.
Deportividad que también se lleva a la práctica en el caso del GT con ajustes específicos en su chasis, el sistema 4Control de dirección a las cuatro ruedas y dos potentes propulsores reservados en exclusiva, el gasolina TCe de 205 CV y el diésel dCi de 165 CV. La tecnología 4Control permite que las ruedas del eje trasero giren en sentido opuesto a las del delantero por debajo de 80 km/h en aras a facilitar la maniobrabilidad (disminuye el radio de giro), mientras que por encima de esta velocidad giran en el mismo sentido para aportar mayor estabilidad. Los precios de los modelos gasolina oscilan entre 17.350 y 26.400 euros, mientras en diésel la horquilla va desde 18.700 hasta 28.550 euros.
El gran aporte del Mégane Sport Tourer es su versatilidad en el maletero
Pero ese gran aporte que regala el Mégane Sport Tourer a sus incondicionales es precisamente su modularidad. Un amplio portón da acceso a un maletero de 521 l fácilmente configurable en función de las necesidades del momento. El piso de este maletero se puede montar a dos alturas. En la posición alta, cuando los asientos traseros están abatidos, conforma un piso totalmente plano para facilitar la carga de objetos voluminosos.
Se dispone en este caso de un espacio adicional de 55 l debajo del piso. A destacar, el ingenioso sistema de compartimentación integrado que permite dividir el espacio del maletero en dos, evitando que la carga se mueva. Por último, unos tiradores situados en el maletero permiten abatir automáticamente los asientos traseros. Como complemento se puede abatir el respaldo del asiento del pasajero delantero para cargar objetos de hasta 2,70 m de largo, el récord de su segmento.
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