Un infarto en el aire, en pleno vuelo de Londres a Los Ángeles, ha podido con la incombustible princesa Leia. Ni Darth Vader, ni el Imperio, ni miles de cazas en combate fueron capaces de anular a la rebelde, indómita e insumisa Carrie Fisher. La actriz ha muerto a los 60 años en el hospital de Los Ángeles en el que se encontraba ingresada desde hace cuatro días, tras sufrir un infarto minutos antes del aterrizaje. La actriz, protagonista de la saga de Star Wars, fue atendida por el personal, recibió maniobras de reanimación y fue trasladada al centro médico de la Universidad de California en Los Ángeles. Según informó el diario Los Ángeles Times, al llegar al hospital, Fisher se encontraba ya en estado crítico.
El portavoz de la familia, Simon Halls, ha enviado un comunicado a los medios en el que se anuncia la muerte de la intérprete. "Con profunda tristeza, Billie Lourd (única hija de la actriz) ha confirmado que su querida madre ha fallecido a las 8.55 de esta mañana. Era querida por el mundo y la echaremos de menos. Toda nuestra familia os agradece vuestros rezos y buenos pensamientos". Los fans y sus compañeros de la saga se han quedado huérfanos y así lo han ido publicando en sus redes sociales.
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— Mark Hamill (@HamillHimself) December 27, 2016
Hija de del cantante Eddie Fisher y la actriz Debbie Reynolds, Carrie Fisher (Los Ángeles 1956) creció rodeada por la extravagancia y la fama de Hollywood. Debutó a los 15 años seduciendo a Warren Beatty en la película Shampoo (1975) y alcanzó el éxito con Star Wars: Una nueva esperanza (1977), la primera entrega de la saga creada por George Lucas que la consolidó como un ícono cultural.
Carrie Fisher interpretó a una princesa rebelde capaz de enfrentarse a todo un imperio para luchar por sus ideales. Su personaje fue una de las piezas centrales en las siguientes películas, El Imperio contraataca (1980) y El retorno del jedi (1983).
La actriz interpretó a una princesa rebelde capaz de enfrentarse a un imperio para luchar por sus ideales
El éxito de la trilogía de Star Wars la convirtió en una de las figuras más reconocibles de la gran pantalla en la década de los años 80, pero su estrella en el cine sólo brilló con la princesa Leia Organa. Aún así, apareció en filmes como Hannah y sus hermanas (1986), de Woody Allen, y destacó en pequeños roles de grandes producciones. Resulta inolvidable su interpretación de Mary en Cuando Harry encontró a Sally de Rob Reiner (1989). Por ese trabajo recibió el aplauso de la crítica y el público, pero en esa época ya había comenzado a darle la espalda a la actuación en favor de la escritura.
Escritora y guionista
Carrie Fisher escribió varios guiones de películas y ocho libros, muchos de los cuales fueron grandes éxitos en Estados Unidos. Precisamente regresaba de Londres de la promoción de su último trabajo, The Princess Diarist, en el que relató sus experiencias mientras rodaba las tres películas de Star Wars en las que participó entre los años 70 y 80 y donde desveló el tórrido romance que vivió con Harrison Ford. "Fue tan intenso... Éramos Han y Leia durante la semana y Carrie y Harrison los fines de semana. Le quise y él lo permitió". En su último libro reconoció que tuvo remordimientos por tener una relación con un hombre casado, mayor que ella (Harrison Ford tenía 33 y ella 20) y con dos hijos. Quizá por eso dejó que pasaran cuatro décadas antes de destapar el idilio.
Su vida privada resultó turbulenta, repleta de subidas y bajadas. Diagnosticada como bipolar, flirteó con el alcohol y las drogas. Como muchos de sus compañeros en la meca del cine, atravesó grandes dificultades personales, pero ella nunca escondió nada.
En 1987 publicó Postales desde el filo, una novela en la que narraba, en clave de ficción, la montaña rusa que fue su vida como actriz, atrapada entre la adicción y la presión del trabajo. Mike Nichols transformó la novela en una película de éxito que protagonizaron Meryl Streep y Shirley MacLaine en 1990.
Narró, en clave de ficción, la montaña rusa que fue su vida como actriz, atrapada entre la adicción y la presión del trabajo
"Soy Carrie Fisher y soy alcohólica". Así arrancaba su monólogo teatral Wishful Drinking (2010) en el que destapó su tendencia al alcoholismo y sus fracasos sentimentales. Fueron años de excesos. "Puedes reconocer los síntomas de la mayoría de las enfermedades. Fiebre, dolor de estómago, frío.... Con la depresión maníaca es promiscuidad sexual, gastos excesivos y abuso de sustancias. ¡Y eso sonaba simplemente como un fantástico fin de semana en Las Vegas para mí!", confesaba la actriz en el libro. Durante años no supo controlarse, rechazaba los tratamientos que le proponían los médicos y actuaba por impulsos, los mismos que coincidieron con su desequilibrada relación matrimonial con el músico Paul Simon tras un intento de boda con Dan Aykroyd.
Gracias a Disney, Carrie Fisher había vuelto a encarnar a la Princesa Leia en El despertar de la fuerza. El episodio VIII de la saga, cuyo estreno está previsto para el 15 diciembre de 2017, ya se ha terminado de rodar. La duda surge con el último: ¿Qué va a pasar con su personaje en el episodio IX? Allá donde estés, Leia, que la fuerza te acompañe.
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