Cuando se escucha el nombre de Alicia Koplowitz la primera asociación que aparece en la mente es la de una empresaria triunfadora. Y es así, pero, desde ahora, hay que pensar en ella no sólo como poseedora de una de las más importantes fortunas de España (la novena, según la publicación Forbes, con un patrimonio valorado en unos 2.050 millones de euros), sino también como en una relevante filántropa y coleccionista de arte.
Desde su Fundación Alicia Koplowitz realiza importantes labores en bien de la comunidad, sobre todo, entre los adolescentes que se encuentran en peligro de exclusión social y, en los niños y jóvenes que sufren algún tipo de trastorno mental.
Desde 1998, año en el que fundó Omega Capital, oficina privada de inversiones considerada una de las mejores a nivel internacional, Alicia Koplowitz ha invertido en el mundo del arte. Su pasión por la pintura y la escultura le viene de lejos ya que no pudo terminar sus estudios en Bellas Artes. Espinita que se ha quitado convirtiéndose, desde 2007, en patrona del Museo del Prado y, siendo una destacada coleccionista, entrando en la lista elaborada por la revista Artnews, donde aparecen las 200 mayores colecciones privadas de todo el mundo.
Aunque Alicia Koplowitz suele prestar obras para grandes exposiciones, la empresaria ha querido mostrar sus tesoros a todo el mundo y para ello ha elegido la ciudad de París. Desde principios de marzo hasta comienzos de verano, el Museo Jacquemart-André acogerá la exposición Zurbarán a Rothko. Colección Alicia Koplowitz - Grupo Omega Capital, siendo sus comisarios el Director de Sotheby's España, Pablo Melendo, y Pierre Curie, conservador de la pinacoteca francesa.
La muestra incluye 53 piezas, entre esculturas, pinturas y dibujos de 34 artistas, entre los que destacan cuatro esculturas de la época griega y romana además de obras de Luis de Morales, Francisco de Zurbarán, Pantoja de la Cruz y Francisco de Goya. Comprende también dos vistas de Madrid de Antonio Joli junto con vedutas (representación de una ciudad o paisaje) de Canaletto y Francesco Guardi; pasteles de Lorenzo Tiepolo y dos aguadas de Giovanni Battista Tiepolo y de su hijo, Giovanni Domenico.
Pero también hay una representación más contemporánea. De finales del siglo XIX se exhibirá una naturaleza muerta de Van Gogh, Mujeres al borde del río, de Gauguin y La Liseuse, de Toulouse-Lautrec. De las primeras décadas del siglo XX sobresalen tres picassos: un dibujo al carboncillo de 1900 y dos óleos de 1906 y 1921: Demi-nu à la cruchey Tête et main de femme. Completan esta etapa una acuarela de Schiele; Violon et journal, de Juan Gris; una elegante Femme au Grand Chapeau, de Van Dongen; La Rousse au Pendentif, de Modigliani y dos esculturas de Julio González, junto al dibujo preparatorio de una de ellas.
Desde los años 40 hasta finales del siglo pasado se expondrán las esculturas de Germaine Richier, de David Smith, de Giacometti y de Louise Bourgeois, junto a las pinturas de este mismo periodo de Antoni Tàpies, Antonio López, Miquel Barceló y de otros artistas extranjeros como Lucian Freud, Willem de Kooning y Mark Rothko.
- La exposición Zurbarán a Rothko. Colección Alicia Koplowitz - Grupo Omega Capital estará instalada en el Museo Jacquemart-André (158, boulevard Haussmann. París), del 3 de marzo al 10 de julio y la entrada cuesta 13,50 euros.
- El Museo Jacquemart-André presenta, principalmente, obras de maestros italianos del Renacimiento y maestros franceses del XVIII. Aseguran, que tiene la cafetería más bonita de la Ciudad de la Luz.
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