Da igual el juego, o que seas un aficionado, un experto o un campeón del mundo. Existe un ordenador que juega mejor que tú. Incluso modalidades tan complejas como el ajedrez o el Go, considerado el más difícil del mundo, han sido conquistadas por un enemigo casi imbatible: la Inteligencia Artificial.
El último caso ha sido el de Libratus, que se ha comido casi literalmente a un equipo de cuatro de los mejores jugadores de póker del mundo. En la modalidad de Texas Hold'em sin límite, la variante más popular del mundo, ambos contendientes han jugado 120.000 manos y el resultado ha sido contundente. Libratus le ha sacado a los profesionales 1,7 millones de dólares, 1,58 millones de euros, en apenas 20 días, si bien las fichas son virtuales y no dinero real.
Libratus es un algoritmo diseñado por Tuomas Sandholm y Noam Brown, un profesor y un estudiante del Carnegie Mellon de Pittsburgh, en el estado de Pennsylvania. A través de muchas horas de trabajo, y con la ayuda de un superordenador que hay en dicho centro, consiguieron desarrollar un sistema que acabó por destrozar a sus rivales en la modalidad de juego Heads Up, es decir uno contra uno.
Libratus se ha comido a un equipo de cuatro de los mejores jugadores de póker del mundo
Tras las sesiones de juego, cada una de 11 horas en las que se disputaban al menos 6.000 manos, la computadora era capaz de analizar el muestreo de datos de sus rivales y aprendía sus patrones para hallar grietas en su juego. Una vez identificadas, sólo tenía que adaptarse y explotar los defectos en la estrategia de los humanos.
El algoritmo Libratus es una versión mejorada de Claudico, que ya había intentado derrotar a jugadores profesionales en la misma modalidad de juego. A ese primer competidor aún había que pulirlo, ya que sus patrones de apuestas y su exposición al riesgo eran demasiado extremos. En aquella ocasión fueron los jugadores los que consiguieron identificar un fallo en el sistema de juego del ordenador para explotarlo al máximo.
Según los organizadores, la suerte tuvo poco o nada que ver con la victoria de Libratus, ya que indicaron al 99,7% de seguridad que el resultado no se debió al azar.
Deep Blue
Libratus ha sido el último en batir a la mente humana, pero desde luego que no fue el primero. Ni el más mediático. Esa calificación corresponde al superordenador Deep Blue que creó IBM para pelear contra uno de los mitos del ajedrez: Gary Kasparov.
En el año 1996 Deep Blue, desarrollado por IBM, se enfrentó en una serie de seis partidas al Ogro de Bakú cuando este se hallaba en la cima de su atractivo juego. Kasparov, con todos sus recursos y su agresividad, consiguió cerrar la serie un 10 de febrero cuando el marcador reflejaba una puntuación de 4 a 2 a su favor. Era la primera vez, sin embargo, que una máquina conseguía ganarle una partida a todo un campeón del mundo.
Los ingenieros de IBM no se quedaron de manos cruzadas y se pusieron a diseñar Deeper Blue. Este nuevo superordenador, por entonces el 259º más potente del mundo, estaba diseñado con 30 nodos de 30 microprocesadores cada uno, y podía calcular alrededor de 200 millones de posiciones por segundo.
La cita, de nuevo en una serie a seis enfrentamientos, tuvo lugar en mayo de 1997 y esta vez Kasparov poco pudo hacer ante una versión muy mejorada de la computadora. La competición acabó con 3,5 puntos para el producto de IBM y 2,5 puntos para el soviético, que acabó tremendamente molesto con la organización.
Quizás por su carácter competitivo, fruto de sus duelos legendarios con un Karpov que tenía a su disposición todos los recursos del Kremlin, Kasparov terminó echando pestes de Deep Blue. En una partida, jugando con negras, ofreció el sacrificio de un peón para construir a partir de esa posición su contraataque. El movimiento de comer ese peón era el lógico y el que efectuaban todas las computadoras. Todas menos Deeper Blue, que no aceptó ese sacrificio y acabó por dar al traste con todo el planteamiento de Kasparov.
Muy enfadado, éste pidió los registros de la partida, considerando que detrás de ese movimiento sólo podía estar una mente humana. IBM, pese a sus buenas palabras iniciales, nunca entregó los registros y Kasparov acabó por lanzar un desafío: "Garantizo a todos los presentes que si Deep Blue participa en ajedrez de competición le haré pedazos".
Alpha Go
Go es, casi sin duda, el juego más complicado que haya creado el ser humano. Tiene su origen en China hace algo más de 2.500 años y consiste, básicamente, en un duelo entre dos rivales que tratan de conquistar la mayor parte del tablero.
Ese terreno de juego tiene 19 líneas verticales y 19 líneas horizontales, que se combinan para formar 361 intersecciones en las que se pueden colocar las piedras, o fichas. Con negras o blancas, cada jugador debe formar su estrategia teniendo en cuenta que si sus piedras quedan rodeadas son eliminadas del tablero.
Alpha Go es obra de DeepMind que Google compró por 465 millones de euros
El diseño de Alpha Go es obra de DeepMind, una empresa de Inteligencia Artificial fundada por Denis Hassabis que Google compró por 500 millones de dólares, 465 millones de euros. Para calentar, Alpha Go derrotó por 5-0 a Fan Hui, el campeón de Europa de Go. Sin embargo, Hui no era considerado un jugador de la élite de la modalidad, por lo que la aplastante victoria del software quedaba algo deslucida.
Debían ir, por lo tanto, a pelear contra el mejor jugador del mundo para que su triunfo se valorara como debía. Éste no era otro que Lee Sedol, un surcoreano que llevaba tiempo paseándose ante todos sus rivales y acumulando triunfos.
Sedol, pese a su talento y experiencia, pudo hacer bien poco. Quedó derrotado en las tres primeras partidas de forma consecutiva, y aseguró estar "atónito" ante la solidez de Alpha Go. El propio Hassabis aseguró que estaba "sorprendido" por cómo su creación había aplastado al rival, a la vez que Sedol se disculpaba ante su afición y afirmaba que "esta es una derrota de Lee Sedol, no de la humanidad".
Watson
Otra obra de la factoría IBM. Recibió el nombre de Watson como homenaje al creador de la compañía, Thomas J. Watson, y su especialidad era responder a preguntas formuladas en lenguaje natural.
Para hacerlo contaba con una base de datos ingente que sacaba de enciclopedias, diccionarios, antologías y, prácticamente, cualquier fuente que se le pusiera por delante.
En el año 2011 IBM presentó a Watson al programa Jeopardy!, uno de los concursos más populares de la parrilla televisiva estadounidense que está producido por Sony. Consiste en una competición entre tres concursantes, a los que se facilita la respuesta de la cuestión. Estos deben, teniendo eso en cuenta, formular la pregunta exacta que debe hacerse para obtener dicha respuesta.
Watson se enfrentó, durante tres días consecutivos, a Brad Rutter y Ken Jennings, uno de los grandes maestros tras 75 programas consecutivos invicto. Como ya habrán adivinado, ambos rivales acabaron derrotados ante el poder de Watson, que podía acceder a toda la red de la Wikipedia a la búsqueda de la respuesta, o en este caso de la pregunta, correcta para cada situación.
Ni expertos, ni campeones del mundo ni grandes maestros; todos acabaron sucumbiendo ante la Inteligencia Artificial, que gracias a la tecnología ha ido desarrollando las capacidades necesarias para vencer al ser humano en todas las modalidades.
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