El espectáculo del descanso de la Super Bowl es uno de los momentos más esperados, casi más por los que no son aficionados al propio fútbol americano. Mientras los fans más puros reponen las existencias de bebidas espirituosas para aguantar los últimos 30 minutos del choque, millones de espectadores se acercan para ver a la superestrella de la música de turno.
Este año la responsabilidad recayó en Lady Gaga, que pasa por ser una de las reinas del pop actual. Y no por vivir de rentas, sino porque demostró todo su poderío al empezar la actuación lanzándose desde la cubierta del NGR Stadium de Houston. Atada por un par de cuerdas, bajó hasta la plataforma del escenario casi planeando.
El Halftime Show, como le llaman los americanos, tuvo un presupuesto de 10 millones de dólares, pero la partida destinada a los honorarios de Lady Gaga reflejó un rotundo cero. La verdadera protagonista del espectáculo no cobró un dólar por los 13 minutos que pasó dentro -y sobre- el estadio.
No es una novedad. Nadie cobra por actuar en un marco de tal nivel, con cientos de millones de personas mirando. Se considera que los réditos asociados con aparecer ante una audiencia inigualable compensan el actuar de manera altruista. Y sí, compensan.
Ventas desatadas
Los discos de Lady Gaga dispararon sus ventas un 1.980% durante los cuatro días previos a la Super Bowl y el lunes que sigue al partido. Según un estudio elaborado por Nielsen Music, Lady Gaga vendió 150.000 discos o singles durante este periodo, 125.000 de ellos en formato digital.
Lady Gaga consiguió congregar delante del televisor a 117 millones de personas, una cifra superior incluso a los datos que registró el partido. Muchos de ellos acudieron en los días previos, o en el posterior, a las tiendas de discos para hacerse con los trabajos de la intérprete.
El último álbum de la cantante, titulado Joanne, vendió en esos cuatro días previos 7.993 unidades y subió sus cifras de ventas un 1.552%. The Fame Monster, que fue publicado en 2009 pero ha sido reeditado con mejor calidad de sonido, vivió una segunda juventud al vender un 4.753% más gracias a las 3.336 copias que llegaron al mercado.
The Born This Way, otro de los trabajos más populares de Lady Gaga, sufrió una situación similar ya que el aumento alcanzó el 3.384% gracias a las 1.500 copias nuevas con las que se hicieron los fans de la neoyorquina.
Los singles y canciones sueltas de la cantante, que son la forma más exitosa para aumentar los ingresos y las cifras, repuntaron un 1.835% hasta las 13.575 unidades vendidas, siempre según los datos de BuzzAngle.
No son ventas, pero las reproducciones en streaming también llevan dinero a las arcas de los artistas. Lady Gaga tiene una media de 2,3 millones de reproducciones diarias entre todas las plataformas que ofrecen esta modalidad de música. El sábado, el día previo al encuentro, los streams subieron hasta 5,4 millones de reproducciones, y el domingo se dispararon hasta los 7,5 millones.
Está demostrado que, pese a que fue un partido histórico, los grandes triunfadores de la Super Bowl no fueron los New England Patriots de Tom Brady. La verdadera vencedora, por mucho que no se llevara a casa el trofeo Vince Lombardi, fue Lady Gaga.
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