Los wearables son dispositivos que, en sus primeros pasos, poco menos que iban a comerse el mundo. Su popularidad, sin embargo, nunca ha alcanzado las expectativas de la industria y de los fabricantes y su futuro todavía está en entredicho en casi todos los sectores. Su gran sustento, a día de hoy, son los runners.

El tremendo auge del atletismo popular ha ayudado a estos dispositivos, que se han focalizado en la salud y en las funcionalidades deportivas para aumentar sus cifras de ventas. El dominador del mercado, el Apple Watch, tuvo en su primera generación un modelo sports que estaba enfocado directamente en este tipo de herramientas para el corredor. Fue el que más se vendió.

Dentro de este grupo de público hay un puñado de marcas que pelean por conquistar las muñecas de los sufridos runners. Una de las que más empeño está poniendo en esta labor es TomTom, popular por los GPS que estaban en casi todos los coches cuando se comenzaron a generalizar estos dispositivos de guía.

La compañía holandesa, que tiene su cuartel general en Amsterdam, tiene toda una gama de relojes deportivos que ha completado con la joya de la corona: el Runner 3 Cardio + Music. Este wearable mide, como casi todos, la actividad diaria del que lo lleva, además de que trackea los datos habituales durante una carrera o una salida en bicicleta.

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Su gran fortaleza, la que le hace distinguirse del resto de competencia, es que cuenta con un potente pulsómetro y con un reproductor de música con una memoria de hasta 3GB que permite al usuario dejar en casa el móvil y llevarlo todo en su muñeca. En esa capacidad de memoria caben hasta 500 canciones, que se pueden meter en el dispositivo a través de una conexión USB con el ordenador. No hay ni necesidad de descargar un programa de ordenador.

El dispositivo se conecta a través de bluetooth a unos auriculares compatibles, que con algunas ofertas vienen incluso incluidos cuando se compra el dispositivo, para la reproducción. En general el sonido es bueno, más que suficiente para entretener los oídos y la mente mientras realizamos una actividad. Eso sí, no tenemos muy claro cómo funcionarán en la función natación.

Otra de las funcionalidades más atractivas es la de competir contigo mismo. A través de las rutas se puede elegir una carrera anterior y pelear por batir el mejor tiempo que hayamos realizado, o por mejorar la marca en el anterior entrenamiento para ver nuestra evolución.

Buen diseño

Las funcionalidades del Runner 3 cardio + music están por encima de la media de este tipo de dispositivos, pero realmente no ofrecen nada disruptivo de verdad. Dónde sí que le sacan ventaja a sus rivales es en el diseño y en la ligereza del dispositivo.

Los Polar pecan de robustez y dureza, mientras que la mayoría de los Garmin tienen una pantalla demasiado grande que, para gente con muñecas no muy grandes, puede resultar incómodo. El TomTom sin embargo no supera la anchura de la parte baja del brazo y además es muy ligero. La correa, que es intercambiable, no tiene ningún elemento de metal, lo que evita rozaduras innecesarias.

La batería si es un punto algo negativo. Con la música y el pulsómetro activados durante una carrera la duración de la misma alcanza, según las especificaciones teóricas, las cinco horas. Esto, como es habitual, es una estimación al alza que se quedará en algo menos. Para aquellos que vayan a afrontar un maratón, como el de Madrid de este fin de semana, o una carrera de larga distancia se les puede quedar corto.

El TomTom Runner 3 es un buen compañero de entrenamiento para aquellos que quieran un dispositivo cómodo y que les ayude en actividades diferentes. La línea va desde los 129 euros del modelo básico hasta los 249 euros del más completo, por lo que está al alcance de cualquier aficionado. ¡A sudar!