Fue el boom del pasado verano. Pasear por una calle de cualquier ciudad española, y casi del mundo, era imposible sin cruzarte con alguien jugando a Pokemon Go. Tuvimos que acostumbrarnos a que palabras como pokeparada o gimnasio Pokemon aparecieran incluso en el telediario. La fiebre llegó a tal punto que en la Puerta del Sol de Madrid se juntaron 5.000 jugadores para intentar capturar a un pokemon raro. La locura.
La llama se ha atenuado mucho 12 meses después de su lanzamiento, pero las cifras de Pokemon Go siguen siendo de vértigo. Según Niantic, la empresa desarrolladora, hay 65 millones de jugadores mensuales en todo el mundo, y la app ya ha superado los 750 millones de descargas a lo largo y ancho del globo.
La aplicación lleva mucho tiempo recibiendo pequeños cambios, algunas actualizaciones aquí y allá que tampoco han cambiado mucho la esencia del juego. En las próximas semanas, quizás algo menos, dos nuevas funcionalidades le darán un lavado de cara a un juego que, en cualquier caso, difícilmente recuperará su gran popularidad.
Estas dos mejoras están enfocadas, sobre todo, a mejorar el aspecto social de una aplicación que en sus orígenes se basaba en el atractivo de la realidad aumentada.
La primera de ellas dará la opción de competir y pelear junto a otros usuarios. Habrá unos nuevos gimnasios en los que aparecerá un huevo pokemon al lado y que quedarán señalados por la presencia de un jefe pokemon, mucho más potente y difícil de vencer. Para enfrentarnos a ellos podremos reclutar hasta a 19 entrenadores más, que también deben estar cerca del gimnasio, y atacar todos a la vez a ese jefe.
Una vez vencido tendremos la opción de atraparlo y recibiremos regalos como caramelos raros o bayas doradas, que atraerán a muchas más criaturas salvajes, y mejoras que ayudarán a que nuestros pokemon suban de nivel de ataque mucho más rápido.
También se podrán dar batallas entre usuarios, para que los entrenadores puedan pelear con sus amigos. Para hacerlo, tanto en el modo colaborativo como en las peleas contra jugadores, será necesario tener un pase. Cada usuario recibirá uno al día de manera gratuita, pero para conseguir más habrá que comprarlos. Sí, tendremos que pagar.
Nuevos diseños
Los gimnasios también recibirán una buena ración de chapa y pintura. Tendrán gráficos nuevos y cambiará el modo de enfrentarnos a los pokemon que los defienden. Seguirá habiendo seis desafíos en cada gimnasio, pero esta vez no nos tendremos que enfrentar a ellos en orden de poder de ataque, sino que será el propio gimnasio el que determine los combates.
Los pokemon que estén en esos gimnasios tendrán que ser diferentes, por lo que evitaremos tener que pelear contra seis Dragonite con mucho poder de ataque, algo bastante habitual ahora mismo.
Dejarlos en estos gimnasios ya no será tan buena idea. Niantic va a introducir una variable llamada motivación, que afectará de manera directa a los puntos de ataque que tienen los pokemon que habitan en estas paradas. Cuanto más tiempo pasen allí, menor será la motivación y su poder irá decreciendo de manera constante. Así habrá más opciones para los atacantes de conseguir la victoria.
Pokemon Go fue un verdadero hito tanto para Niantic, el creador, como para Nintendo. La firma japonesa de videojuegos disparó sus ingresos y ahora mismo está en su nivel más alto en bolsa desde el año 2008. Será muy complicado que se repita el fenómeno del año pasado, pero por intentarlo que no quede. Vuelve Pokemon Go.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 El CNI dice que el espía acusado de traición dio un "rollo de papel"
- 2 Muface: las novedades del contrato que ultima el Gobierno
- 3 Sánchez, ridículo imborrable
- 4 David Broncano, multado por llamar "vendehumos" a los coach
- 5 El Supremo encarga a la UCO seguir investigando el móvil de García Ortiz
- 6 Las revelaciones sobre el Fiscal General revolucionan a Ayuso
- 7 El secretario de Estado de Comunicación deja el cargo
- 8 Los claroscuros de la duquesa roja: lesbiana y cercana a ETA
- 9 Sánchez se reafirma en el apoyo del Gobierno a "su fiscal general del Estado": "Tras el informe de la UCO, mi confianza es mayor en él"