Madrid en febrero es arte”. Así reza el cartel que promociona ARCO y es cierto. La principal feria de arte en España tiene un efecto llamada y un impacto importante sobre la vida cultura de la capital. Si las galerías se vuelcan en los pabellones de Ifema, el vacío dejado en el centro se llena con exposiciones organizadas por galerías alternativas: la subida de la fiebre del arte es una ocasión única para arañar espacios de visibilidad y de negocio en un país como España, donde el coleccionismo es sobre todo elitista.
En JustMad hay galerías que no tienen nada que envidiar a las que exponen en IFEMA
Competir con ARCO es imposible, pero vivir a su sombra y ofrecer algo diferente sí tiene éxito. JustMad, la feria de arte dedicada a los “nuevos descubrimientos”, lleva nueve años proponiendo artistas jóvenes y galerías emergentes. Este año, en un espacio en la Calle Núñez de Balboa, en el centro de Madrid, las 50 galerías participantes han presentado más de 100 artistas, 71 de ellos mujeres. "ARCO es una feria mainstream, pero aquí hay galerías que no tienen nada que envidiar a las que exponen en IFEMA”, dice Chiara Garlanda, directora de la Galería White Noise de Roma. El año pasado esta galería italiana participó como invitada por ser una lanzadera de artistas españoles en Italia. Ahora han vuelto porque JustMad ofrece “una buena visibilidad y hay coleccionistas de ARCO que pasan por JustMad para explorar entre las nuevas propuestas artísticas”, explica Garlanda.
Antes de exponer en ARCO y llegar a las galería más cotizadas, mucho artistas han pasado por estos escaparates. “Cada año ARCO intenta ser rompedor, pero como se ha visto con el caso de censura de este año, cuenta también con muchas presiones. Al ser una feria más pequeña, JustMad puede permitirse ser más agresiva”, explica Guiomar Rodríguez Bledo, de Proyecto H. Esta galería hispano-mexicana es la rama joven de la ya establecida Galería Hispánica, que se dedica a artistas más consagrados. Ambas tienen doble sede, en Madrid y Ciudad de México.
Antes de exponer en Arco y llegar a las galería más cotizadas, mucho artistas han pasado por estos escaparates.
Sin embargo en JustMad la libertad de expresión más que mirar a lo político mira a ser trasgresora en los lenguajes artísticos: instalaciones mecánicas y maniquíes con bombillas conviven con cuadros que recuerdan al art brut. Todos los artistas han sido seleccionados por una comisión formada por coleccionistas de renombre, como Oliva Arauna, Pilar Citoler o Guillermo Rozemblum.
También se trata de una cuestión de costes. Para una galería, el precio para exponer en JustMad roza los 5.000 euros. El espacio más pequeño en Ifema no cuesta menos de 12.000 euros. El concepto de negocio que está detrás de JustMad está inspirado en el coleccionismo que existe en el norte de Europa: arte bueno, joven y con precios asequibles. “En ARCO se hacen inversiones. - dice Guiomar Rodríguez Bledo, de Proyecto H- las obras tienen un precio inaccesible. En JustMad buscamos un público al que le gusta el arte y por eso lo compra”.
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