Madrid está empapelado. El metro, las marquesinas de los autobuses... Muchos miran extrañados, sin saber porque un joven de rasgos asiáticos les devuelve el vistazo vestido como si fuera a saltar a jugar en un equipo coreano de fútbol. Casi casi.
La capital española será este fin de semana el hogar de las finales de la LCS de League of Legends. Es, por entendernos, la gran final de la Champions League del popular videojuego, que por segunda vez en la historia tendrá lugar en nuestro país.
El marco de excepción será el Palacio de Vistalegre, espacio multifuncional que originalmente fue concebido como plaza de toros y que todavía mantiene palcos y tendidos. Con capacidad para 14.000 personas, es habitual que se celebren allí grandes conciertos y sirvió como improvisado hogar del Real Madrid y el Estudiantes de baloncesto durante la remodelación del Palacio de los Deportes, inutilizable tras un incendio.
Esta vez no habrá verónicas, triples ni bises. Vistalegre estará tomado por miles de aficionados a los deportes electrónicos, y sobre todo al League of Legends, para disfrutar de los mejores equipos de Europa.
Con las semifinales ya decididas, el tercer y cuarto puesto del sábado se disputará entre Misfits y Team Vitality, mientras que Fnatic y Schalke 04 comparecerán el domingo para la pelea por el título. El campeón tendrá la posibilidad de viajar al Mundial para medirse ante los poderosos conjuntos asiáticos.
Un fenómeno en España
No es casualidad que Riot Games, la organizadora de las principales competiciones de League of Legends en todo el mundo, haya elegido Madrid para celebrar la final del mayor campeonato europeo.
España es uno de los países en los que el juego goza de mejor salud, con competiciones nacionales, como la Liga de Videojuegos Profesional (LVP) de Orange, que están ganando mucha fuerza.
El pasado fin de semana se disputó en Bilbao la final de la LVP, en la que el madrileño equipo de Mad Lions se impuso a los malagueños de Vodafone Giants. Las más de 3.000 personas que compraron su entrada para el Bilbao Arena, hogar del Bilbao Basket, se sumaron a los que vieron a través de internet una retransmisión que alcanzó picos de más de 32.000 usuarios. En ambos casos es un récord en nuestro país.
"Esperamos un lleno tanto en la final como en la pelea por el tercer y cuarto puesto. Todo apunta a que se superarán las 10.000 personas", ha explicado a El Independiente Alberto Guerrero, CEO de Rito Games en España, un país que es muy importante para el ecosistema del League of Legends en Europa.
La clave de ese éxito, explica, está en las finales del torneo de primavera que se disputó en Madrid en el año 2015. "Aquello fue un antes y un después para el League of Legends en todo el continente. Fue un evento icónico y que, por entonces, se trataba del mejor que se había hecho nunca", relata.
Ea cita fue el impulso que necesitaba una escena local que estaba en plena ebullición y que se confirmó tiempo después. El League of Legends, desde entonces, fue el deporte electrónico más popular e importante, si tenemos en cuenta la estructura montada a su alrededor, de todos los que se juegan en la geografía española.
Guerrero achaca la enorme popularidad del League of Legends en España al enorme trabajo que se ha hecho desde actores locales, como la propia LVP. "No existe en toda Europa una liga así", explica.
"Es una liga totalmente profesional. No se trata de jugadores que durante unos meses reciben unos ingresos por jugar, sino que son estructuras profesionalizadas con jugadores que reciben una remuneración por su labor. No hay algo así ni en Francia ni en Alemania ni en ningún otro país del continente", cuenta.
El juego
El League of Legends es un esport en el que se enfrentan cinco jugadores, los del equipo azul, contra otros cinco, del equipo rojo, en un escenario que siempre es el mismo y que se llama la Grieta del Invocador. Cada uno de los jugadores debe elegir entre una variedad de más de 100 campeones, cada uno con sus habilidades únicas, para conseguir derrotar a sus rivales.
Para ello es clave el oro. Cada jugador, ya ocupe la calle superior, la central o la inferior, debe tratar de matar a los máximos peones -conocidos como minions y generados por el propio juego-rivales posibles para conseguir el oro que le permita comprar mejores habilidades.
Con una estrategia conjunta, los cinco componentes de cada equipo tienen el objetivo de destrozar el núcleo de la base rival. Suena fácil decirlo, pero no tanto hacerlo, ya que suele estar guardado por una serie de estructuras defensivas que atacan a todo rival que se aproxime.
El League of Legends es un juego fácil de aprender pero que, como casi todo en la vida, es muy difícil de dominar. Mezcla a partes iguales velocidad de reacción, juego en equipo y habilidad personal y eso es precisamente lo que le ha convertido en el número uno dentro del universo de los esports.
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