1. Ferrari 330 P4 (1967)

El favorito de Flavio Manzoni, jefe de diseño de Ferrari, no logró imponerse a los Ford GT40 en Le Mans. Pero en 1967 dos 330 P4 y un 330 P3/4 ocuparon el podio en las 24H de Daytona. Este éxito agradó tanto a Enzo Ferrari que durante años tuvo una foto en su despacho. En la imagen lo conduce su dueño, Lawrence Stroll, padre de Lance Stroll.

Bugatti Type 59 (1933)

2. Bugatti Type 59 (1933)

Destinados a competir con Alfa, tres Type 59 debutaron en el GP de España en Lasarte (Guipúzcoa) en 1933. Equipaban un 8 cilindros en línea de 3.3 litros que rendía más de 250 CV pero nunca lograron ser competitivos, y en 1935 se vendieron a pilotos privados. El magnate Ralph Lauren tiene uno en su colección. 

Bugatti Type 59 (1933)

3. Porsche 917 (1969) 

La reglamentación permitió un peso muy bajo (800 kg) y una cilindrada de 5 litros, de modo que el resultado fue una máquina extremadamente rápida. Construido con materiales aeronáuticos como magnesio, titanio y compuestos plásticos, el coste de desarrollo fue enorme. El 12 cilindros bóxer rondaba los 600 CV, y había que ser valiente para conducirlo.

Maserati 250F (1954)

4. Maserati 250F (1954)

Con motor 6 cilindros en línea de 270 CV, está considerado como uno de los mejores monoplazas de la historia, y con él Fangio ganó cuatro de las ocho carreras de 1957. Nick Mason (Pink Floyd) tiene uno: “Para muchos es el monoplaza de Gran Premio por excelencia, y aparte de ser maravilloso, es uno de los coches de carreras más progresivos y previsibles”. 

Mercedes 300 SLR (1955)

5. Mercedes 300 SLR (1955)

Podría parecer una evolución sobre el 300 SL “alas de gaviota”. Sin embargo, el 300 SLR era prácticamente un F1 recarrozado. Si el código interno del monoplaza era W196 R, el 300 SLR se llamaba W196 S. Equipaba un 8 cilindros en línea con 310 CV, y la balanza del SLR en seco marcaba 860 kilos. Fue el coche con el que Moss ganó la Mille Miglia de 1955 (el dorsal 722 indica su hora de salida de Brescia). Muchos expertos coinciden en que, si el “722” saliera a subasta, sería el automóvil más valioso.

6. Lotus 72 (1970)

6. Lotus 72 (1970)

Para que un sea genuino, un F1 debe tener las ruedas de atrás más grandes que las delanteras, lo cual deja fuera de este TOP a todos los F1 modernos. El 72 permitió a la escudería británica obtener dos títulos mundiales, en 1970 con Rindt y en 1972 con Fittipaldi. La forma de cuña y la decoración “John Player Special” son esenciales en su aspecto. 

Auto Union Type C (1936)

7. Auto Union Type C (1936)

Evolución de los Type A y B, este antecesor de los Audi –ya llevaba cuatro aros en el morro– es uno de los coches de GP más impresionantes de todos los tiempos. Y como algunos de los mejores Mercedes, fue diseñado por un tal Ferdinand Porsche. El motor es un V16 de 6 litros con compresor de 520 CV, y podía llegar a alcanzar 340 km/h. 

Lancia Stratos (1973)

8. Lancia Stratos (1973)

Con diseño de Gandini, fue el primer coche concebido para competir en rallyes. La versión de calle (en la foto) rendía 190 CV (2.4 V6 de Ferrari), pero los de competición llegaban al menos a los 280 CV. En 1975, 1976 y 1977 Lancia venció el mundial con él, y Sandro Munari ganó el Montecarlo esos años. También compitió en circuitos, en el Gr. 5. 

Jaguar D-Type (1954)

9. Jaguar D-Type (1954) 

Estrenó una novedosa estructura central de aluminio y magnesio inspirada en la aeronáutica, que luego se empleó en el E-Type. El motor fue el 6 cilindros en línea de 3.4 litros y unos 250 CV. Se fabricaron menos de 70 unidades y vencieron en Le Mans tres años seguidos. Por el coche que ganó en 1956, se pagaron 21,7 m. de libras en 2016. 

McLaren F1 GTR (1995)

10. McLaren F1 GTR (1995)

En 1995 este modelo logró vencer en
Le Mans, un hecho insólito al ser un coche de carretera. De hecho se considera al F1 (motor V12 BMW) el último coche ganador de LM con el que el piloto podría haber llegado rodando hasta el circuito. Para celebrarlo, produjeron seis unidades de calle llamadas F1 LM (cinco para clientes y  el prototipo), todas en color naranja.