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Los peligros que no conoces de la manicura en gel

El tratamiento de esmaltado semipermanente se ha convertido en una tendencia de belleza que, sin embargo, conlleva unos riesgos

Uñas de gel
Uñas de gel

Tener uñas perfectas durante dos semanas se ha convertido en una auténtica sensación estética y en un filón económico en el negocio de la belleza en los últimos años.

Y es que la manicura en gel o uñas semipermanentes han llegado para quedarse y no hay centro de belleza que se precie que no ofrezca este servicio. Su acabado pulcro, brillante y duradero a un precio competitivo ha conseguido dejar de lado a los esmaltes convencionales.

Pero no es oro todo lo que reluce. A pesar de que a priori parece un tratamiento inofensivo, los expertos advierten de que la aplicación continua de este tipo de esmalte puede conllevar una serie de problemas para la salud y riesgos para la piel y para las uñas, como su progresiva fragilidad o la pérdida de brillo.

Las cutículas pierden su fortaleza en parte debido a los componentes químicos de los esmaltes, que suelen contener parabenos o formaldehido entre otros componentes, que en exceso pueden generar sequedad y dermatitis.

Pero hay más. El uso consecutivo del tratamiento de gel puede suponer un envejecimiento prematuro de la piel de las manos e, incluso, aumentar el riesgo de sufrir un cáncer de piel, motivado por la utilización de cabinas o lámparas de rayos ultravioleta como método para secar este tipo de esmalte.

El peligro que supone la manicura semipermanente no es algo que coja de nuevas. Ya en 2012, la Academia Estadounidense de Dermatología puso el foco en los daños que pueden ocasionar en piel y uñas de los que en muchas ocasiones, la persona afectada no se da cuenta por la larga duración del recubrimiento.

Además, impide comprobar señales de otras patologías que se manifiestan en las uñas, como las enfermedades hepáticas o cutáneas.

Por ello, los expertos aconsejan no abusar en exceso de este tipo de tratamientos e intercalar los tratamientos de gel con esmaltes tradicionales para dar respiro a las uñas.

Asimismo, es aconsejable rehidratar las cutículas con bases nutritivas, así como utilizar protector solar en las manos para minimizar al menos los riesgos que puede provocar los rayos UV en la salud.

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