Ibrahima Sow tiene 12 años y juega al fútbol en el Sevilla. Por edad es alevín, aunque en ocasiones alterna con categorías superiores. Y no es tan gigantón: mide 1.75 y no estaría entre los tres niños más altos de su equipo si jugase en la cantera del Real Madrid de baloncesto.
El #SevillaFCAlevA empata ante el Celta y pierde ante el Villarreal. Pasa a octavos de final de #LaLigaPromises, pero sin ser primero de grupo. pic.twitter.com/V1kcQOGmhR
— Fotos SFC [Nueva cuenta] (@FotosSFC_) June 14, 2019
Sin embargo, una foto suya se ha hecho viral durante el fin de semana por el evidente desequilibrio físico que presenta con algunos de los otros chicos que han competido junto a él en el torneo sub-12 LaLiga Promises, en el que se ha impuesto el Real Madrid pero en el que Sow se ha hecho con el 'pichichi' con golazos de puro físico.
Es superior, pero no a todos. Sow parece gigante ante rivales como el niño del Villarreal al que entra con dureza en la imagen de la discordia. Pero palidece incluso ante compañeros de equipo, alevines también, altos también, pero de los que no sospecha nadie. ¿Por qué?
Vamos a poner las cosas un poquito en perspectiva que ya ha saltado algún que otro iluminado. pic.twitter.com/IaiCsJT7Bk
— Fotos SFC [Nueva cuenta] (@FotosSFC_) June 15, 2019
Es un fenómeno habitual en todos los torneos, en todos los deportes. Niños africanos que destacan físicamente sobre sus compañeros en edades tempranas y a los que se etiqueta inmediatamente como sospechosos de falsear su edad. Con argumentos habitualmente tópicos: la falta de control sobre las partidas de nacimiento en sus países de origen, la ausencia de registros...
Os presentamos a Ibra, delantero y capitán del @SevillaFC que quiere ser como Ben Yedder pic.twitter.com/wJfp86wbzM
— El Transistor (@ElTransistorOC) June 15, 2019
Sow lleva muchos años en España. Y tiene un poderoso acento andaluz que delata que es de la tierra. Abre la boca y habla un niño, de 12 años, que se sabe todas las canciones de Anuel y en las entrevistas se lanza a cantar el himno del Sevilla muerto de vergüenza. Es muy sevillista: su ídolo es Wissam Ben Yedder. "Ya era sevillista cuando estaba en el Málaga", confesaba.
De allí viene. Y el Málaga le había reclutado anteriormente de la escuela de fútbol de Torre del Mar, donde reside desde hace tiempo su familia, de origen senegalés. Antes de fichar por el Sevilla, a Ibrahima le tentaron desde Madrid, pero se quedó en Nervión, donde comparte cantera con su hermano Bakary, que destaca junto a él en las selecciones inferiores andaluzas tras llegar a la costa malagueña desde Italia, donde había residido anteriormente.
¡¡¡ Estamos en la Final !!! #AndaluzaSub12F8 4 (Izan @bakary_sow_9 Antonio, Ibra) #Extremadura 1 (Antonio)
🎥 Así lo celebramos con la afición 🙌🙌🔝🔝💚 #NacionalSub12 pic.twitter.com/XtuwD1uYCT— RFAF (@RFAF) April 22, 2018
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