“Traidora. Has traicionado la confianza más preciada, y ahora tu juego ha sido descubierto”. El emir de Dubai, Mohamed bin Rashid al Maktum, escribía en Instagram estas amargas palabras el pasado 10 de junio. Uno de los hombres más ricos del mundo exponía sus sentimientos al mundo tras haber sido abandonado por su sexta y más joven esposa, la princesa Haya de Jordania, hija del fallecido rey Husein y hermanastra de Abdalá II.
Esta semana se ha celebrado la vista previa del juicio en Londres. La princesa Haya Bint Husein, que huyó de Dubai en mayo, pide la custodia de los dos hijos de la pareja, Jalila, la mayor, de 11 años, y Zayed, de siete, alega que hay riesgo de que la primogénita sea forzada a contraer matrimonio contra su voluntad y ha reclamado una orden de alejamiento.
La princesa ha asistido a la vista en el tribunal de Londres. El septuagenario emir, representado por sus letrados, ha solicitado que los niños regresen al hogar paterno, lo que no ha logrado. “Estos procedimientos están vinculados con el bienestar de los dos hijos del matrimonio y no tienen nada que ver con el divorcio ni con las finanzas”, reza un comunicado de los representantes legales del emir de Dubai.
Esta guerra de la realeza árabe se librará en territorio británico a partir del 11 de noviembre. La princesa Haya (Amán, 1974) tiene de su parte a su familia de la Casa Real hachemita: es hija del rey Hussein de Jordania y hermanastra del actual monarca, el rey Abdallah.
Su hermano Ali acaba de hacer pública una foto con Haya en su cuenta de Twitter. Dice: “Con mi hermana y la niña de mis ojos”. El actual rey de Jordania, Abdalá II, hermano por parte de padre de la princesa Haya, difícilmente se va a manifestar. Emiratos Árabes Unidos es un socio económico muy relevante para la deteriorada economía jordana.
اليوم مع أختي و قرة عيني هيا بنت الحسين pic.twitter.com/kWRXx1J1M3
— Ali Al Hussein (@AliBinAlHussein) July 31, 2019
La abogada de la princesa, conocida como Magnolia de Acero, es Fiona Sara Shackleton, baronesa Shackleton de Belgavria, quien defendió al príncipe Carlos en su divorcio de Lady Di. La princesa Haya tiene una relación muy cercana con el heredero británico y su esposa Camilla. Tras huir de Dubai, tras un paso fugaz por Alemania, se instaló en su palacio, valorado en 100 millones de euros, en el barrio londinense de Kensington.
La imagen de Emiratos Árabes Unidos resultará gravemente dañada si la estrategia, como parece según la vista previa, es retratar al emir como un sátrapa que tiene sometida a su voluntad a su familia. El emir ha contratado a Helen Ward, conocida como la gran dama de los divorcios, que se ocupó de llevar los casos de Madonna o Bernie Ecclestone. La batalla legal será encarnizada.
Hay mucho dinero en juego, ya que la fortuna del emir se estima en 3.500 millones de euros, y el prestigio de una familia real que ya ha afrontado otros escándalos como las fallidas huidas de las hijas del emir, las princesas Shamsa, en agosto de 2000 y su hermana Latifa, a finales de 2018. La baronesa Shackleton seguro que recordará la triste historia del las princesas al tribunal. Ninguna de ellas llegó tan lejos como Haya bint Husein.
Romance en España
Este final infeliz empezó con un romance que floreció en España, en concreto en Jérez, en 2002, en los Juegos Ecuestres Mundiales. Ya habían coincidido antes, pero fue en este evento hípico donde se enamoraron, según la propia princesa confesó.
El emir de Dubai tiene tres fincas en Extremadura. Y la hermanastra del rey jordano asocia España a aquellos años felices, cuando solía venir a fiestas y encuentros hípicos. En estos eventos ha coincidido con Cayetano Martínez de Irujo, hijo de la duquesa de Alba, y más recientemente con Marta Ortega, la hija de Amancio Ortega, fundador de Inditex.
Al emir y a la princesa les fascinan los caballos. La hija del rey Husein de Jordania perdió a su madre, Alia, cuando tenía tres años. La reina Alia sufrió un mortal accidente de aviación. Para consolar a su hija, el rey Husein, a quien la princesa Haya siempre estuvo muy unida, le regaló un potro que también había perdido a su madre. Su nombre era Bint Al Reeh.
Desde su infancia la princesa hachemita ha disfrutado mucho con los equinos. Tanto es así que presume de ser la única mujer jordana que posee un carné para conducir camiones. Le gusta estar cerca de sus animales, y llevarlos ella misma a los establos, o a las competiciones. De ahí que la señal de alarma sobre la ruptura de la pareja se diera este año en las carreras de Ascot, el 21 de junio, espectáculo que les entusiasmaba.
El emir de Dubai es el fundador de Godolphin, una de las cuadras más importantes del mundo con establos en siete países. El jeque se enamoró de la hípica cuando estudió en Cambrigde. Los dos litigantes, anglófilos de formación, comparten esta pasión con la propia reina Isabel II, que siempre ha tenido caballos y suele estar pendiente de su evolución en las competiciones.
Doy gracias a Dios todos los días por lo afortunada que soy junto a él", decía la princesa Haya al principio de su matrimonio
Haya de Jordania recibió una educación esmeradísima. Estudió primero en Badminton School en Bristol y Brysanton School en Dorset. Después se licenció en Políticas, Filosofía y Económicas en la Universidad de Oxford. En las Olimpiadas de Sydney, en el año 2000, formó parte del equipo de equitación de Jordania.
Dos años después de aquel encuentro en Jerez, el 10 de abril de 2004, la princesa Haya y el emir Al Maktum se casaban en una ceremonia discreta en Amán. Ella tenía 30 años y él 55, pero la diferencia de edad no parecía un obstáculo insalvable en la pareja.
“Cada día me fascina todo lo que hace”, declaraba entonces la feliz esposa. “Doy gracias a Dios todos los días por lo afortunada que soy junto a él”. Los dos mostraban una imagen de familia idílica. La princesa Haya, sexta esposa del emir, había conquistado el corazón del veterano jeque.
Sexo, caballos y dinero
Durante casi 15 años han mantenido su relación a salvo de los escándalos. Sin embargo, la fuga de la princesa Latifa, hija del emir y de otra de sus esposas, Huriah Ahmed Al M’aash, a finales de 2018, marcó un punto de inflexión. Es lo que ahora sostiene la princesa Haya.
Latifa escapó de Dubai en velero con ayuda de un ciudadano francés, el exespía Hervé Jaubert, pero fue interceptada por hombres armados al servicio de su padre en la costa de la India. Fue trasladada a Dubai. En un video que pudo verse en todo el mundo, Latifa denunciaba cómo ni ella ni su familia son libres de elegir lo más básico.
Muy unida a su hermana Shamsa, que se fugó sin éxito en 2000, contaba cómo había planeado dejar el país desde 2000. Como cualquiera en su familia que ha mostrado un carácter mínimamente rebelde, Latifa ha sido torturada. La versión oficial fue que Latifa era "vulnerable a la explotación" y que en su hogar estaba "a salvo". Asegura que su padre "es el hombre más malvado que ha conocido en su vida". Sus torturadores le confesaron que su padre les había dicho que podían golpearla hasta la muerte.
En aquel momento la princesa Haya dijo que le resultaba “inimaginable que fuera cierta” la versión de Latifa. Ahora fuentes cercanas a la princesa jordana han asegurado a la BBC que después descubrió hechos que le hicieron darse cuenta de que Latifa estaba en lo cierto.
Alega que por esta razón estaba siendo acosada y no se sentía segura. Es lo que motivó que se fugara con sus dos hijos, primero a Alemania y luego al Reino Unido. Habría salido con unos 40 millones de euros, una cantidad insignificante en comparación con la fortuna del jeque.
La activista Tiina Jauhiainen ha hecho un llamamiento a la princesa jordana para que haga uso de su influencia para ayudar a Latifa. “Será una princesa pero está sufriendo. Se trata de libertad, igualdad y dignidad, de la lucha por la autodeterminación de millones de mujeres en Oriente Próximo”, señala Jauhiainen, según cita The Sun.
En 2000 otra hija del emir de Dubai, la princesa Shamsa, huyó de la residencia familiar en Surrey. Su periplo apenas duró seis semanas y fue finalmente localizada en Cambrigde. Desde entonces no se ha visto a Shamsa en público. Dicen que estuvo ocho años encerrada y ahora han logrado quebrar su voluntad con drogas. Latifa grabó el video antes de dejar los Emiratos por temor a perder la vida en el intento.
La versión de la huida de la princesa jordana de su marido se basa en que Haya le ha traicionado. La prensa sensacionalista británica ha publicado que la hija del rey Husein de Jordania mantiene una relación amorosa con quien fuera uno de sus guardaespaldas, Russell Flowers, ex soldado de infantería británico. Flowers, de 36 años, se divorció el año pasado.
Según el Daily Mail, Haya de Jordania ha sido muy generosa con el ex soldado. Le habría regalado un Range Rover con matrícula personalizada, un rifle de 55.000 euros, y trajes de la exclusiva firma Saville Row. El rumor que difunden algunos confidenciales sería que la princesa ama, por encima de todo, el sexo, los caballos y el dinero.
El adulterio podría ser un arma en manos de los abogados del emir, pero quizá no quiera quedar en evidencia y opte por un acuerdo económico generoso a cambio del silencio de la princesa Haya.
Dolido está el septuagenario emir. "Oh cariño, no hay nada más que decir. Tu silencio mortal me ha agotado. Ya no hay lugar aquí conmigo. No me importa si vives o mueres. (...) Tu tiempo de mentiras se ha acabado y ya no tiene sentido qué fuimos ni qué eras". Muerto el amor, la guerra ha comenzado.
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