La aclamada serie creada por Ryan Murphy (Glee, American Horror Story) finalizó su segunda temporada este mes. Una vez digerida toda la información, ha llegado el momento de diseminar cuáles son los motivos por los que Pose es, en efecto, una joya.
Ball culure
La conocida como ball culture nace en Nueva York en la década de 1920. En un principio, sus participantes eran exclusivamente hombres blancos que desfilaban arropados con prendas a la última moda. Raramente se dejaban ver personas racializadas, y si lo hacían, blanquecían sus rostros. Hartos de que la ball culture fuera restrictiva y racista, el colectivo queer hizo suyo este fenómeno en la década de 1960. Por aquel entonces, había muy pocas categorías, y la mayoría de sus participantes eran bailarinas de Las Vegas. Sin embargo, tras los disturbios de Stonewall que tuvieron lugar en Nueva York en 1969, comenzaron a acercarse afroamericanos, latinos y LGTBIQ+ al que se había convertido en un espacio de libre expresión.
Familia
Si algo tienen que aprender de mala forma los protagonistas de Pose es a sobrevivir. La mayor parte de las personas a las que encarnan los actores de la serie son adolescentes que, al salir del armario delante de sus padres como persona gay, lesbiana, bisexual o transexual, se han topado con un muro. Los que decían ser sus progenitores, las personas que iban a cuidar de ellos sin que nada importara, ahora les rechazan, niegan su condición, y les abandonan en las frías calles de Estados Unidos. Como si fueran unos perros.
Es en ese momento cuando -si tiene suerte- el joven abandonado encuentra una familia. A la que sí elige. Las casas sirven como familias alternativas, y están integradas por jóvenes homosexuales racializados y latinos que van a parar a un nuevo hogar en el que sí son aceptados. Están dirigidas por "madres" y "padres" que participan en los eventos de la ball culture, lugares en los que sí pueden ser ellos mismos. Cada casa recibe un nombre: Xtravaganza, Evangelista o Ferocity, entre otros. Este nombre es el nuevo apellido de las madres, padres e hijos que la conforman.
VIH
Pose es una serie muy entretenida, pero a la vez educativa. La ficción de FOX que produce Ryan Murphy incluye representaciones extravagantes de la belleza, la cultura y la historia de la vida real de las personas homosexuales racializadas cuyo activismo LGTBIQ+ corre por sus venas. Lamentablemente, el VIH es una enfermedad que afectó de forma terrible al colectivo. Desde fuera, no contaban con ningún apoyo. Altos cargos eclesiásticos comenzaron a difundir que la única manera de no contraer SIDA era evitando las relaciones sexuales. Invisibilizaron la enfermedad y fomentaron la desinformación de un colectivo cuyos miembros, por aquel entonces, se estaban muriendo.
Visibilidad trans
Pose pasará a la historia de la televisión por reunir al mayor número de actrices trans. Después de seis meses de trabajo, Indya Moore es la actriz encargada de dar vida a Angel Evangelista, MJ Rodriguez a Blanca Evangelista, Dominique Jackson a Elektra Abundance, Hailie Sahar a Lulu Abundance y Angelica Ross a Candy Abundance. El colectivo trans juega un papel muy importante en la ficción, y ellas son las que mejor pueden transmitir la dura realidad que supone el rechazo de tus seres queridos.
Pray Tell
Pray Tell es el maestro de ceremonias de los eventos de la ball culture y la figura paterna de todos los niños que compiten en los bailes, así como una fuente de apoyo para Blanca. En su más tienda infancia, Pray Tell fue víctima de abusos físicos por parte de su padre biológico, que no aceptaba su orientación sexual. Cuando su madre se volvió a casar, Pray Tell sufrió en su propia piel los horrores de la violación a manos de su padrastro.
Madre Blanca
Blanca Evangelista es una ex miembro de la Casa de Abundance que, después de ser diagnosticada con VIH, decide abandonar a la que era su segunda familia para fundar la Casa de Evangelista y así crear un espacio seguro para los jóvenes rechazados por su familia biológica. Nacida como Mateo, Blanca aprovechaba los momentos en que sus padres dormían para vestirse con ropas femeninas y escaparse a los eventos de la ball culture. Un Día de Acción de Gracias, su madre confesó que había visto a una chica entrar y salir de la habitación de vez en cuando. Blanca aprovechó ese momento para contarle que la niña era ella. Su madre no lo aceptó, y obligó a Blanca, que era solo una adolescente, a marcharse de casa.
Vogue
La segunda temporada comienza con un salto en el tiempo a 1990, momento en que Madonna lanza Vogue. Tal y como dice Blanca en este episodio, la canción de la Reina del Pop puso a la ball culture en el mapa. De hecho, leyendas como José y Luis, de la casa Xtravaganza, se subieron al escenario con la cantante en la actuación de los premios VMA que tuvieron lugar en septiembre de 1990.
Si te has quedado con más ganas de Pose, no te preocupes. Está confirmada la tercera temporada.
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