SFDK denuncia que el festival les exigió la formación de género "minutos antes" de actuar

El veto del festival catalán BioRitme al dúo de hip-hop sevillano SFDK ha generado una enorme polémica este miércoles, tras conocerse que el grupo no regresará a posteriores ediciones del evento tras la queja de una mujer, que se dirigió durante su actuación al 'Punto Lila' habilitado por la organización y denunció que una de las letras del concierto "estaba hiriendo su sensibilidad".

En un comunicado hecho público el martes, el festival defendía que SFDK, uno de los grupos pioneros del rap en español, no había aceptado someterse a un cursillo de formación a cargo de la comisión de género del festival antes de actuar el pasado 23 de agosto. Además, asegura el festival para justificar su veto al grupo, los mánagers del conjunto "cuestionaron, deslegitimaron y ridiculizaron" a la comisión de género del festival cuando esta trató de que Zatu y Acción Sánchez se reunieran con el grupo encargado del Punto Lila para "comunicarles los hechos y trasladarles la necesidad de la formación previa".

Fuentes del grupo, en conversación con El Independiente, denuncian sin embargo que la organización del festival les pidió realizar esa formación "minutos antes de salir al escenario", algo que no se contemplaba en el contrato y a lo que SFDK no accedió. El dúo sevillano tampoco conoce qué canción podría haberle resultado ofensiva a la espectadora que acudió al Punto Lila para denunciar que las letras de SFDK estaban "hiriendo su sensibilidad".

El protocolo del festival

El festival, por su parte, defiende que las formaciones de género se enmarcan dentro de un protocolo que lleva dos años implementado en el festival. Este, en su página 15, asegura que "en lo que respecta a la implementación del protocolo enfocada a los y las artistas que actúan en el festival, está enfocada en forma de encuentro informativo durante la acogida de los artistas". "Así, durante su bienvenida no sólo se tienen en cuenta aspectos técnicos y de hospitalidad, sino que también se trabajan aspectos como la responsabilidad dentro y fuera de los escenarios", prosigue el documento, que se refiere a la existencia de "premisas básicas que los artistas deben tener en cuenta para participar en el festival".

En ese protocolo, de 28 páginas, se habla entre otras cosas de los privilegios con los que cuentan los hombres y el género masculino: "Los hombres blancos cisheterosexuales son los que ostentan el máximo rango de privilegios y, por tanto, menos exposición a las violencias por cuestiones de género y de otro tipo. Al mismo tiempo, son los hombres los que suelen ejercer estas violencias con mayor probabilidad", se lee en una de sus páginas.

Un grupo comprometido

El veto ha sorprendido a los usuarios de Twitter, que han situado a SFDK como primer trending topic durante todo el día. Especialmente por el perfil del grupo, especialmente comprometido con el respeto a las mujeres explicitado en varios temas de sus últimos álbumes.

El propio Zatu, en una entrevista reciente con El Salto Diario, en la que se le cuestionaba por la trayectoria del grupo, alejada de prejuicios machistas y misóginos, respondía: "No, no lo hemos sido. Primero porque tengo una hija, que posiblemente haya sido el primer detonante. Segundo, porque el análisis es duro. Ves chavales jóvenes que no tratan con respeto a las chavalas. Chicos menores de edad que, en el 2018, le rompen la nariz a otro mientras le gritan maricón. Cosas que creíamos que eran del pasado, de la gente mayor y de nuestra edad. Pero se ve ahora mismo mucho en la gente joven. No respetan a las mujeres".

El grupo ha recibido este miércoles el apoyo en redes sociales de numerosos artistas del género. Y de otros, como la cantante Lola Índigo, que han compartido en su perfil el vídeo de la canción Ovarios y pelotas con el siguiente mensaje: "Llevo escuchando SFDK desde los 13 años y mi sensibilidad está perfecta, de hecho lo que hicieron fue desarrollarla, que suerte tuvimos de crecer con vosotros".