Independencia. Esa sería la palabra que mejor define el turismo en furgoneta. Esta forma de viajar comenzó a extenderse y a ganar popularidad en la década de 1950. Hoy, podría decirse que existe una moda que ha venido para quedarse y de la que disfrutan los amantes de la naturaleza, los conocidos como espíritu libre que prefieren cambiar de plan mientras viajan y diseñan sus vacaciones sin preocuparse por reservar un hotel. "Es una forma muy independiente de recorrer lugares, y ahora está en un momento álgido. Te da la oportunidad de visitar espacios naturales en los que poder quedarse cómodamente alojado en el interior de la furgo", cuenta a El Independiente Pedro Madera, autor de Viajar por libre: 50 rutas en furgo por España.

El auge del sector abre un abanico de posibilidades para hacer realidad el sueño de viajar de esta manera. "El sector se ha desarrollado mucho en las últimas décadas, ofreciendo una gran variedad de gamas y precios que ponen las cosas más fáciles, tanto para comprar como para alquilar". Viajar en furgo se convierte en una experiencia al alcance de todos, tanto para los que sean ya unos llaneros solitarios del mundo de la carretera, como para los que les atrae la idea de aventurarse sobre este terreno.

Todo esto suena estupendo. Coger el vehículo y lanzarme a la aventura. Sin embargo, a la hora de planear un viaje en furgoneta, algunas de las cuestiones que tienen los primerizos son las siguientes: ¿Es mejor comprar o alquilar? ¿Qué permiso de conducir necesito? ¿Dónde puedo acampar? A continuación, con la ayuda de Pedro Madera, iremos dando respuesta a esos interrogantes.

Furgoneta
Furgoneta

Pedro Madera cuenta que "antes de dar el gran paso de comprar una autocaravana o una furgoneta, la mayoría de los aficionados al mundo de la furgo suelen probar sensaciones en una o varias, alquiladas". ¿Cuál es el motivo? Como bien es sabido, comprar un vehículo de estas dimensiones supone "un desembolso lo suficientemente importante como para que debamos estar muy seguros de lo que queremos".

A la hora de valorar el vehículo, se aconseja tener en cuenta, además del número de personas que viajarán juntas, si preferimos que el espacio interior sea más amplio o no, si preferimos una autocaravana de menor tamaño que sea más manejable. Esto varía en función de los deseos de la persona, pero es algo sobre lo que se aconseja reflexionar.

El seguro es una responsabilidad añadida. Tanto a la hora de alquilar como de adquirir una furgoneta, es necesario contar con este tipo de cobertura, ya que, en caso de alquilar una autocaravana, el conductor o contratante de ese vehículo tendrá que correr con los gastos "en caso de que tengamos un percance que debamos subsanar porque el seguro que hayamos contratado no lo cubre". Además, "es muy posible que la reparación suponga un desembolso notable" señala Pedro Madera. Y es que las reparaciones de autocaravanas no suelen ser muy económicas.

¿Qué permiso se necesita para conducir autocaravanas? En el caso de que se alquile o adquiera una furgo de hasta 3500 kg de masa máxima autorizada (teniendo en cuenta el peso del remolque) solo necesitará el carné de tipo B.

A la hora de lanzarse a la carretera, habrá que tener en cuenta el nuevo reglamento que entró en vigor a principios de este año, que indica que la velocidad máxima en las carreteras convencionales es de 90 km/h para los turismos, motos y autocaravanas de MMA inferior a a 3500 kg. En lo referido a los autopistas y autovías, el límite de velocidad es de 120 km/h para turismos, motocicletas y autocaravanas de MMA inferior o igual a 3500 kg; de 90 km/h para camiones, furgonetas y autocaravanas de más de 3500 kg; y de 100 km/h para el resto de vehículos.

La diferencia entre aparcar y acampar

Después de conocer los requisitos para conducir una furgo, ha llegado el momento de pensar de qué forma se va a pernoctar. "La información básica que debe conocerse para evitar multas es que si el vehículo está estacionado como un coche, se nos aplican las normativas nacionales sobre tráfico", indica Pedro Madera. Esto implica que si se estaciona correctamente, puede realizarse lo que se quiera en el interior de la caravana: dormir, cocinar, lavar... Sin embargo, cuando se acampa, hay que tener en cuenta "las normativas que haya en cada comunidad autónoma". Aunque, normalmente, habrá zonas habilitadas para ello, "como es el caso de los campings", explica el autor.

¿Cuándo se aparca y cuándo se acampa? Pedro Madera explica que "estaremos aparcados cuando nuestra caravana se encuentre como un coche, aunque podremos usar calzos para apuntalar el vehículo si el terreno está inclinado". También se nos permite elevar el techo o abrir claraboyas si no exceden el perímetro de tu vehículo. Pero está prohibido sacar sillas o mesas fuera, además de extender toldos y abrir ventanas batientes o cualquier otro elemento que sobresalga del perímetro de nuestro vehículo.

En cuanto al vaciado de aguas grises y negras, es imprescindible hacerlo en lugares específicos. En los campings y áreas para autocaravanas suelen tener espacios para que podamos llevar a cabo estas tareas.