La de ayer fue una noche rara en la Sala Caracol de Madrid, uno de los escenarios clásicos de los conciertos de la capital. En el escenario se sucedieron los grupos Iberian Wolves y Brigada Totenkopf, dos bandas de rock metal de ideología neonazi. Los administradores de la mítica sala madrileña ya han pedido disculpas por albergar el concierto extrema derecha y asegura que emprenderá acciones legales contra los organizadores por "engañar" acerca de la naturaleza del mismo.

En un comunicado, la administración de la sala madrileña asegura que se dio cuenta de que el concierto era de extrema derecha apenas unos minutos antes de la apertura, cuando agentes de la Policía Nacional entraron y preguntaron por el evento anunciado y comprobaron que no coincidía la información que les habían proporcionado los organizadores.

"La Policía nos informa de que efectivamente por el público que llegaba al local se trataba de un evento de extrema derecha y que recomendaban seguir adelante con el mismo, ya que ellos mismos no se consideran aptos para ofrecer la protección y seguridad para que pudiéramos cancelar el evento", señala la administración.

Los agentes, según el comunicado de la sala, adujeron que el "barrio mismo podía verse afectado con protestas y actitudes violentas provocadas por dicha cancelación". "Visto el margen de reacción y apoyo nulo para cancelar el evento, nos vimos obligados a realizar el concierto", señala el comunicado de la Sala Caracol, que quiere recordar que su espíritu ha rechazado durante 27 años cualquier tipo de ideología, racista, xenófoba y en contra de los Derechos Humanos.

Los responsables de la Sala aseguran que se han sentido engañados y tomarán medidas legales contra los organizadores: "Tenemos todo documentado", afirman. "El engaño ha sido el modus operandi que ha empleado esta organización para lograr que no nos percatáramos de su ideología", abunda la Sala.

El concierto de Iberian Wolves y Comando Tontenkopf finalmente se celebró. Sí se suspendió, por seguridad, el concierto de música tropical programado inmediatamente después de la actuación de las bandas ultraderechistas.