Las siete maravillas de España

A los pies de Sierra Nevada se erige este castillo árabe de la dinastía Nazarí. Granada fue el último reino musulmán de la península. Es actualmente el mayor exponente de la arquitectura musulmana en Europa Occidental. Se comenzó a construir en el siglo IX. Lo conforman diferentes espacios: la Alcazaba, los Palacios Nazaríes o los jardines de el Generalife.

Este monumento fue declarado patrimonio de la humanidad en el año 1984. Ha permanecido en pie durante todo este tiempo, incluso ha llegado a resistir terremotos. Una de las mejores vistas que se obtienen de este monumento es desde el barrio del Albaicín.

El templo Expiatorio de la Sagrada Familia es sin duda uno de los monumentos más representativos de España. Se ha convertido en las últimas décadas en uno de los más conocidos a nivel mundial. Se trata del monumento más visitado de España, cada año recibe a millones de turistas. Fue diseñado por el arquitecto modernista, Antonio Gaudí, que comenzó a construirla en 1882. No pudo ver acabada su obra. Tiene la particularidad de que es una de las maravillas que todavía sigue en construcción, es decir, está inacabada.

Sorprenden las puertas que dan acceso a su interior. La puerta más representativa es la de la Natividad, que la completó el genio de Barcelona.

Es una de las grandes obras que hicieron los romanos. Tenía como fin transportar agua por los más de 16.222 metros que lo formaban. Es el símbolo de esta ciudad castellana. Desde el siglo II d.c se mantiene en pie resistiendo el paso del tiempo, así como las condiciones, en muchas ocasiones adversas.

Esta construido por sillares de piedra que se mantienen unidos por un equilibrio de fuerzas. Consta de 120 pilares que soportan 176 arcos, esta obra se eleva casi 30 metros de altura. Se encuentra entre dos plazas: la plaza de Azoguejo a la izquierda y la plaza de la Artillería a la derecha. 

En la ciudad de la que convivieron las tres culturas se encuentra esta fortaleza medieval construida en 1535. Impone a los viandantes que la ven en lo alto dominando el horizonte y actuando como vigía de esta ciudad, que fue capital de España. Se caracteriza por su sobriedad.

Ha sobrevivido a siglos de historia, a guerras y otros desastres, como por ejemplo graves incendios. Actualmente alberga el Museo del Ejército. 

La ciudad de Mérida contiene uno de los restos más importantes de ruinas romanas en España. Esta urbe fue la capital de la provincia romana de Lusitania con el nombre "Emerita Augusta". Entre los restos históricos se encuentra el Teatro Romano, es uno de los más importantes del mundo. Data alrededor del año 15 a.C, llegó a tener capacidad para 15.000 personas. Está formado por tres niveles.

Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993. Y desde 1933 todos los veranos es sede del Festival Internacional de Teatro Clásico. Destacan los dos órdenes de columnas de mármol.

Este monasterio, palacio y también colegio es considerada como la octava maravilla del mundo. Fue ordenado construir por el rey Felipe II, desde entonces ha sido panteón de casi todos los monarcas españoles, a excepción de muy pocos enterrados en otros lugares. Este monumento dedicado a san Lorenzo tiene forma de parrilla y conmemora la batalla de San Quintín.

Su arquitecto, Juan de Herrera, da nombre al estilo Herreriano, que se caracteriza por la austeridad. Se trata de uno de los mejores exponentes del Renacimiento, no solo de España sino de Europa. Se encuentra a una hora escasa de Madrid, a los pies de la sierra de Guadarrama.

Esta colosal obra es símbolo del poder y el esplendor de Córdoba en el siglo VIII, ciudad más importante del califato de los Omeya en occidente. En la época llegó a ser la segunda mezquita más grande del mundo, solo superada por la Meca, mezquita más importante para el mundo musulmán. En el año 1238 Córodoba fue reconquistada, la mezquita fue convertida en catedral, lo sigue siendo actualmente. Otra de sus particularidades es que se encuentra orientada hacia el sureste y no hacia la Meca. Su orientación se debe a que la construyeron a imitación de la de Damasco, ciudad de origen de Abderramán I, primer califa de Córdoba que mandó construirla. Sorprende el bosque de arcos de herradura de su interior. También se pueden apreciar las diferentes partes que la conforman, resultantes de las ampliaciones que realizaron durante los siglos posteriores.