Mi amigo Alberto, que tiene el mejor bar de Carabanchel y los mejores boquerones calientes de la Historia (dicho por expertos malagueños) me lo puso en junio claro: “otra de estas y cierro para siempre”. Y ahora le cuesta dormir. Y a mí, cuando recuerdo las charlas a puerta cerrada hasta la madrugada con seres que parecían venir de otros planetas, cada uno del suyo.

Porque ese es el encanto de un buen Bar: la gente. Lo enriquecedor que puede ser para cualquiera escuchar a esos seres con los que tenemos una relación a veces tan profunda como efímera… hasta la siguiente ocasión. Pues lo menos que uno puede hacer por tantos momentos vividos y por tantos amigos de todos nosotros que siempre merecieron más propina de la que dimos, es ponerles música. Musicón, en este caso.

También tenía miedo de que su estrella se apagase irremediablemente una mujer que cambió la música de baile para siempre. 19 de enero de 1977. Gloria Gaynor canta mientras todo el teatro baila en el Beacon Theater de Nueva York. Y se cae. Con todo el equipo y sobre todo el equipo de sonido. Al despertar, no podía mover las piernas.

Y eso era la culminación de una época muy muy tensa para la diva. Sus ventas decaen, y en la discográfica se recomendaba dejar de apostar por ella. Pero la industria del disco, ahora reconvertida en negocio de los derechos, se equivocó por partida doble.

Al recuperarse Gloria grabó un tema que no llegó ni siquiera al 100 en las listas americanas. Eso huele a muerte de artista. Y cuando todo parece perdido, es justo cuando la luz de su éxito más brillante iluminó su carrera. Los ejecutivos de las compañías discográficas, y
sobre todo en los años 70, veían los éxitos desde el otro lado de una mesa.

Los que siempre han sabido lo que realmente hace mover el esqueleto son y serán los que se juegan el tipo en una cabina frente al público, esos toreros de la noche que se hacen llamar disc jockeys. Uno de ellos, cercano a nuestra cantante y con residencia (que así se dice) en el mítico Studio 54, explicó entre lágrimas cómo la sala entera se ponía en pie cada vez que se escuchaba aquello de …

At first I was afraid, I was petrified
Kept thinking I could never live without you by my side
But then I spent so many nights thinking how you did me wrong
And I grew strong
And I learned how to get along


Justo con esas palabras, que hablan de superar un revés del Destino, Gloria encontró lo que su propio nombre indica. Una historia que habla de superación contra cualquier embestida inesperada. “I will survive” es la mejor canción que puedo dedicar al gremio de hosteleros, que seguro encontrarán la manera de sobrevivir, como hizo la gran Gloria Gaynor.