Mantecados, peladillas, mazapanes, polvorones o, también, muchos turrones son algunos de los dulces típicos de las fiestas navideñas. Pero no son los únicos. Todos los años hacen las delicias de mayores y pequeños. Cada dulce es propio de una zona de España, sin embargo, su consumo se ha logrado extender por todo el país.
El turrón (Alicante)
El turrón está unido a Alicante y al municipio de Jijona también en la provincia. Se elaboran allí desde hace más de cinco siglos. Junto a los polvorones y, después los mazapanes, se ha acabado convirtiendo en el dulce estrella de la Navidad. Se consume en todos los puntos de España. La receta tradicional contiene miel pura de abeja, azúcar, almendras y clara de huevo. Y en los últimos años se han introducido nuevos sabores, como los de pistacho o lacasitos.
El mazapán (Toledo)
El mazapán es otro de los dulces por excelencia de Navidad y de Toledo. El origen de este dulce se remonta siglos y entraña un misterio acerca de su procedencia: algunos consideran que la introdujeron los musulmanes, otros los cruzados y peregrinos y, también, se relaciona con el convento de San Clemente, tras la batalla de las Navas de Tolosa (1212). El mazapán es ‘pan de maza’, y está realizado a base de almendras y azúcar machacados con una maza.
Marquesitas (Toledo)
También en Toledo, se puede disfrutar de las ‘marquesitas’. Que están hechas con almendras, limón, huevos y azúcar, lo que consigue una masa esponjosa. Son los casi los mismos ingredientes que la Tarta de Santiago pero en distintas proporciones. El dulce navideño se popularizó en 1924 por el confitero toledano Hipólito Juanes de la Cruz.
Polvorones y mantecados de Estepa (Sevilla)
Bajo la supervisión del Consejo Regulador de los Mantecados y Polvorones de Estepa se realizan estas delicias navideñas en la localidad sevillana. Se han llegado a convertir junto al turrón en los dulces más típicos por Navidad. Se consumen en toda España. Están hechos con manteca y con almendra. En el caso del polvorón se denomina así porque se acaba convirtiendo en polvo.
Pestiños (Sevilla)
En Andalucía otro de los dulces por Navidad son los pestiños. Su origen se atribuye a las tres religiones: cristiana, musulmana y judía. Y se remonta hasta el siglo XVI. Se elabora con con harina de trigo, frito en manteca de cerdo (antes el aceite era considerado un alimento judío) y está bañado en miel.
Yemas de Santa Teresa (Ávila)
Con yema de huevo, azúcar y a mano: así se hacen las famosas Yemas de Santa Teresa. Son típicas de la ciudad de la santa, Ávila. Las comercializó por primera vez la pastelería Flor de Castilla de Ávila en 1860. Y normalmente, vienen en cajas de doce unidades.
Roscos de vino (Málaga)
Estos dulces con forma de rosquilla también son típicos de las fiestas navideñas. Se hacen con harina, vino, azúcar, aceite de oliva, ralladura de limón, ajonjolí, aguardiente y azúcar glas. Son típicos de Málaga, pero también de las tierras de La Mancha.
Roscón de Reyes (Madrid)
El Roscón de Reyes, el clásico bizcocho recubierto con almendras y fruta escarchada y, a veces, relleno de nata, chocolate o crema es otro de los clásicos de la Navidad. Tiene su origen en las Saturnales Romanas, que eran fiestas de los esclavos romanos para celebrar el fin de trabajo en el campo. El roscón no falta en ninguna casa, ya sea en el desayuno, en el postre o en la merienda. Su día especial es la fiesta de los Reyes.
Peladillas (Valencia)
Las peladillas, que son almendras confitadas son típicas de Valencia y, además de en Navidad, es costumbre regalarlas en los bautizos. La localidad de Casinos se ha convertido en la principal productora de las peladillas, y ha añadido nuevos sabores como chocolate. Emilio Reig fundó la primera fábrica en Alcoy.
Cordiales (Murcia)
En la Región de Murcia se puede disfrutar de los cordiales, dulces de cabello de ángel que anuncian a las fiestas navideñas. Tienen una base de oblea, y consiguen un toque de sabor a cítrico gracias a la rayadura de limón. Su origen es de intramuros de un convento murciano, pero al cabo del tiempo se acabó popularizando por toda la zona.
Goxua (Vitoria)
El palto goxua significa «rico» en vasco. Es cierto que no es solo navideño, sino que se toma en todo el año. Pero en Navidad también. El repostero Luis López de Sosoaga es el creador de este dulce que ya es un clásico en la provincia de Álava. En 1976 inspirado en la crema catalana envió la receta al restaurante Zabala, donde gustó mucho. Lleva bizcocho emborrachado, crema pastelera y nata montada.
Hojaldres de Torrelavega (Cantabria)
La masa fina de los hojaldres de la Torrelavega lo ha convertido en uno de los dulces más populares de la provincia de Santander. El origen es discutido algunos apuntan a árabe, otros a que surgió en la zona o también en Italia. Este dulce necesita de una temperatura fría para su conservación, por lo que se dio en zonas frías de la región. El hojaldre se utiliza en muchos postres de la zona como tartas.
Neulas (Cataluña)
Tienen apariencia de barquillo, pero no lo son, además su textura y tienen un sabor y una textura diferentes. Son típicos de Cataluña. Y su nombre que proviene del latín significa niebla. La vainilla y el limón les dan sabor. Y es frecuente que acompañen a otros platos como la crema catalana, los sorbetes o los helados.
Turrón de Agramunt (Cataluña)
El turrón de Agramunt es típico de la localidad que recibe el mismo nombre en la comarca de Urgel en Lérida. Al igual que el resto de turrones es de origen árabe. En 1741 es el primer dato documental por una familia noble que deja constancia del dulce. Tienen un color dorado y una textura frágil y crujiente que se consigue con los ingredientes de avellanas o almendras, azúcar, clara de huevo y miel.
Bollo turco de Jerez de los Caballeros (Badajoz)
Las pastelerías y panaderías de Jerez de los Caballeros (Badajoz) y los municipios de alrededor se llenan de los clásicos bollos turcos. Está hecho con almendra, huevo, azúcar y ralladura de limón. Feliciano Correa Gamero el cronista oficial de la localidad sostiene en el libro ‘Los jerezanos del siglo XVIII’ que se elabora «por lo menos desde 1600» y la primera documentación fue en 1715.
Cuscussó (Menorca)
El curcussó es uno de los dulces navideños baleares, concretamente es de Menorca y su origen es árabe. Se elabora con pan de payés con almendras, canela y piel de limón. Se le incorporan piñones y frutas confitadas, lo que hace que tenga una apariencia similar a la coca de San Juan.
Truchas de batata (Canarias)
Las truchas de batata en Canarias están presentes a lo largo de todo el año, pero su mayor auge es durante el periodo navideño que según los pasteleros de Canarias se llegan a producir entre 6000 y 7000 unidades. Tienen forma de empanadillas y lo normal es que estén rellenas de batata, aunque en algunas ocasiones en su interior hay cabello de ángel o chocolate.
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