Cuando apenas era un niño, Jon Viar descubrió el pasado de su padre, Iñaki Viar, vinculado a ETA. Hijo, nieto y bisnieto de nacionalistas vascos, Iñaki fue detenido en 1969 por la Brigada Político Social y juzgado junto a Teo Uriarte y Mario Onaindía en el Proceso de Burgos. Años después organizó la fuga de Segovia y, finalmente, en 1977, recuperó la libertad con la Ley de Amnistía de 1977, en plena Transición. Iñaki, como muchos otros presos, reniega del nacionalismo y condena la violencia terrorista. Con Traidores, el cineasta retrata el pasado de su padre y rompe muchos silencios.

Gracias a Begin Again Films, el documental llega a las salas de la gran pantalla este viernes 26 de marzo. En una entrevista con El Independiente, su director confiesa que se decantó por este peculiar título ya que para mucha gente su padre y otros muchos lo son. "No por salir de ETA, por dejar de lado el nacionalismo y hacer una crítica a dicha ideología. No les perdonan", indica. En este sentido, explica que en País Vasco se puede hablar de la banda terrorista —desarmada y disuelta desde el pasado 2017— "dependiendo de tu opinión".

Aramburu hizo una novela muy digna pero me sorprende que mucha gente no se había enterado de lo que pasaba hasta entonces

JON VIAR

"Si esta se enmarca en lo que se denomina la equidistancia no hay mucho problema. Pero si eres de los que denuncian el proyecto fascista evidentemente te expones a que te miren como si fueses un extraterrestre", explica Viar a este periódico. Con "equidistancia", se refiere a las políticas de memoria del Gobierno de Euskadi, que desde su punto de vista, tiene una "intención clara de diluir toda la responsabilidad del grupo terrorista".

Entre la ficción y el documental

A través de varias entrevistas, el director de este largometraje hace un repaso, a través de sus propios ojos, de la trayectoria de la banda. Desde sus primeras acciones sindicales hasta cuando finalmente decidió empezar a matar. "Distinto o diferente es la forma elegante de hablar de xenofobia", expone uno de los entrevistados del documental. Además, explica que la cinta la ha concebido con una estructura narrativa similar a "una ficción".

Hay que deslegitimar a los que han legitimado estas atrocidades. Me parece bien que EH Bildu sea un partido, pero es 'nazifascista' y hay que hacerles cordón sanitario"

JON VIAR

Asimismo, se muestra muy sorprendido por todo el boom de la ficción sobre ETA en estos últimos años. Títulos como la serie Patria de HBO España, de la novela homónima de Fernando Aramburu, El día de mañana, La línea invisible —ambas de Movistar+—, son una prueba de ello. Según Jon Viar "claro que ha existido una tragedia". "El tema de ETA se ha vuelto mainstream. Escogiendo el tema o los personajes ya te posicionas. Aramburu hizo una novela muy digna pero me sorprende que mucha gente no se había enterado de lo que pasaba hasta entonces", detalla.

Los años más duros del terrorismo marcaron un antes y un después en la memoria colectiva de todos. A esto se le añade el correspondiente posicionamiento de cada uno sobre la identidad vasca, a pesar de que a día de hoy "mucha gente no quiere significarse". "La sociedad en País Vasco tiene una actitud pasiva a esperas de ver si el Estado [español] quiere estar presente o no aquí", indica. "Hay que hacer pedagogía democrática y dar valores cívicos, deslegitimar a los que han legitimado estas atrocidades. Me parece muy bien que EH Bildu sea un partido, pero es 'nazifascista' y hay que hacerles un cordón sanitario".

Vocación reflejo de sus vivencias

Lo mejor del cine es hacer soportable lo real, y yo lo hice sobre lo que conocía: los tiros, el nacionalismo obligatorio y los coches bomba"

jon viar

Jon Viar llevaba con esta idea, entre otras muchas, en la cabeza bastante tiempo antes de darle forma. A pesar de haber contado con muy pocos medios para ello, según confiesa a este medio, el resultado acerca al espectador al mismo banco en el que entrevista a su padre. "De mi padre me quedo con que es una persona muy humilde, y es capaz de rectificar". Para grabar estas escenas con total honestidad y veracidad, únicamente contaba con una cámara. No había ningún equipo técnico de iluminación o sonido detrás.

En último lugar, Viar asevera que "siempre quiso ser cineasta". La cinta está intercalada de numerosos fragmentos de cortos que grabó con su primera cámara, la que le regalaron por la primera comunión. "Hacía remakes de mis películas favoritas, era un apasionado del cine. Lo mejor de este arte es tratar de hacer soportable lo real, y yo lo hice sobre lo que conocía: los tiros, el nacionalismo obligatorio y los coches bomba". Reflejo de ello es Traidores, ya en todas las salas.