-Hola, buenas tardes, quería saber si tenían una mesa para cuatro para este viernes
- Imposible, lo tenemos todo lleno hasta la semana que viene
Esa conversación se produce prácticamente a diario en muchos restaurantes de Madrid en los que reservar una mesa es casi misión imposible. Sin embargo, con la llegada del verano y las vacaciones, los teléfonos suenan menos y los libros de reservas se vacían. Una época del año perfecta para probar algunos de los bocados más codiciados de Madrid.
A continuación, una propuesta de seis restaurantes de Madrid para aprovechar la época veraniega y disfrutar de esos platos prohibidos de septiembre a junio.
De fusión: Nakeima
Por fuera no parece nada del otro mundo, pero una vez se pasa la cortinilla de la puerta hay un viaje de sabores y texturas. Un grupo de jóvenes chefs que pasaron por las cocinas de DiverXO y otros restaurantes de fusión montaron en 2015 este Dumpling Bar. Pero tiene mucho más de Dumpling y mucho más de Bar que lo que indica el nombre. La carta está en la pared y únicamente tienes que avisar si no quieres determinado plato o si tienes alguna alergia. Ellos van sacando, a su ritmo y al orden que quieran, los platos que ultiman en la mesa del cliente.
Calle Meléndez Valdés, 54. Precio medio: 50-60 euros.
De fiesta: Florida Retiro
En el corazón del parque del Retiro se sitúa esta terraza revitalizada desde hace unos pocos años. Los fines de semana se llena de gente joven para comer y disfrutar luego del tardeo con música en directo y buen ambiente. Es uno de los lugares más codiciados para pasar una tarde con amigos en el centro de Madrid: de ello dan fe los numerosos porteros que controlan la entrada como si de una discoteca se tratara.
Parque del Retiro (entrada de Ibiza). Precio medio: 40-50 euros.
De cervezas: La Mina
A pocos pasos de la calle Ponzano, camino hacia la Plaza de Olavide, se sitúa la taberna La Mina. Una enorme terraza para disfrutar de cerveza bien tirada, vermú de grifo y las gambas a la plancha, la especialidad de la casa. Siempre hay marisco fuera de carta y buenas latas. Para reservar una mesa en terraza de jueves a domingo conviene llamar con una semana de antelación.
Calle General Álvarez de Castro, 8. Precio medio: 25-35 euros.
De cócteles: Papúa
Debajo de la Plaza de Colón hay una «jungla» desde la que uno se puede transportar a los cinco continentes a través de su carta de cócteles. Se trata de Papúa Colón, que en apenas unos meses se ha convertido en una de las referencias de la ciudad. Políticos, futbolistas y influencers y gente chic llenan las mesas de este local que quiere reivindicar la cultura del cóctel. El Colón, una combinación de ginebra con sabores del mar, es el rey de la carta.
Plaza de Colón, 4. Precio medio: 50-60 euros.
De Niguiris: Kappo
Un local pequeño pero una cocina gigante, repleta de sabor japonés. El chef Mario Payán se curtió en los fogones de Kabuki y en 2016 inició una aventura en solitario. Montó el restaurante Kappo, en el barrio de Chamberí, con una barra enorme donde el cliente ve, observa e interactúa con el chef mientras prepara uno tras otro decenas y decenas de niguiris. El de toro con caviar, una locura.
Calle de Bretón de los Herreros, 54. Precio medio: 90-100 euros.
Un italiano: Bel Mondo
Abrieron en plena pandemia y desde entonces sus mesas son de las más cotizadas. El primer restaurante del grupo Big Mamma en España se sobrepuso al coronavirus y con el chef Ciro Cristiano a los fogones sorprende con cada uno de sus platos. Hay pizza y pasta, pero la cocina de Bel Mondo recorre Italia de arriba a abajo. Un lugar para descubrir, con amplios salones y terraza interior en pleno barrio de Salamanca.
Calle Velázquez, 39. Precio medio: 20-30 euros.