El cantante canadiense, que anunciaba su concierto en Arabia Saudita el próximo 5 de diciembre con motivo de la inauguración del Gran Premio de Fórmula 1, se veía envuelto en polémica y duras críticas por activistas de todo el mundo que piden que suspenda la actuación de dicho evento.

Una de las declaraciones que más repercusión ha tenido en los medios de comunicación ha sido la petición de Hatice Cengiz, prometida del periodista opositor saudí Jamal Khashoggi, asesinado en 2018 cuando visitaba el consulado de su país en Estambul. La carta de la activista publicada por The Washington Post, pedía al artista que "no cantara para el régimen que mató a su prometido". Añadía también que "esta es una oportunidad única para enviar un poderoso mensaje al mundo de que tu nombre y talento no se utilizaran para restaurar la reputación de un régimen que mata a sus críticos".

El presidente y director ejecutivo de la Fundación de Derechos Humanos, Garry Kasparov y Thor Halvorssen, también se han unido a dichas peticiones y solicitan a Bieber a que acceda a cancelar su concierto "como símbolo de solidaridad con el sufrimiento continuo del pueblo saudita".

Con el anuncio del concierto en las redes sociales del propio Justin, miles de seguidores reprocharon al artista la noticia y pidieron que analizara la situación del país y que posteriormente cancelara el evento.

Los activistas están haciendo todo lo posible para que se proceda a la cancelación. El pasado domingo colocaban un anuncio en un autobús con un mensaje claro y directo #WTFJustin. El vehículo rodeó el teatro Microsoft de Los Ángeles durante la gala de los reconocidos American Music Awards, creando consigo gran expectación entre el público asistente.

Hasta la fecha, el cantante no se ha pronunciado a las peticiones, y el concierto en el circuito de Jeddah sigue programado. Además cantantes y músicos como David Guetta y Jason Derulo también están confirmados para actuar en el evento.