Con sesenta películas a sus espaldas y una trayectoria de más de cuarenta años, el actor hollywoodiense Bruce Willis ponía fin a su carrera cinematográfica este miércoles debido a una afasia, una enfermedad cognitiva que deriva en el trastorno del lenguaje, caracterizada por la incapacidad o dificultad de comunicarse mediante el habla, la escritura o la mímica. 

Así lo anunciaba la hija mayor del intérprete, Rumer Willis, mediante su cuenta de Instagram: «Para los increíbles seguidores de Bruce, como familia, queríamos compartir que nuestro amado Bruce ha estado experimentando algunos problemas de salud y recientemente le diagnosticaron afasia, que está afectando sus habilidades cognitivas. Como resultado de esto y con mucha consideración, Bruce se está alejando de la carrera que ha significado tanto para él”, expresaba el texto.

“Este es un momento realmente desafiante para nuestra familia y estamos muy agradecidos por su continuo amor, compasión y apoyo. Estamos atravesando esto como una unidad familiar sólida y queríamos informar a sus fanáticos porque sabemos cuánto significa él para ustedes, al igual que ustedes para él”, añade. “Como Bruce siempre dice: ‘Vívelo a lo grande’ y juntos planeamos hacer precisamente eso. Con amor, Emma, Demi, Rumer, Scout, Tallulah, Mabel y Evelyn”, terminaba su declaración.

Pero si bien la noticiaba se dio a conocer públicamente hace escasamente algunas horas, fuentes cercanas a Bruce Willis compartieron a la revista Page Six que el actor de Duro de matar ya presentaba algunos síntomas de deterioro cognitivo durante sus últimos rodajes: "No podía recordar sus diálogos".

Todos sabíamos que Bruce tenía problemas cognitivos, algo pasaba"

Page Six

Según el medio, en 2020 Bruce Willis tuvo complicaciones durante las grabaciones de producciones como American Siege, Survive the Game, Cosmic Sin y Hard Kill, donde recurrió a recursos como el uso de un dispositivo auditivo ‘chícharo’, para seguir las líneas de sus intervenciones: "Usaba auriculares durante la grabación para que le dieran las líneas que olvidaba, pero cada vez era más difícil tenerlo en la pantalla. Todos sabíamos que Bruce tenía problemas cognitivos, algo pasaba. Su familia se mudó para cuidarlo".

Por este motivo, la producción decidió contratar un doble de Bruce Willis que no solo se aplicó para las filmaciones de escenas de acción, sino en general: "Se hizo muy evidente que estaba teniendo problemas. Usaron dobles de cuerpo, no solo para secuencias de acción, sino para maximizar su tiempo de pantalla". Durante el último rodaje, la situación se hizo insostenible: "Tuvieron que reducir sus minutos en el film y, finalmente, tan solo pudo participar durante tres días. Es una pena, pero todos lo sabíamos: ya no puede actuar más".