“Mujeres valientes que se arriesgaron, cambiaron las reglas y allanaron el camino para que generaciones de niñas soñaran más grande que nunca”, así define Mattel, la industria de muñecas, la generación de Barbies que está llevando a cabo estos últimos años en un panteón de mujeres distinguidas. Frida Khalo, primero, Amelia Earhart o Eleanor Roosvelt después, y ahora, Ida B. Wells, su última promesa. Todas ellas cuentan con su propia representación, pero Wells destaca por una razón: es la primera periodista negra plasmada en las creaciones de la empresa de juguetes estadounidense más conocida mundialmente.
Mención póstuma en los Premios Pulitzer en 2020 por ser precursora del periodismo de investigación, donde documentó cientos de casos de linchamientos raciales y sus razones ocultas. Si algo había en el cuerpo de Ida Bell Wells-Barnett (Misisipi, 1862 - Chicago, 1931), periodista negra, luchadora contra el racismo y activista del sufragismo en la expansión del voto de las mujeres, no era precisamente miedo.
Ida nació en el seno de una familia humilde de esclavos. Su padre, carpintero y su madre, cocinera, fueron liberados tras la Guerra de Secesión. A los 14 años los perdería a ellos y a su hermano de nueve años a causa de la fiebre amarilla. Tras lo ocurrido, Wells empezó a acudir al instituto y a buscar trabajo como profesora de un colegio para personas negras, un puesto que acabó consiguiendo en el Rust College Holly Springs, cinco meses antes de que Lincoln emitiera la Proclamación de Emancipación que acababa con la esclavitud. Consiguió reunir a todos sus hermanos y trasladarse con ellos a Memphis. Y allí es donde asistió a la universidad mientras seguía impartiendo clases. Entonces, le ofrecieron publicar una columna en el diario The Memphis Free Speech -del que más tarde se haría propietaria- y el 9 de marzo de 1892 imprimió un artículo que denunciaba el linchamiento de tres de sus amigos, acusados de violar a tres mujeres blancas.
Su artículo despertó la furia de multitud de blancos de Memphis y se vio obligada a abandonar la ciudad. A este hecho se sumaba la Civil Rights Act of 1985 (Ley de derechos civiles de 1875), una ley que prohibía la discriminación por raza, credo o color en teatros, hoteles, transportes u otros lugares públicos, a raíz de que Wells denunciara a una compañía de ferrocarril que le obligó a cederle el sitio a un hombre blanco mandándola al vagón de las personas negras, que estaba a rebosar (ella se negó). Después lo haría Rosa Parks. Lamentablemente la ley se declaró inconstitucional en 1883 y muchas compañías de transportes continuaron con la segregación racial de sus pasajeros. Ida B. Wells regresó a Memphis para demandar a la compañía de ferrocarril, ganó el caso en el tribunal local, pero la compañía apeló en la Corte Supremade Tennessee la cual dio la vuelta a la sentencia. Fue aquí cuando Ida empezó a escribir bajo el pseudónimo de Iola.
"Sentí que más vale morir luchando contra la injusticia que morir como un perro o una rata en una trampa", escribió en Crusade for Justice, su biografía, publicada en 1970, cuatro décadas después de su muerte.
Así, arrancó su campaña antilinchamientos. Tres de sus amigos abrieron una tienda de comestibles que le hacía la competencia a un propietario blanco. Pero una banda los secuestró y los mató.
No lo tuvo nada fácil. Sacar a la luz todo lo que descubrió y después documentó puso en peligro la vida de la activista afroamericana que fue amenazada de muerte y su diario, atacado. Pero Wells no cesó en explicar dentro y fuera de Estados Unidos la realidad de lo que les ocurría a 'los suyos' en su país.
Falleció el 25 de marzo de 1931 a causa de una uremia a la edad de 68 años. Noventa años después de su fallecimiento, fue reconocida com el premio Pulitzer y ahora tendrá su propia muñeca Barbie.
La nueva muñeca activista de Barbie
La primera Barbie de 2022 ha salido al mercado y es un homenaje Ida B. Wells. Mattel ha lanzado una colección de mujeres que inspiran. Ahí están Wells, Rosa Parks y Maya Angelou: mujeres negras que hicieron historia. Esta muñeca presenta a la estadounidense con un vestido negro de cuello alto estilo 1800, con el cabello recogido y el famoso The Memphis Free Speech en sus manos.
"Cuando los niños aprenden sobre heroínas como Ida B. Wells, no solo imaginan un futuro mejor, saben que tienen el poder de hacerlo realidad", dice Barbie en su publicación de Instagram.
Para muchos, esto no es solo un simple juguete. Es una representación, y eso es más importante. África Salomé, cantante de jazz, actriz y antirracista, decía en una entrevista para el diario El País que "no vernos en ninguna parte puede crear un problema de identidad, que nos lleva a querer cambiar nuestro cabello, nuestra piel", explicando que cuando ella era más pequeña no había ni un sólo juguete en el que pudiera verse identificada y da gracias al poder de la diversidad que hay hoy en día. Lo refleja con Encanto y los físicos tan dispares de la película de Disney.
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