La actriz y modelo estadounidense Megan Fox se ha convertido en protagonista de la prensa rosa en las últimas horas tras una entrevista con la revista Glamour en la que habla de su relación con Machine Gun Kelly y da su opinión sobre el feminismo o el movimiento MeToo dentro de Hollywood.

Respecto a ello, Fox critica la hipocresía de la industria y recuerda que ella abrió un camino que nadie siguió. "Me adelanté al movimiento casi una década". "Yo hablaba contra las actitudes abusivas, misóginas y patriarcales que se daban en Hollywood en 2008 y 2009, mucho antes de que la mayoría estuvieran dispuestos a aceptarlo o tolerarlo", protesta Fox en la entrevista.

"Me ridiculizaron por ello. Fui perseguida. No fue la manera más cariñosa ni agradable de tratarme", protesta, incidiendo en que no se sintió "aceptada por la mayoría de la comunidad feminista".

Fox siempre ha denunciado sentirse menospreciada o ridiculizada por su físico e insiste, respecto a la comunidad feminista, en que "lo que les provoco no es algo que puedan digerir muy bien y me rechazan por ello".

"Era aceptada como feminista hasta que tuve el descaro de llamar a mi novio 'daddy' ('papi') y a mucha gente le enfadó eso", recuerda Megan Fox, en tono irónico, mientras defiende que el feminismo debería esforzarse por permitir a las mujeres comportarse o expresarse como deseen.