"Esta carrera no se termina nunca porque haces un personaje, y otro, y siempre tienes que estar estudiando, y es muy divertido poder ser rica, pobre, mala. Matar, por ejemplo. Y luego irte tan tranquila a casa a dormir. Es genial, porque te arregla mucho la cabeza", aseguró hoy la ganadora del Platino de Honor, la actriz española Carmen Maura. 

Con estas palabras agradeció Maura este premio tan codiciado, que se llevó esta noche tras escuchar aplausos durante varios minutos, de todos los asistentes puestos en pie, hasta que, emocionada, advirtió: "Si seguís así voy a llorar".

"Sabéis qué pasa -dijo mirando al público-, que cuando uno se hace mayor se hace más sensible, aunque todo te da lo mismo", y reivindicó su casticismo: "Soy madrileña, muy madrileña, que no es la ciudad más bonita pero sí la mas acogedora".

Con la habitual naturalidad que derrocha en su vida y en sus películas, dio las gracias a los que decidieron que "le tocaba" a ella ganar el premio: "Si me tocaba, me tocaba".

Y se puso emotiva cuando recordó que ha trabajado en muchos países de Iberoamérica "y la gente no lo sabe", por lo que quiso compartir la escultura de Javier Mariscal que acompaña el galardón con todos los actores latinos con los que ha rodado.

"Con este premio -apuntó- me dan ganas de volver, habéis hecho que me acuerde de todas las escenas que he vivido allí (...) He pasado sustos también, muchos, pero doy gracias a mi ángel de la guarda porque ser actriz me ha ayudado muchísimo, incluso a no volverme loca".

"Cuando ha salido (en la gala) Pedro Fernández -me ha dado un subidón, y me he acordado de un día que estaba rodando en México, entró un mariachi y todo el mundo se puso a llorar, todos, todos, técnicos y todos", ha rememorado.

Antes de irse ha recomendado a los nominados que no han sido premiados "que no les importe, que en este trabajo hay que tener mucha paciencia. Tienen que pasar muchas cosas para que te den un premio: que te llamen para la película, que te den la prota..."

A la artista la recibió en el escenario el presidente de Egeda, impulsores de los Platino, Enrique Cerezo, con un extenso relato de la prolífica carrera cinematográfica de la premiada, de quien se proyectó también un vídeo recordado algunos de sus mejores papeles, desde su famoso baño en la calle de La ley del deseo a La comunidad.