La directora de Comunicación y Participación de la Corporación RTVE, María Eizaguirre, que ha estado al frente de la candidatura de España en Eurovisión, ha descartado este martes que las polémicas con las votaciones de algunos jurados profesionales puedan influir en la posición final conseguida por Chanel. La artista española logró un histórico tercer puesto con su canción SloMo, sólo por detrás del Reino Unido y de Ucrania.

Sin embargo, las votaciones quedaron marcadas por los problemas con el jurado de seis países (Rumanía, Georgia, Montenegro, Azerbaiyán, Polonia y San Marino), detectados ya en la segunda semifinal del pasado jueves. La Unión Europea de Radiodifusión detectó patrones de voto extraños en el jurado de dichos países y decidió anular los votos de sus jurados para evitar cualquier sospecha sobre intercambios de puntos.

Al anular estas votaciones, la UER aplica un método por el que ella misma decide los votos del jurado de ese país, teniendo en cuenta los patrones de votación de sus países vecinos o sociológicamente similares. No es la primera vez que sucede en un festival de Eurovisión. Uno de los países afectados fue Rumanía, cuya votación otorgó un punto a España y ocho al Reino Unido. La votación original del jurado rumano daba tres puntos a Chanel y ninguno al representante británico. Un cambio que podría haber dado la segunda plaza a España -aunque no se conocen aún las variaciones en los otros cinco países, que podrían alterar esa conclusión-.

"RTVE quiere despejar cualquier duda. Hemos estado en contacto con EBU, y queremos incidir en el buen trabajo de las personas involucradas en el proceso. EBU informó de las irregularidades. Son ellos los que darán explicaciones", ha dicho este martes Eizaguirre en rueda de prensa, junto a Chanel y su equipo.

En alusión a los medios de comunicación, a los que Eizaguirre ha agradecido su seguimiento del festival, la directiva de RTVE ha pedido dejar claro que "ahora mismo no hay nada". "No está en juego la segunda plaza para España", ha subrayado. La segunda plaza cobra importancia ante la posibilidad de que Ucrania no pueda organizar el festival el año que viene, lo que abriría la puerta a celebrarlo en el siguiente país clasificado.