José Andrés (Asturias, 1969) no dudó ni un segundo a qué quería dedicarse, tuvo clara su vocación desde niño, y con tan solo doce años ya preparaba comidas para toda su familia. Siguió con la idea de complacer el estómago de las personas y nada más terminar sus estudios cruzó el Atlántico para mudarse a Nueva York donde la oferta de trabajo del restaurante Paradis Barcelona le cambiaría la vida. Después vinieron El Dorado Petit y El Cid, pero los tres cerraron, por lo que se trasladó a Washington, donde aún sigue viviendo. Hoy, el chef José Andrés se despegará de la vida estadounidense para presentar en El Hormiguero su nueva producción, Alimentando al mundo, y su experiencia facilitando comida a los afectados por la guerra de Ucrania.

El conocido chef supervisa ahora restaurantes de gran prestigio, incluso dirige un espacio con cocina de autor y espacio reducido llamado Minibar by José Andrés. Y por si fuera poco, abrió junto a los hermanos Adrià el Mercado Little Spain, de más de tres mil metros cuadrados de sabores mediterráneos. Pero lo que más llama la atención de este chef ganador de cuatro estrellas Michelin y teres premios James Beard por sus reconocidos restaurantes por todo el mundo, es la ayuda alimentaria que ofrece con la ayuda de la ONG World Central Kitchen, con la que ahora protagoniza el documental que saldrá a las pantallas de aquel que tenga Disney + el próximo 27 de mayo, de la mano de National Geographic.

José Andrés en 'Alimentando al mundo', documental dirigido por Ron Howard

Un proyecto que se ha desplazado desde Haití a Madagascar, pasando por Carolina del Norte, la Nación Navajo, Puerto Rico o Washington, visitando los lugares en crisis con necesidades humanas tan urgentes como el alimento.

El chef José Andrés: "¿Quién mejor que un restaurante para dar de comer a gente que lo necesita"

José Andrés visitaba la noche de hoy El Hormiguero, donde le contaba a Pablo Motos su ayuda cada vez que hay una emergencia en el mundo.Solo en Ucrania su ONG ha servido más de 30 millones de comida. El chef ha asegurado que todo lo que hace no es un trabajo, es una llamada: "Es una llamada porque siempre me di cuenta que cada vez que pasa algo así la gente se queda muy desprotegida", señalaba.

El chef José Andrés continua explicando en el programa que "Después de vivir una catástrofe que esas personas no tuvieran comida no podía ser". Y continuaba diciendo que los cocineros tenían que unirse cada vez que pasan estas cosas: "La gente que sabe dar de comer, que somos los cocineros, nos teníamos que unir para solventar ese problema después de la emergencia", señala. Para el chef, aprender de cada emergencia es muy importante para llevar comida y agua a todos los que lo necesiten y cuando antes.

¿Cómo es posible que sea más difícil  acabar con el hambre en el mundo que hacer un viaje a la luna?, le preguntaba el valenciano. Entonces el chef comenzaba a hablar del desperdicio de alimentos mientras que existe el hambre en el mundo, haciendo un llamamiento a la ayuda a gente que lo necesita y que se siente sola. Crear ayudas "más pragmáticas": "Cuando acudo con mi equipo a algunas de las emergencias alrededor del mundo acudo a ayudar pero fundamentalmente a aprender".

Aunque está centrado en ayudar a los damnificados por la invasión rusa, lo cierto es que el cocinero español ha estado presente en catástrofes naturales y ha ayudado durante los momentos más duros de la pandemia. “La pandemia nos ha enseñado que de nada vale tener todo planeado sino que hay circunstancias que te obligan a adaptarte”, seguía en sus lecciones, "no te voy a negar que soy miedoso, pero me da más miedo la indiferencia que hay en el mundo", señalaba el asturiano. "Nunca nada sucede como lo has planeado. Cuando eres capaz de adaptarte a cualquier situación, no es algo que te paraliza, sino que te motiva", añadió.

Y empezaban a mantener una conversación sobre toda la ayuda aportada a Ucrania: "¿quién mejor que los restaurantes para dar de comer a la gente que lo necesita?" se preguntaba"."Cuando fui a la guerra la idea era quedarnos en Polonia, una vez allí te das cuenta que en la frontera por el lado ucraniano también hacía falta que montáramos el dispositivo”. “Intentamos no solo dar de comer, sino añadir a los restaurantes a trabajar con nosotros”.

Contaba el chef José Andrés que había visto a gente decirle que no habían votado por el presidente Zelensky, "pero hoy es mi líder". Y reflexionaba que "se puede ser de izquierdas o de derechas, pero no podemos permitirnos tener líderes políticos que no respeten al prójimo y que quieran sacar lo peor de nosotros".

Por su parte, aseguraba que acabar con el hambre en el mundo es un problema que se puede solucionar si se quiere, ya que "la tierra produce más alimentos de los que se necesitan". El problema es la gran burocracia que existe en los gobiernos: "Los refugiados no pueden esperar cinco semanas a que pensemos un plan"