La primera vez que la hoy reina Isabel II apareció en el icónico balcón del palacio de Buckingham para saludar a la multitud era apenas una niña que acaba de cumplir un año. Sus padres, los entonces duques de York, acababan de regresar de un viaje de seis meses por Australia y Nueva Zelanda y, siguiendo la costumbre de aquellos años, a su regreso fueron recibidos con un desfile de carrozas y ovacionados desde el balcón. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que la vio que la pequeña Lilibet, como ya comenzaba a ser conocida, no reconoció a su madre a su regreso (a pesar de que su nanny le había enseñado su fotografía constantemente) y apareció un poco desubicada enfrente de las personas que la ovacionaban.
Es una de las miles de anécdotas que han sucedido en ese mítico balcón que da al Mall, la elegante avenida que avanza elegantemente desde el palacio de Buckingham hasta el Horse Guard's Parade. Y aunque significativa, es imposible que Isabel II se haya acordado hoy de ella cuando ha salido a saludar al balcón de palacio: ni tenía edad entonces para acordarse de semejantes cosas ni la reina es muy dada a la nostalgia. Ella, como buena inglesa de clase alta, no pierde el tiempo con cosas que la pudieran importunar innecesariamente.
Isabel II: 70 años en el trono
Lo que no quiere decir que por la cabeza de la reina Isabel II no estén pasando hoy miles de pensamientos. Hoy, sin duda, es un día histórico, uno de esos instantes que se recuerdan en los libros de texto: hoy es el día en que comienzan oficialmente las celebraciones por el Jubileo de Platino o, lo que es lo mismo, por los 70 años de Isabel II en el trono, la primera monarca británica que consigue semejante hito.
Isabel II, desde luego, parece que se ha propuesto pulverizar todos los récords: a sus 96 años, es la monarca inglesa que más tiempo lleva en el trono (en el 2015 ya logró superar los 63 años y 216 días de reinado de la reina Victoria, su tatarabuela y la figura histórica a quien más admira). Si lo miramos a nivel internacional, también está a punto de romper récords. Ya es la mujer de toda la historia de la humanidad que más tiempo ha estado reinando y le queda poco para vencer a los dos hombres que aún llevan (por poco) más tiempo en el trono: Bhumibol Adylyadej (rey de Tailandia), que estuvo en el trono 70 años y 126 días (Isabel lleva 70 años y 116 días) y Luís XIV de Francia, que reinó 72 años y 110 días.
En todo este tiempo de reinado, desde aquel 6 de abril de 1952 en que murió repentinamente su padre, Jorge VI, y se convirtió automáticamente en reina, Isabel II ha estado generando estadísticas asombrosas: es la monarca que más viajes oficiales ha hecho (sólo dentro de la Commonwealth, ha hecho 150 visitas); ha visitado más de 100 países (Canadá es el país al que más ha ido, en 22 ocasiones; Francia es el país de Europa que más veces ha visitado, con 13 visitas); ha sido anfitriona de 112 visitas de estado al Reino Unido; es patrona de más de 500 organizaciones; ha posado para más de 200 retratos oficiales; ha tenido 14 primeros ministros (el primero fue Winston Churchill).
Por todo ello, Isabel II deba estar sintiendo seguramente mucha emoción hoy, aunque no la exteriorizará, o al menos no a la manera en que estamos acostumbrados las personas de culturas latinas, con lágrimas a rebosar, suspiros lentos y sollozos sentidos. Ella ha sido educada y entrenada para mantener siempre el tipo y, además, es demasiado tímida como para dejar a relucir sus pensamientos más íntimos.
El "Trooping the Colour"
Hoy comienzan cuatro días de celebraciones oficiales por el Jubileo, aunque ya llevamos varios actos en que han participado tanto la reina en persona (cosa que cada vez es menos frecuente), como algunos de sus hijos o sus nietos, y se esperan celebraciones durante todo el año, no solo en Inglaterra sino en toda la Commonwealth.
El acto de esta mañana se conoce como el "Trooping the Colour" y es uno de los eventos más importantes en el calendario anual de la reina de Inglaterra: es la celebración de su "cumpleaños oficial" como monarca (los reyes tienen dos "cumpleaños": el suyo propio y el oficial), una celebración que se remonta a los tiempos de Carlos II, allá por el siglo XVII, aunque se hizo permanente a partir del reinado de Jorge IV, a finales del siglo XVIII. Desde entonces, y con contadas excepciones (como las Guerras Mundiales), el "Trooping the Colour" se ha celebrado cada año.
Ni Harry ni Meghan Markle han estado en el balcón
No es el evento anual favorito de la reina Isabel II (ése está reservado para la exhibición hípica de Windsor), pero sí al que más importancia le da junto con la Apertura Anual del Parlamento. También es uno de los más vistosos. Hoy, a partir de las 10 de la mañana (hora de Londres, una hora más en España), más de 1.450 soldados, 400 músicos del ejército (de 10 bandas militares) y 240 caballos, han desfilado en el Horse Guards Parade, una gran esplanada al final del Mall, esa gran avenida que parte de Buckingham hacia Trafalgar Square. A caballo y vestidos con uniforme hemos visto al príncipe de Gales, al príncipe Guillermo y a la princesa Ana, hija de la reina.
Dados los problemas de salud de la reina Isabel II (no es ningún secreto que tiene problemas de movilidad y que hay días en que apenas se puede mover), hasta el último momento se ha mantenido un plan alternativo preparado. En principio, la soberana debería haber participado en el desfile militar desde una carroza. Es la primera vez en los setenta años de su reinado que ha delegado sus obligaciones.
Al final del desfile, sobre las dos del mediodía, la familia real ha aparecido en el balcón de Buckingham para ver pasar un vuelo raso de la Real Fuerza Aérea y saludar a la multitud. En el balcón tan sólo se esperaban a los "royals" en ejercicio: el príncipe de Gales, Camilia (duquesa de Cornualles), el príncipe Guillermo, Kate (duques de Cambridge), los condes de Wessex (príncipe Eduardo y Sophie Rhys-Jones), príncesa Ana y su marido (vicealmirante Tim Laurence), los duques de Gloucester, el duque de Kent y la princesa Alejandra de Kent. También estarán los más pequeños: los príncipes Jorge, Carlota y Luís (hijos de Guillermo y Kate), Lady Luisa Windsor y el vizconde James (hijos del príncipe Eduardo y nietos de la reina Isabel).
Ni Meghan Markle ni Harry han estado en el balcón de Buckingham por no estar en activo como miembros de la Familia Real. Tampoco estará el príncipe Andrés, tercer hijo de la soberana, apartado de sus funciones oficiales por culpa de escándalos escabrosos. Sin embargo, sí que se ha visto a Meghan en un edificio del Horse Guards Parade junto con el resto de la familia real. También se espera que Meghan, Harry y el príncipe Andrés estén al día siguiente en el servicio religioso que se celebrará en la catedral de San Pablo.
Todo un fin de semana de celebraciones
Los actos del jueves marcan el inicio de las celebraciones oficiales por el Jubileo de Platino. Pero no será el único día de celebración: el gobierno ha decretado un largo puente de cuatro días para que los británicos --y el mundo entero-- puedan celebrar de múltiples eventos.
Por ello, además del "Trooping the Colour", el viernes habrá un "Servicio de Acción de Gracias" que comenzará a las 10.50 horas (hora de Inglaterra, una hora más en España) en la catedral de San Pablo de Londres. Para conmemorar tan solemne ocasión, en la catedral se tocará una campana del siglo XIX conocida como "Great Paul" y que está considerada la más grande de Inglaterra. Forjada en el año 1882, a partir de la década de 1970 se dejó de usar por un problema mecánico y no se volvió a repicar hasta el 2021, cuando fue restaurada.
Después del servicio religioso (a donde se espera a la soberana con toda su familia, incluidos Harry y Meghan), el alcalde de Londres ofrecerá una recepción en el Guildhall a la que asistirán varios miembros de la familia real.
El sábado por la tarde habrá una gran carrera de caballos conocida como el "Epsom Derby" y, al atardecer, sobre la ocho (hora de Londres), comenzará un gran concierto enfrente del palacio de Buckingham. Se espera la asistencia de unas 17.500 personas y también se espera que haya una gran sorpresa al principio, aunque el secreto de en qué consiste se guarda celosamente y no han trascendido excesivos detalles. Recordemos que, en anteriores conciertos de jubileo, ya hubo "sorpresas", como cuando el roquero Brian May tocó el himno de Inglaterra desde el tejado de Buckingham.
El domingo habrá otro gran desfile (de tres horas) por la calles de Londres y será entonces cuando se celebren las miles de "street parties", o fiestas callejeras, a las que son tan aficionados los ingleses (se esperan unas 200.000 por todo el país). El desfile se prevee espectacular, con la carroza de oro que se usó para la coronación de la reina (es una carroza que no se ha usado en veinte años).
El cumpleaños de Lilibet
Se sabe que, por motivos de edad y de salud, la reina no asistirá a la carrera de caballos ni tampoco al concierto. El palacio de Buckingham ya ha hecho público que la reina prefiere descansar y recuperar fuerzas. Además, debe querer ver a su bisnieta, Lilibet, hija de Harry y Meghan, a quien aún no conoce y quien, casualmente, cumple un año este sábado. Harry y Meghan, que viven en California desde antes de la pandemia, ya están en Inglaterra para las celebraciones del Jubileo y se sabe que vivirán en la cottage de Frogmore, cerca del castillo de Windsor, la misma que ocupaban antes del Megxit.
Para la reina Isabel II, ese encuentro con su nieto favorito sea su momento más esperado.
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