Cada paso de Big Mamma en España es una muestra de su potencial como grupo gastronómico. Primero fue Bel Mondo (Velázquez 39), después Villa Capri (Hortaleza 118) y ahora Napoli Gang (Santa Clara 10), la apuesta a domicilio que ya cuenta con un local en la zona de Ópera. La base del concepto es el de una pizzería de las de siempre, pero con la impronta de Big Mamma y sus 17 establecimientos distribuidos entre Madrid, Londres, París, Lyon, Burdeos, Marsella y Lille. El espacio justo para 12 comensales y una barra, ya que una de las claves de Napoli Gang es su opción de recogida.

Poco o nada tiene que ver la decoración de Napoli Gang con la de sus hermanos mayores, aunque también es obra de Studio Kiki, el estudio de diseño propio del grupo. Los grafitis con el nombre de los trabajadores envuelven las paredes del salón, mientras que los neones superpuestos sobre los espejos sí que trasladan la mente del comensal a Bel Mondo y Villa Capri.

El camino de Napoli Gang para estar a la altura del impacto de sus dos predecesores tiene un único sentido: el de anteponer la calidad de la materia prima por encima de todo. A través de la apuesta por productos de origen de más de 200 productores italianos y madrileños, la oferta de Napoli Gang abarca desde la clásica pizza Marinara (con salsa de tomate San Marzano, cherry amarillo, tomates seminconfit, aceite rojo y orégano) por 7€ a la Truffle Carbogang (con champiñones portobello, grana padano, mozzarella fior di latte, salsa de ricotta con trufa y cremosa salsa carbonara y albahaca fresca) por 16€. «El corazón de nuestro menú y nuestros platos son nuestros productos hechos de la manera más tradicional, desde la mozzarella de Salvatore Corso, hasta el increíble parmigiano D.O.P. de Paolo Gennari. Trabajamos, esencialmente, con pequeñas empresas familiares, amantes de la artesanía que transmiten su saber hacer de generación en generación».

Napoli Gang es más que pizza. Cuando se trata de entrantes hay que mencionar el prosciutto de Parma de 24 meses directamente del pueblo Langhirano del productor Onesto Ghirardi; la burrata de Puglia de Emanuele Cammarrota, cremosa por dentro y envuelta de una firme capa que permite el relleno con pesto fresco. Imperdibles son los arancini rellenos de crema de espinacas con cacio e pepe (queso y pimienta) y la stracciatella, un corazón coulant de burrata traído directamente desde el productor Salvatore Montrone dos veces a la semana. Y de postre, por supuesto casero, tiramisú y tarta de queso. Para los más amantes del dulce, la dirty cookie.

Tigrane Seydoux, uno de los dos fundadores de Big Mamma, señaló en declaraciones recogidas por Europa Press que "el reto con Napoli Gang es conseguir que una pizza gourmet llegue caliente y comestible a casa después de unos 20 minutos de trayecto". "Y esto solo lo podemos conseguir con productos de calidad, elaboraciones hechas en casa y el buen saber hacer de nuestros cocineros italianos". La fórmula Big Mamma ha calado en la capital, ya que en un plena pandemia Seydoux y su socio Victor Lugger conquistaron los paladares madrileños con Bel Mondo y Villa Capri. En un plazo de un año y nueve meses nace su tercer proyecto en España. De menor dimensión que los anteriores, pero con la misma esencia.