Mucho antes de que existiera el turismo cinematográfico, Hollywood ya caía rendido a las imponentes cosas españolas, el lugar preferido para las cámaras estadounidenses. Aunque no cabe duda que la industria del cine se ha convertido en un escaparate de turismo para nuestra línea costera, que unida a la diversidad orográfica han colocado a nuestras playas en un must de las guías de viaje.

Antiguamente, con más desconocimiento o menos posibilidad de informarse sobre la zona de rodaje, era muy difícil saber que la película que veías un domingo por la noche había sido grabada en la pequeña playa que se localiza a metros de tu casa. Ahora es casi inconcebible que cada casa no presuma de la serie o película que la plataforma o aquel director conocido han rodado en su ciudad, tal y como pasó con Juego de Tronos y San Juan de Gaztelugatxe. Pero hay un amor por las costas españolas en el cine desde mucho antes.  Spain Film Commission, una de las responsables de que España se encuentre en el top 10 europeo de escenarios para rodar películas, pone a disposición toda la información que necesitas saber sobre el rodaje de la industria audiovisual.

Era verano de 1964 y el desierto seco de Tabernas (en Almería) era la estampa perfecta para que Clint Eastwood debutara como protagonista en Por un puñado de dólares. Tras un viaje de nueve horas en coche que su equipo de rodaje había hecho desde Madrid, Almería les acogió con pocas posibilidades pero con la mejor de las escenas. Y parece que a Eastwood le gustó, porque repitió dos años más tarde con El Bueno, el Feo y el Malo.

Almería se congregaría como la niña bonita de Hollywood y la llegada de rodajes se haría imparable. Aunque no siempre sería el desierto el lugar elegido. La lista de rodajes en el Parque Natural Cabo de Gata es infinita. Níjar (donde se localiza el Cabo) ha recogido clásicos como Lawrence de Arabia (1962), Cleopatra (1963) o Tobruk (1967), hasta históricas y de aventuras como Exodus: Dioses y Reyes (2014) de Ridley Scott e Indiana Jones y la última cruzada (1989) o comedias negras como Four Lions (2010) de Chris Morris. La comarca de Níjar y las playas de Carboneras y San José, sumadas al Cabo de Gata, han albergado durante décadas a los personajes más emblemáticos de la industria cinematográfica más famosa del mundo.

Juego de Tronos, la serie más popular de HBO, también pasó por la provincia almeriense. Otra vez el desierto de Tabernas, representó la ciudad de Vaes Dothrak, el famoso territorio de los Dothraki; en la Torre de Mesa Roldán en Cabo de Gata se libró la batalla de Meereen para liberar a los esclavos; y la Alcazaba de Almería, el reino de Dorne. Netflix cogió ideas e hizo lo propio con el sexto episodio de la cuarta temporada de Black Mirror (2017). También eligió dicha localización La Historia Interminable, que acompañaron de escenas en la playa de Mónsul, para recrear el momento más vívido entre Atreyu y su dragón. Y lo mismo con Cónan el Bárbaro, donde Arnold Schwarzenegger abandona durante unos minutos el protagonismo, para cedérselo a la ciudad andaluza.

Pero Almería también sería productiva para el cine nacional. Desde Curro Jiménez (1977) hasta las exitosas series Gigantes (2017) y Mar de Plástico (2015-2016). 

Siguiendo por la ruta andaluza, Málaga es otro destino favorito para las series y películas. Entre las últimas se encuentran Genius: Picasso (2017) y Snatch (2018).

Cantabria, otro enclave del cine

Cantabria también ha sido un escenario de lujo para la industria cinematográfica. Con ocho Goyas se galardonó a Los Otros, la película de terror dirigida por Amenábar que fue un triunfo indudable, rodada en el Palacio de Hornillos, situado en el pueblo de Las Fraguas (Arena de Iguña). En su interior se va desarrollando toda la trama, aunque con pinceladas al exterior (única parte accesible al visitante general).

La comedia española es otra de los convidados a Cantabria. Airbag (1997) fue una de las primeras. Una road movie delirante, rodada, entre otros escenarios, en el Gran Casino del Sardinero. También Primos (2011), donde Daniel Sánchez Arévalo con Quim Gutiérrez, Rául Arévalo, Adrián Lastra, Inma Cuesta o Antonio de la Torre como protagonistas, se deleitaron con un rodaje en Comillas.

Al cine le gusta el sol. Y el litoral mediterráneo es rey del clima cálido y el sol brillante durante los 12 meses del año, lo que le convierte en el enclave predilecto por los cineastas de todas partes del mundo. Miles de productores, localizadores y directores han usado la costa para recrear sus escenas, en concreto la Costa Blanca, bañada por la provincia de Alicante.

En ella, se han albergado producciones como Por un milagro de amor (1926) de R. Alonso, rodada en Orihuela; El héroe de Cascorro (1929), Mal estudiante (1930), o producciones extranjeras a partir de la década de los 60 como El capitán Jones (1959), dirigida por el galardonado John Farrow, quien eligió Dènia para algunas escenas o Burt Kennedy, el municipio de Agost, para El regreso de los siete magníficos (1966). También en esta década, Fernando Fernán Gómez vio en Alicante un escenario idóneo para El extraño viaje (1964). E incluso producciones populares como Ásterix en los Juegos Olímpicos (2008), Mr. Nice (2009), Lo imposible (2012) o la miniserie Crematorio (2011), que también eligieron la provincia alicantina, usando los antiguos platós de la Ciudad de la Luz.

La reapertura de Ciudad de la Luz dispara las solicitudes para rodar en la Costa Blanca

Precisamente este año, la reapertura de la Ciudad de la Luz (gran centro audiovisual de ocio, de 320 000 metros cuadrados, dedicado al mundo cinematográfico), ha disparado las solicitudes para rodar en el lugar. En lo que va de año, ya se han registrado más de cien solicitudes de información, que han derivado en medio centenar de rodajes.

Si Alicante ya era un destino potente en el que se estaban fijando las grandes plataformas como Amazon Prime, Movistar + o Netflix, ahora esto es lo que va a volver a poner en el mapa del audiovisual no solo a la provincia, sino a toda la Comunidad Valenciana y a toda España, porque no hay unos estudios similares en toda Europa. Por el momento, los proyectos en cartera, debido a su contrato de confidencialidad, están sellados, pero se sabe que tras el verano se dará respuesta a qué películas habrían elegido la localización alicantina.