El calor derrite la península. La ola que ha llegado cargada con temperaturas que superarán los 46 grados se prolongará hasta "finales de esta semana o comienzos de la próxima", según ha avanzado Rubén Del Campo, portavoz de Aemet (Agencia Estatal de Meteorología). Los "no he dormido nada" y "así no se puede vivir" achacados al intenso ascenso de las temperaturas copan el inicio de las charlas en barras y oficinas. Aire acondicionado, ventilador, piscina, río y varias duchas frías al día son algunas de las soluciones más clásicas, aunque sin duda la más efectiva es huir de las sartenes de España y buscar refugio en lugares donde los termómetros dan un respiro.

La Asociación Los Pueblos más Bonitos de España, que trabaja para dar a conocer el valor de las 105 joyas rurales que forman parte de su red, recomiendan una lista de pueblos ideales donde esconderse de esta ola de calor y en la que disfrutar de lugares de postal que no pasarán de unos agradables 30 grados esta semana: Bulnes (Asturias) , Bagergue (Cataluña), Cudillero (Asturias), Lastres (Asturias), Tazones (Asturias), Mondoñedo (Galicia) y Santillana del Mar (Cantabria).

Bulnes, Asturias

En los Picos de Europa y con poco más de 30 habitantes. Solo se puede llegar por funicular o a pie por un camino estrecho y empinado, lo que le ha permitido mantener su patrimonio y una gran belleza.

Las construcciones tradicionales de Bulnes se visten de una piedra caliza, que contrasta con los tejados rojos de arcilla, y con sus ventanas y puertas de madera de la zona, permitiendo disfrutar de la belleza de un municipio que atesora bienes inventariados en el Patrimonio Cultural de Asturias, como la Torre del Castillo o la Iglesia de San Martín de Bulnes.

Desde Bulnes se puede acceder al Picu Urriellu, más conocido como Naranjo de Bulnes, la más mítica y renombrada cima de los Picos de Europa, lugar de culto de los alpinistas españoles por la dificultad de sus paredes verticales, sobre todo las de la cara oeste. Esta fortaleza calcárea, debe su nombre al color anaranjado que adquieren sus paredes al recibir los rayos del sol.

Bulnes es una opción ideal para pasar esta ola de calor recorriendo sus caminos y visitando sus edificios cargados de historia. Sus condiciones orográficas y climáticas motivaron que sus habitantes se especializaran en la elaboración artesanal de quesos de excepcional calidad, destacando el Cabrales.

Bagergue, Cataluña

Este bello pueblo catalán es el municipio habitado más alto del valle del Alto Arán, situado a 1490m de altitud y parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña. Gracias a su clima atlántico, sus montañas se convierten en un espectáculo floral en estos días que el resto de España sufre la ola de calor.

Bagergue es un destino ideal para pasear por el casco urbano mientras contempla los floridos balcones. Además, cuenta con la quesería más alta del pirineo. En uno de los edificios históricos de la población se ubica el interesante museo Eth Corrau, que alberga más de 2500 piezas que muestran la vida cotidiana y la artesanía del pasado más rústico aranés.

Destaca también la iglesia parroquial de Sant Fèlix del siglo XIII, aunque modificada en el XVI. A un kilómetro hacia el norte, siguiendo el río, merece la pena conocer la ermita de Santa Margarida de Bagergue.

Cudillero, Asturias

Cudillero, escondido desde la mar y desde la tierra y descolgado en humildes casas de colores que dan forma a su conocido y fotografiado anfiteatro, cuenta con unas vistas espectaculares desde su atalaya.

Un lugar perfecto para pasar esta ola de calor entre sus frescas calles, donde la sucesión de casas indianas junto al Palacio Selgas, un espléndido conjunto del siglo XIX conocido como el ‘Versalles asturiano’, comparten protagonismo con el barrio de los pescadores, o con la parte alta del pueblo, dedicada a la agricultura.

El pote, la merluza de pincho o el pastel de cabracho estarán presentes en cualquier restaurante de la localidad, pero no se puede visitar Cudillero sin probar el rape, conocido como el pixín, y se puede pedir a la brasa, a la sidra, frito, con setas o fabes.

Lastres, Asturias

La villa marinera de Lastres, en la costa oriental asturiana, ofrece un atractivo binomio entre bellos paisajes azulados y la tranquilidad del Cantábrico, idónea para desconectar durante estos días abrasadores.

Pueblo Ejemplar de Asturias en 2010 y con documentos que hablan de su historia desde el año 943 aproximadamente, caminar por sus calles empedradas, degustar pescados y mariscos en sus restaurantes, bajar al puerto cada mañana son actividades fascinantes que nunca cansan. Lastres es sin duda, un lugar ideal para perderse durante esta semana que ha convertido España en un gran horno.

Tazones, Asturias

Tazones es un pueblo marinero en el corazón de la Comarca de la Sidra donde el mar y el verde de las montañas bañan todo el paisaje. Es el único puerto asturiano con carácter imperial y es que este coqueto y pequeño puerto ubicado en las inmediaciones de la ría de Villaviciosa fue lo primero que conoció el emperador Carlos V en su primer viaje a la Península.

Sigue siendo aquel recóndito y amable pueblo que cautivó el corazón de un joven emperador. Sus barrios de antiguos casitas de pescadores, coloristas y con aromas de mar, sus rincones tan singulares como el de la casa de las conchas, sus animados restaurantes y terrazas que ofrecen exquisitos manjares del Cantábrico, su animado ambiente, hacen de esta villa marinera un lugar único al que uno siempre quiere volver.

Tazones guarda la esencia de la aldea asturiana, pero en este caso de una aldea peculiar, con hórreos, pero abierta al mar. Una muy buena opción si lo que se quiere es una fresca escapada durante esta tórrida ola de calor, rodeada de magníficos paisajes donde nos acompañen el mar y la montaña.

Mondoñedo, Galicia

Si hablamos de temperaturas agradables para huir de la ola de calor no podemos obviar Galicia y sus pueblos de interior en los que poder desconectar a unas temperaturas ideales.

Mondoñedo está situado a menos 20 kilómetros de la costa, rodeado por montañas haciendo que su temperatura no aumente drásticamente en estos días que el resto de la península sufre la ola de calor. Además, es un pueblo que ofrece gran variedad de planes como visitar la cueva de O Reí Cintilo, la más grande de Galicia, áreas protegidas como A Fraga Vella e importantes cauces de agua entre los que destaca el río Masma -en donde se puede practicar la pesca-.

Como cabecera de diócesis desde 1112, ha ido reuniendo un importante patrimonio histórico y monumental, y cuenta con un impresionante Casco Histórico, destacando su Catedral Basílica de La Asunción que es Patrimonio de la UNESCO desde el 2015.

Y en el campo gastronómico la huerta local o las carnes criadas en la zona presentan una calidad superior, pero el producto estrella es la famosa Tarta de Mondoñedo. Un postre increíble a base de hojaldre, bizcocho borracho, cabello de ángel y almendras y que ha estado y está presente en mesas tan ilustres como la de los reyes de España o las del Vaticano. Cultura, historia, naturaleza, artesanía, gastronomía, literatura y agradables temperaturas, todo ello concentrado en un lugar de ensueño donde gozar mientras desaparece la ola de calor.

Santillana del Mar, Cantabria

Considerada como una cita imprescindible para el turista que visita Cantabria. Santillana del Mar conocida como "la villa de las tres mentiras", pues ni es "santa", ni "llana", ni tiene "mar", es un destino que nos permitirá olvidarnos de esta ola de calor.

Santillana del Mar atesora con mimo la Cueva de Altamira, la "capilla sixtina" del arte rupestre, y ya más recientemente la colegiata de Santa Juliana en el siglo XII, el primero y más importante de los exponentes del arte románico en Cantabria.

En torno a la colegiata y su bello claustro, se desarrolló un núcleo de población que vivió épocas de gran esplendor económico, como evidencia la riqueza de las numerosas casonas y palacios que conforman esta villa, que hoy se disfrutan recorriendo sus empedradas calles medievales, donde también podemos encontrar talleres artesanos y degustar sabrosa leche con bizcochos, la merienda más popular en la villa.

La naturaleza ha sido también generosa con este municipio, que disfruta de un magnífico entorno natural, donde poder disfrutar de varias rutas de senderismo sencillas y para toda la familia, como el camino que sube al Cincho, donde poder disfrutar de las vistas al Mar Cantábrico, a los Picos de Europa y al verde de sus prados.