El Mesón de las Américas, un rincón para saborear Argentina en Cádiz

El año que el hombre llegó a la luna, un marino mercante al que conocían en Cádiz como 'el hombre del pelo blanco' abrió una taberna en la calle Ramón y Cajal de Cádiz. Una pequeña vía, que va del muelle a San Francisco, donde el 'Mesón de las Américas' es el único local comercial. Es difícil verlo si no se pasa por delante, pero si se pasa hay serio riesgo de ser atrapado por una de las cuatro barritas de madera que ocupan la acera.

Aquel hombre puso en marcha un local que contaba unas pocas mesas y una gran barra en planta, más un sótano. Bajando las estrechas escaleras, el salón está recubierto de piedra ostionera, fresquito y decorado con dos aljibes antiguos. "El marino había estado en América, por eso el nombre del local y la decoración de abajo", explica Miguel Ángel Rodríguez, actual propietario del local.

En los años ochenta adquirió el local Javier Vélez, conocido empresario de la restauración gaditana con locales como el Balandro, pero la identidad definitiva del local llegaría de Argentina en 1991 de la mano de Claudio Vidussi. De su etapa nacería uno de los clásicos del local que ya tiene tres décadas, las bombas de papa suaves y picantes.

Vidussi había querido traer a Rodríguez, amigos de la infancia, cuando se vino a Cádiz. Pero éste tenía una hija recién nacida y aquello se planteó complicado, como recuerda el actual propietario: "Claudio tenía un hermano pequeño, Fabián, con el que compartimos el gusto por los rallies. Yo le llevaba conmigo y cuando se hizo un poco más grande, corríamos los dos en distintas escuderías en nuestra provincia".

Aquella amistad con Fabián hizo que en pleno corralito argentino, cuando Rodríguez tuvo que vender su negocio de camiones, Rodríguez se animase a viajar a Cádiz animado por los hermanos Vidussi: "Me vine en 2001 yo solo y un año después traje a mi familia. Desde que llegué trabajé en el Mesón de las Américas y en 2018 se lo compré a Claudio".

Los de Cosquín se instalaron en Cádiz, Rodríguez fue primero empleado en el Mesón de las Américas, pero pronto se convirtió en encargado y cuando los hermanos Vidussi adquirieron otros locales el se quedó con éste. Allí trabaja ahora torda su familia. Argentina está presente tanto en sus trabajadores como en sus platos. Las estrellas de la carta son las empanadas criollas, los chorizos criollos y, como no, las carnes argentinas. "Antes teníamos más pescado pero lo sacamos de la carta para centrarnos en carne. La gente sabe a lo que viene", explica el argentino.

Al Mesón de las Américas o el argentino - como se le conoce más, porque los gaditanos tendemos a rebautizarlo todo - van sobre todo lugareños. "Tenemos parroquianos que vienen todos los días y en general clientes de aquí, nosotros no vivimos del turismo, es un extra. Tenemos una clientela muy fiel y es lo que nos ha salvado siempre", afirma Rodríguez.

Fieles a las bombas, a las empanadas y los criollos. Pero también al entrecot, el bife de chorizo, el vacío y la entraña, cortes típicos gauchos que traen de un proveedor argentino desde Málaga y que sirven en su punto exacto. Tampoco faltan las carnes más españolas, como el secreto o el abanico ibérico, que combinan en la carta con las milanesas o el choripan. De postre un panqueque o un helado de dulce de leche son los broches ideales si queda hueco.

Quien vaya al Argentino va a encontrar "una cocina sencilla, porque lo nuestro es plancha y freidora, pero hecha lo mejor posible, y sobre todo un trato cercano", explica el de Cosquín. "La gente nos dice que lo mejor que tenemos es el trato de barra, mucha gente lo valora. La historia que te he contado la cuento aquí tras la barra al menos cada dos o tres días", asegura Rodríguez.

Cierta es la amabilidad de estos argentinos que, en Cádiz desde hace dos décadas, ya son parte de la tacita de plata. "Cádiz nos ha dado todo, le debemos mucho, ya somos un poco de aquí, yo tengo hasta una nieta gaditana".