Para Rut Nieves la felicidad se sintoniza, pero eso es algo que hay que trabajar cada uno. Ella lleva nueve años sintonizando una nueva onda. Una que le sacó de su vida de arquitecta en 2013 en Alemania y le convirtió en una referencia en el mundo del crecimiento personal y la autoayuda. Más de medio millón de libros son la sintonía de su vida como gurú. La superventas de Cree en tí, vuelve con Recupera tu poder (Planeta), libro que ayuda a los lectores a marcar territorio para que no carguemos los problemas de los otros. Ella, de momento, ha conseguido ser feliz gran parte de sus días.
P: ¿Qué se consigue con la lectura de tus libros?
R: Son libros que nos ayudan a conocernos mejor, a comprendernos mejor, a escucharnos, a estar en contacto con nosotros, a tener más claridad acerca de lo que necesitamos y deseamos en cada momento. Libros que nos enseñan a cuidarnos, a valorarnos, nos dan herramientas para gestionar nuestros pensamientos y nuestras emociones, para poder para poder mejorar nuestra calidad de vida, hacer nuestros sueños realidad, ser más felices.
P: ¿Y este en particular?
R: Es un libro que nos recuerda cuáles son nuestros derechos de nacimiento y cuáles son nuestras verdaderas capacidades creativas. Porque cuando tenemos claro cuáles son nuestros derechos y nuestras verdaderas capacidades es mucho más fácil reunir el valor para hacer lo que realmente queremos hacer en la vida. Es un libro también que nos ayuda mucho a tener claridad de lo que necesitamos y queremos en cada momento, porque es un libro que a través de diferentes ejercicios y técnicas nos ayudan a estar más en contacto con nuestro cuerpo, con nuestro interior.
Es un libro también que nos ayuda a liberarnos de condicionamientos mentales o ideas limitantes que hemos absorbido unas veces de nuestra familia, otras veces de la sociedad, de la cultura en la que hemos nacido. Y que lejos de definirnos, lo que hacen es limitarnos. Nos ayuda a tomar conciencia de cuál es nuestro territorio, donde empieza y termina nuestra responsabilidad y dónde empieza la responsabilidad de otra persona. Ayuda mucho a poner orden en nuestras relaciones, porque hay veces que sin darnos cuenta empezamos a hacernos cargo de la felicidad de los demás o de las emociones de los demás, porque queremos ayudarles y no nos damos cuenta de que estamos cargando con cosas que no nos corresponden.
P:Parece que hay que protegerse de la dimensión social del individuo.
R: Más que protegerse es hacer una limpieza, hacer una revisión de todas esas cosas y pensamientos que nos paralizan en un determinado momento. Cuando queremos hacer algo es importante tomar conciencia de por qué no me atrevo a hacer esto, por qué no me permito hacer esto otro. Lo que yo he visto es que tenemos muchos condicionamientos sociales. Más que protegernos el entorno social son las creencias que hemos absorbido de la sociedad, de la mentalidad.
P: ¿La felicidad se ejercita?
R: Yo lo que he experimentado mientras escribía este libro es que la felicidad es una frecuencia con la que sintonizamos cuando soltamos las cosas y pensamientos que nos hacen daño, las emociones que nos hacen daño, las responsabilidades que no nos corresponden y cuando dejamos de hacer las cosas que nos hacen daño. Yo creo que es la frecuencia natural del ser, y eso se puede practicar. Voy a sintonizar con la felicidad que a veces más que hacer cosas es dejar de hacer cosas.
P: ¿Cómo preparas tus libros, en base a experiencias propias o ajenas?
R: Todo lo que yo escribo está basado en mis propias experiencias de aprendizaje y en mis propias investigaciones. Yo necesito algo, quiero resolver algo en mi vida y me pongo a investigar y me suceden una serie de cosas y lo que yo escribo es el resultado del aprendizaje que he leído en otros libros y que he aprendido de mi propia vida.
P: Tú que estás siempre en la reflexión sobre la felicidad y estar agusto ¿eres feliz?
R: La mayor parte del tiempo, sí. Hay momentos en los que no, pero yo creo que cada vez soy más feliz, soy feliz más horas al día, o sea, todos los días experimento felicidad. Lo único que hay momentos en los que no me siento a gusto o me siento triste o me puedo sentir enfadada por algo que tengo que respirar y gestionar.
Lo que sí noto es que cada día paso más tiempo feliz, cada día paso, más tiempo agradecida y yo siento que paso más tiempo en conexión con mi consciencia.
P: ¿Las cosas que no te hacen feliz son internas o externas?
R: Ahora yo soy consciente de que son internas. Tengo muy interiorizado que si pasa algo que a mí no me gusta, que me incomoda que está pasando fuera, que parece que es lo que me está molestando, en realidad es un reflejo de algo que está dentro de mí y que yo tengo que aprender.
Las cosas que pasan fuera me pueden doler o me pueden no gustar, pero yo tengo claro que cuando yo hago un clic, me digo qué tengo que aprender yo de esta experiencia y cuando aprendo esa experiencia, o se transforma o deja de molestarme o de importarme.
P: ¿Ese clic es el que te pasó cuando trabajabas en un estudio de arquitectura en Alemania? ¿Cuánto clics te han llevado a donde estás ahora?
R: Muchos, muchos clic. En total más o menos estuve trabajando doce años como arquitecta y los últimos años yo ya tenía claro que no quería hacer eso. Pero decía bueno, si no hago esto de qué vivo si he hecho una carrera. Antes en mi cabeza no entraba lo de cambiar de profesión. Necesité varios años para darme cuenta de lo que no quería y me estuve preguntando qué hacer. El primer paso para mí fue el principio del cambio, fue cuando dije, no sé lo que quiero, pero quiero hacer un paréntesis en mi vida para descubrir lo que quiero. Entonces dejé mi trabajo como arquitecta y me fui a vivir a centroeuropa, a la Selva Negra. Era un sueño que yo tenía desde hacía muchos años aprender alemán, viajar a centroeuropa, aprovechar para viajar. Y durante ese año estuve aprendiendo el idioma, viajando, aprendiendo otra cultura muy diferente a la nuestra, la alemana.
Mi mente ahí se iba abriendo, porque al final, cuando aprendemos cuando nos mudamos a otro país, aprendemos otro idioma, la mente se va abriendo a otras posibilidades, a ver otras opciones y hay un momento en el que me tuve que volver a trabajar como arquitecta porque necesitaba de se me acababa el dinero y necesitaba y al año ya estaba otra vez que no podía más. Estaba otra vez saturada de la arquitectura. Y ahí fue cuando leí mi primer libro de crecimiento personal que fue Trabajo y Felicidad y de Ricardo Gómez y cuando leí ese libro enseguida reconocí que eso es lo que yo quiero hacer.
P: ¿Dónde queda la dimensión social de grupo, origen, clase, raza cuando tú abordas el crecimiento personal?
R: En la medida en que una persona va cambiando su mentalidad, sus circunstancias sociales cambian su entorno cambia y empieza a ver la sociedad desde otro punto de vista diferente.
Yo ahora, por ejemplo, veo a la sociedad de forma distinta a como la veía antes, de una forma más global. Veo el planeta entero, ya no veo tantas fronteras políticas o económicas. Para mí ahora es como que no importan, yo clasifico el mundo en niveles de consciencia, personas que son más conscientes y personas que son menos conscientes, personas que están más tiempo conectadas a su corazón y personas que están menos tiempo conectadas a su corazón. No veo tanto razas o religiones. Ahora veo más unidad.
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