Negocios, cacerías, un encuentro inesperado y desagradable y un anillo de compromiso que, según los expertos, valdría por lo menos medio millón de euros. Corinna Larsen o, como ella quiere que la llamen, Corinna zu Sayn-Wittgenstein-Sayn (el apellido de su segundo marido, un aristócrata alemán del que está divorciada), está haciendo un podcast, titulado Corina y el Rey, donde explica las interioridades de su relación con el monarca emérito Juan Carlos de Borbón, a quien estuvo sentimentalmente ligada durante años, desde el 2006 presuntamente, hasta el 2009 o hay quien dice que hasta el 2012. El podcast lanzó sus dos primeros episodios la semana pasada y este lunes ha distribuido un tercero, titulado "Envidia: la reina Sofía, Arabia Saudí y una propuesta sorpresa", donde, entre otras muchas cuestiones, Corinna desvela cómo era el anillo de compromiso que Juan Carlos le regaló.

Pero no adelantemos acontecimientos y empecemos por el principio. Desde luego, no es la primera vez que la alemana explica su historia: en octubre del 2020, ya desveló a la BBC muchos de los detalles de su relación con Juan Carlos, entre ellos que el entonces rey de España tenía una relación muy estrecha con los hijos de Corinna, sobre todo con el hijo pequeño, Alexander. También desveló que Juan Carlos había pensado muy seriamente en casarse con ella y que llegó a pedirle permiso al padre de Corinna. Fue en el 2009, cuando, según ella misma desveló a la cadena británica, "le dijo que no podía hacerlo enseguida [casarse con ella], que llevaría un tiempo". Ella, lista y precavida, supo que aquello no llegaría nunca a materializarse, pero se lo tomó "como una prueba de la seriedad de la relación".

Una petición de matrimonio

En el podcast que ahora acaba de hacer público, repite nuevamente esta idea: que Juan Carlos se quiso casar con ella, que ambos sabían que era imposible, pero que se lo tomaron como un símbolo de que su unión era más fuerte de lo que muchos pensaban. Sin embargo, ahora ha hablado de algo de lo que antes no había dicho nada: hubo un anillo de compromiso, gigantesco al parecer, formado por un diamante octogonal con dos brillantes a los lados. Corinna ha distribuido una foto del mismo a través de la productora del podcast.

Pero no solo hubo un monumental anillo --que algunos expertos ya han cifrado en un mínimo de medio millón de euros--, sino también varios regalos de gran valor, como un reloj de la marca Audemars Piguet, que el rey le dio en el 2006 con una inscripción al dorso: "always yours", siempre tuyo.

Regalos, regalos, regalos

Sin embargo, no todo fue tan idílico. En el podcast, Corinna reconoce que Juan Carlos tuvo una infancia y adolescencia complicadas y que, fruto de las carencias y de los traumas --en el segundo capítulo se habla del accidente que mató a su hermano Alfonso--, el emérito desarrolló una personalidad errática que se tradujo, por ejemplo, en múltiples caprichos. Si pedía algo, como jamón ibérico, el cuestión de minutos recibía toneladas. Hubo una camarilla que le rio todas las gracias y que se encargó de colmarle cualquier deseo. Los regalos, al parecer, se acumulaban sin pudor. "Era como una Navidad permanente", explica Corina, que también reconoce que todo aquello le llegó a parecer "vulgar".

Pero no solo estaban los regalos. Juan Carlos también aparece como un ser algo vago que no quería leer documentos y que se los daba a Corinna --incluso documentos oficiales y clasificados-- para que ésta se los explicara. Mientras ella leía, "el prefería per una película del oeste". Corinna se asegura en el podcast de explicar que ella es una gran profesional acostumbrada a tratar con jefes de estado y dignatarios internacionales, por lo que, al parecer, estaba más que familiarizada con papeles oficiales.

Negocios internacionales

También explica que era un lince para los negocios y, sobre todo, para la organización de eventos. En el podcast explica cómo acompañaba a Juan Carlos a viajes, como el que hizo a Oriente Medio para conseguir que se adjudicase un nuevo tren a una empresa española. El negocio no salió bien en esta ocasión, pero consiguieron un Fondo de Inversión multimillonario ---unos 5.000 millones--. También ella intentaría crear cumbres y foros internacionales, pero no siempre llegaron a buen puerto.

Tampoco tendría suerte con la tercera en disputa, la mujer oficial del rey, la reina Sofía, a quien el podcast intenta dejar como una mujer envidiosa y llena de ira. Entre otras muchas cuestiones, en el podcast se dice que el rey le explicó a Corinna al poco de conocerse que su matrimonio era una cuestión de apariencias y que llevaba mucho tiempo roto. Tan solo aguantaban por la institución de cara a la galería, pero la relación no era fácil. Corinna explica que Juan Carlos y Sofía no solo vivían en alas separadas de palacio, sino que las separaba un largo pasillo donde había una puerta con una contraseña electrónica para que Sofía no pudiera pasar sin avisar al otro lado.

El encontronazo con Sofía

Corinna deja claro que pisó en contadísimas ocasiones el palacio de la Zarzuela y que, en sus estancias en Madrid, se hospedaba en "La Casita", una finca en la Algorilla dentro del recinto del monte del Pardo. Sin embargo, una vez en que sí que fue a palacio (estaba con un amigo y Juan Carlos se ofreció a enseñárselo por dentro), tuvo un encontronazo inesperado y muy desagradable. Según explica, "Sofía irrumpió en la habitación con cara de furia". Al parecer, en vez de mantener las formas, le apuntó y le dijo: "Sé quién eres". El rey contemplaba la escena estupefacto.

La desavenencias no quedaron ahí. Sofía decidió en último momento acompañar a su marido a viajes en donde ella no estaba en principio prevista, lo que provocó más que un quebradero de cabeza logístico. En el viaje a Oriente Medio para conseguir el tren para una empresa española, Sofía acudió, lo que provocó, entre otras cosas, que a la vuelta Corinna no tuviera ni sitio en el avión.