Llevamos años oyendo hablar de esa pandemia invisible que está acabando paulatinamente con las salas de cine. Primero fueron los multicines de centro comercial, luego llegaron las plataformas de streaming y lo último ha sido el trágico empujón que recibieron con el confinamiento.

Como una isla imperturbable, la Filmoteca Española y sus míticas proyecciones del Cine Doré han permanecido prácticamente ajenas a todo aquello. Erigido como una especie de templo para cinéfilos y nostálgicos, con sus acomodadores, sus butacas carmesí y sus detalles modernistas se ha convertido en un auténtico símbolo de amor al séptimo arte.

El tiempo parece haberse detenido entre sus teatrales paredes, da igual que vayas a ver la última de Cronenberg, la consagración de Marilyn Monroe en Niágara o un ciclo sobre Pedro Almodóvar; el espíritu solemne de quienes allí se congregan cada semana para ver películas mantiene un cierto romanticismo que hace de cada proyección un evento único.

Por eso, algo ha parecido tambalearse entre quienes aguardan con emoción cada mes para ver qué nuevas joyas aparecen en la programación mensual, cuando han leído la noticia de que la Filmoteca Española tendrá su propia plataforma de vídeo bajo demanda. Nada más lejos de la realidad, desde el departamento de programación comentan que aún no hay nada claro con respecto al impacto que puede tener esta nueva herramienta con respecto al contenido.

2,4 millones de euros para la nueva plataforma

Con un presupuesto que supera los 2'4 millones de euros, los Fondos Europeos Next Generation financiarán un proyecto con el que se espera que en un plazo de nueve meses, la Filmoteca Española tenga lista su propia plataforma de streaming, para recoger y difundir buena parte del patrimonio. La mayor parte de la inversión se destinará al desarrollo de la herramienta, que desarrolla la pyme valenciana Tyris y que contará con algoritmo de recomendados a posibilidad de puntuar y compartir el contenido entre usuarios.

Desde el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) explican que no se trata de una plataforma de streaming al uso y que tampoco estará exclusivamente dedicada al archivo de Filmoteca Española. La nueva plataforma servirá como un aglutinante de todo lo que ya se puede reproducir desde la web de RTVE o el canal de Filmoteca Española en Vimeo, es decir, el acceso en línea a películas que forman parte del patrimonio cinematográfico español. Más concretamente, a aquellos títulos que integran los catálogos del archivo de Filmoteca Española y sobre los cuales ésta cuenta con derechos de exhibición, tanto en formato presencial como en línea, así como los títulos que se encuentran en dominio público y cuyos materiales se conservan en Filmoteca. Y, además, serán accesibles aquellas obras o materiales de titularidad de otras administraciones e instituciones públicas y privadas con las que se haya alcanzado un acuerdo para compartirlas.

En relación a la programación presencial en el cine Doré, funcionará de manera independiente a la plataforma. La mayoría de las películas que se exhiben no son de titularidad de Filmoteca Española, por lo tanto no se programarán paralelamente en línea, aunque haya películas que en ocasiones se exhiban de manera presencial y también se incluyan en el catálogo en línea.

La institución ha bautizado su incursión en el streaming como Heritage. En este apartado de los fondos de la Filmoteca hay desde material de dominio público a películas tal y como las entendemos actualmente. Se podrán descargar fragmentos de esos contenidos y se prevé llegar a acuerdos con instituciones para incrementar el catálogo, quizás con opciones de pago por usar esos fragmentos (con tarifas similares a las actuales).

Esta nueva herramienta nace como una oportunidad de dar forma y accesibilidad a la riqueza cinematográfica que hay en nuestro país, pero también genera cierta perplejidad en aquellos que siguen velando por la autenticidad de una sala mítica como el Doré. Aún está por ver el impacto final que tendrá en la programación de la Filmoteca. Lo que está claro es que el tiempo pasa para todos igual y el streaming es una realidad de la que ni los más puretas pueden escapar.