Dos manifestantes climáticos han manchado de pintura negra y roja este la vitrina de cristal que protege a la escultura de la bailarina de Edgar Degas, situada en la Galería Nacional de Arte en Washington D.C.

Según ha publicado Declare Emergency en su cuenta de Twitter, los activistas son dos padres que están "aterrorizados con el futuro de sus hijos". La misma cuenta, activista, ha seguido las declaraciones alegando que "el cambio climático causará hambruna, inundaciones, sequías y destrucción a menos que actuemos ahora"

Así, ambos han pintado con colores negros y rojos tanto el cristal como el pedestal de la escultura "Little Dancer Aged Fourteen" para llamar la atención sobre la crisis climática y exigir que el presidente Biden declare una "emergencia climática", según recoge The Washington Post.

Cabe destacar que Biden ha permitido la extracción de petróleo en Alaska. Un factor muy criticado por los ecologistas que confiaban en que su administración acabara con las nuevas licitaciones. Precisamente por este motivo el presidente ha puesto en peligro el voto joven y urbano de cara a las próximas elecciones.

Las protestas climáticas están haciendo un largo esfuerzo durante estos últimos años en el panorama cultural para servir de altavoz de la crisis climática ante la que nos encontramos. Ocurrió algo similar en noviembre de 2022 cuando dos activistas de 'Futuro Vegetal' hicieron pintadas en el Museo del Prado y se pegaron a 'Las majas' de Goya. Un caso similar al de ‘Los girasoles’ de Van Gogh, en la Galería Nacional de Londres, al que arrojaron sopa de tomate, o el cuadro de Monet, en Berlín, manchado con puré de patata.