Jota Peleteiro anunció, el pasado mes de noviembre, el fin de su matrimonio con la modelo Jessica Bueno, quien anteriormente mantuvo también una relación durante varios años con Kiko Rivera. Casi de inmediato, el futbolista empezó a compartir en sus redes sociales imágenes con Miriam Cruz, su nueva pareja, bajo la sombra de la duda de que el idilio hubiera empezado cuando el deportista aún era pareja de Jessica Bueno.
Seis meses después, la pareja está comprometida y vive en el País Vasco. Por si fueran pocos cambios, recientemente se vio a Peleteiro con un sustancial cambio en su cuerpo: en el pectoral izquierdo, donde hasta hace nada llevaba tatuado un retrato de Jessica, ahora aparece la cabeza de un gorila.
En su momento, Peleteiro se hizo el tatuaje como un regalo a su hoy expareja por su cuarto aniversario de casados. Hoy, él ha rehecho su vida con Miriam Cruz, mientras que Jessica Bueno confirmó en la Feria de Abril que está empezando una relación con el pintor Pablo Marqués.
Aunque pueda parecer llamativo, la de Peleteiro es una práctica más que común: son muchas las personas que, embriagadas por el amor, se tatúan elementos relacionados con sus parejas. Cuando esa relación se rompe hay dos posibilidades: asumir que esa persona será siempre significativa para ellos, por lo que no hay motivo para borrarla; y otra que encuentra problemático conservar ese tipo de tatuajes y que aboga por quitárselos o cubrirlos con otros. Repasamos a algunos famosos partidarios de esta segunda opción.
Pete Davidson, el chico lienzo
El caso de Pete Davidson es especial porque, en lo que se refiere a tapar tatuajes en homenaje a sus exparejas, es reincidente. El cómico y actor se tatuó My girl is a lawyer en alusión a la más célebre de las Kardashian, Kim, graduada en Derecho. No tuvo suficiente y se hizo también las iniciales de los hijos de la empresaria (KNSCP), un dibujo de Aladín y Jasmín para recordar su primer beso, televisado en el Saturday Night Live... y hasta el nombre de Kim en el pecho, aunque la mayoría de estos tatuajes desaparecieron al inicio de 2023.
Lo mismo ocurrió con Ariana Grande, aunque unos años antes, como muestra de amor a la intérprete de God is a Woman. Con ella tuvo una relación de pocos meses en 2018, suficiente para que ambos se dedicaran varios tatuajes: Ariana plasmó en su piel el número de la placa del coche del padre de Pete, uno de los bomberos que murió en los atentados del 11-S. Posteriormente, cambió este por el nombre Myron, el perro de Mac Miller (músicos y su ex, quien falleció). También se tatuó las iniciales de Pete en el dedo, algo que terminó cambiando por un corazón negro.
El actor no se quedó lejos. Pete se dibujó unas orejas de conejo como las que Ariana solía llevar en sus actuaciones, aunque posteriormente las sustituyó por un corazón. Además, se hizo tatuar en la nuca la frase mille tendresse ("mucha ternura"), algo que la cantante se tatuó en 2014. Esta vez, Pete lo cambió por cursed, "maldito" en castellano.
Nada es para siempre
Otro episodio de reincidencia, posiblemente el más conocido de la lista, tuvo lugar cuando Johnny Depp transformó el icónico Winona Forever de su brazo, dedicado a Winona Ryder, en Wino forever. Lejos de aprender la lección, años después le ocurrió lo mismo, pero con Amber Heard.
Al margen de la traumática ruptura y juicio posteriores, el actor se tatuó el apodo de Amber Heard, Slim, pero terminó transformándolo en un incisivo scum (escoria) en sus nudillos.
Canciones y tatuajes
Ese dúo estuvo saliendo cerca de tres años, convirtiéndose en uno de los romances más célebres de la escena musical. En ese tiempo, hicieron canciones juntos, conciertos, apariciones por doquier… y, por supuesto, tatuajes. Se separaron a principios de 2021 y tuvieron que quitarse uno más que personal: una foto en la que aparecen ambos.
Primero fue Anuel el que compartió un vídeo en el que aparecía quejándose por el dolor de la aguja al tapar el selfie con otro tatuaje. La bichota también optó por borrarse el Emmanuel que llevaba en el brazo, así como otros de los 15 tatuajes que llevaba.
Angelia Jolie, o el cuerpo palimpsesto
De una pareja emblemática a otra, aunque esta del mundo del cine: Brangelina. Anteriormente, en el año 2000, Angelina Jolie se casó con Billy Bob Thornton y, después de dos años, decidieron separarse. Tras esto, la actriz, que se había plasmado el nombre de su pareja para siempre, decidió dejar de verlo. En su lugar, se tatuó las coordenadas del lugar de nacimiento de su siguiente marido, Brad Pitt, y de sus seis hijos en común.
Cuando se divorciaron en 2016, la intérprete actualizó su tatuaje por segunda vez: en esta ocasión se borró las coordenadas del lugar de nacimiento de Pitt.
Amor latino
Aunque ahora parezca que Jennifer Lopez y Ben Affleck han estado juntos desde siempre, la artista tuvo una larga relación que parecía idílica con Marc Anthony. Como suele ocurrir entre las parejas de cantantes, hubo dúos, todo tipo de dedicatorias, photocalls juntos... y sí, tatuajes.
La pareja duró más de diez años, y tras la ruptura ambos pusieron remedio a las señales en forma de tinta que quedaban de su matrimonio. Entre ellas, las iniciales de JLo, que Anthony cubrió con un borrón en color negro, así como el nombre de la cantante, plasmado en su muñeca.
Fueron muchos los que se preguntaron qué iba a hacer Melanie Griffith con su romántico tatuaje ante el anuncio de su divorcio de Antonio Banderas en 2014. La actriz optó por borrar el Antonio que llevaba escrito en un corazón en el brazo. Años después eliminó también la silueta del propio corazón.
Ojos que te miran
La historia entre Gigi Hadid y Zayn Malik empezó en 2015. Tras muchas idas y venidas, terminaron la relación en 2021, justo después de que su primera hija viniera al mundo. Cuando aún estaban enamorados, Zayn se tatuó los ojos de Gigi en el pecho, aunque en las últimas publicaciones de sus redes sociales parece que lo ha hecho desaparecer.
Sylvester Stallone y Jennifer Flavin
El de Sylvester Stallone es un caso singular. El actor no se muestra arrepentido de haberse hecho un tatuaje, sino de habérselo borrado. Sly lleva más de 25 años casado con Jennifer Flavin, madre de tres de sus hijas. El año pasado, tras atravesar una fuerte crisis de pareja, el protagonista de Rambo y Tulsa King se tapó un llamativo tatuaje con el rostro de su mujer con otro de su rottweiler. Sin embargo, ambos vuelven a estar juntos, y Sylvester no descarta volver a tatuarse próximamente algo relacionado con Flavin.
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