Hay algo realmente admirable en esos escritores a los que llamamos generacionales, arquitectos de naipes cuya materia prima, el presente, es tan líquida y escurridiza como su éxito. La historia de la literatura está repleta de autores que han tratado de condensar el sentir de un momento en la concreción perdurable de una novela. Es el caso de Bret Easton Ellis (Los Ángeles, 1964), orgulloso cronista de la denominada generación X que logró capturar en tinta y papel sus días de vino y rosas.
El autor de American Psycho es, junto a tipos como Chuck Palahniuk o David Foster Wallace, uno de los abanderados de esa literatura capaz de plasmar con crudeza y voz propia la realidad de una juventud que creció al cobijo de la cultura pop, frustrada por ideales inalcanzables y en una búsqueda perpetua de la identidad ausente. En España, el equivalente fue el fenómeno de Historias del Kronen (1994), de José Ángel Mañas. Libros que escandalizaron y sedujeron a unos lectores que sintieron cómo de repente había autores que, dejando a un lado el pudor y los prejuicios, les hablaban de tú a tú.
Ha pasado mucho desde entonces y tras la fiesta queda la resaca. La de Easton Ellis ha durado trece años en llegar y se llama Los destrozos (Random House). Una ambiciosa novela que el escritor norteamericano ha presentado este lunes en Madrid como "una carta de amor" a las personas que marcaron su adolescencia, "mi manera de explicar quién soy yo", explica.
La literatura de Easton Ellis nace en el dolor y sus procesos son terapéuticos. Por eso, ahora que ha pasado el filtro del tiempo, ha visto el momento de ponerse a escribir el libro que lleva 40 años queriendo escribir. "Pensé la novela con 16 o 17 años, cuando todo estaba ocurriendo. De hecho, el esbozo de Los destrozos que hice en 1982 es muy parecido al de ahora, pues entre un 50-60% del libro es autobiográfico".
Una vuelta a los orígenes, a aquella época en la que empezó a escribir su primera obra, Menos que cero, después de tener problemas en el instituto por inventarse historias. "En aquellos años me convertí en un mentiroso, mi vida adolescente era una fachada, salía con una de las chicas más populares pero en realidad era gay, me inventé que un profesor había tenido un affaire con una alumna. Al final me pillaron y eso me trajo problemas, pero pensé que podía estar bien escribir sobre aquello y ahí nació la idea de Los destrozos".
La libertad de la generación X
El escritor de Las leyes de la atracción afirma haberse sentido muy libre trabajando en su última novela, algo que se empeña en destacar, sobre todo en estos momentos. "Los gen X teníamos una libertad artística total, crecimos en un mundo libre que ya no existe, donde podías escribir, filmar y grabar de todo, sin un ejército de personas diciéndote qué puedes y qué no puedes decir o hacer". Por eso, Easton Ellis reconoce estar muy agradecido de pertenecer a su generación. "Recuerdo haberme divertido mucho", asegura mientras se le escapa una sonrisa.
Aunque dice hablar desde una perspectiva cultural, no olvida que la cultura condiciona la política. El escritor norteamericano habla en nombre de su generación cuando dice que es normal que los X se hayan vuelto más conservadores que los millennial o los boomers. "La izquierda se ha cargado la libertad cultural con la que crecimos, ya no toleran la libertad de expresión. No es que se identifiquen políticamente con los conservadores, pero los gen X se han pasado al otro lado como reacción a las condiciones impuestas por la izquierda".
Easton Ellis reivindica, por encima de todo, la capacidad para reírse de todo, "qué más da que puedas dañar los sentimientos de alguien, el humor tiene que ver con la marginación y la injusticia". Aunque se muestra muy crítico con la provocación por la provocación, algo que "no es auténtico ni genuino, ni me interesa".
'American Psycho' y su "odio a las mujeres"
Cuestionado sobre si cambiaría algo de la época en la que escribió su obra más famosa y controvertida, American Psycho, ha bromeado diciendo que lo único que le diría al Bret de entonces sería que "no necesitaba meterse tanta cocaína para escribir ese libro".
El asunto de la violencia, especialmente contra las mujeres, por el que fue tachado de misógino tras la popularización de la novela, es algo que ha marcado su infancia. "Odiaba a las mujeres", dice en tono irónico aludiendo a la polémica. "Crecer en el sur de California implica hacerlo rodeado de noticias sobre asesinos en serie, también me marcó mucho el libro de Helter Skelter sobre los crímenes de la familia Manson. Además, en aquella época, como no había restricciones de edad para ir al cine, me influyeron mucho esas películas de terror donde las víctimas eran principalmente mujeres".
Patrick Bateman es el protagonista en el que Easton Ellis canalizó toda su rabia contra los yuppies. Un psicópata distinto, cuya misantropía implicaba a toda la humanidad: hombres, mujeres, niños. "American Psycho es una comedia social sobre los modales, no me gustaba lo que la cultura decía que tenía que ser un hombre, el sueño yuppie: rico, guapo, exitoso y con abdominales. Yo odiaba a Patrick Bateman porque representaba todo aquello, por eso quise meterme en su piel".
Aun así, el escritor admite que la violencia, siempre presente en su obra, está más controlada en el caso de las chicas de Los destrozos. "Me atrae la violencia, no sé por qué".
Bret Easton Ellis tras las cámaras
Easton Ellis, que afirmó en su autobiográfico Blanco que la novela había dejado de conectar con el público en un mundo «degradado por la sobrecarga sensorial y la supuesta libertad de elección que nos ha traído la tecnología», ha hablado sobre sus próximos proyectos en el audiovisual.
Por un lado, HBO ha adquirido los derechos de Los destrozos para hacer una serie, que contará con la dirección de Luca Guadagnino (Call me by your name) y donde el propio Easton Ellis será guionista y productor ejecutivo, aunque no descarta hacer de director.
También tiene entre manos una película que tuvo que parar por culpa de la pandemia y que se encuentra en la fase del casting. Un proyecto con el que se muestra entusiasmado. "Siempre quise ser director de cine, es algo que ha influido en todos mis libros".
A pesar de haber vuelto a la ficción, el autor de Los destrozos continúa pensando que la literatura ha perdido su influencia en favor de las redes sociales. Aunque, en su caso, es inútil sacar ciertas conclusiones partiendo de su perfil en redes, pues reconoce que de eso se ocupan otras personas, "soy viejo y ya no me importa".
Y es que después de haber sufrido en sus carnes la cultura de la cancelación, Bret Easton Ellis ha dejado de preocuparse por las críticas que puedan recibir él y sus libros. Ya no necesita estar en esa conversación infinita que son las redes sociales. Tras haber dedicado casi toda su carrera literaria a captar el momento, por fin se puede permitir mirar hacia atrás y escribir Los destrozos, un libro en el que quedarse un ratito más, donde el impacto del instante ha sido sustituido por el poso de la experiencia, y el escritor eternamente ligado a su generación puede regresar sobre aquellos pasos que un día anduvo con prisa.
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