A veces las piezas encajan. Una cosa lleva a la otra y una empresa española que vende mazorcas de maíz acaba celebrando en un pueblo de Segovia uno de los mayores festivales de country de Europa. Una fusión de música y alimentación que encarna los principales valores del festival: vida sana, mundo rural y música de raíces norteamericanas.

Todo comenzó hace nueve años. Podría parecer una locura, pero la idea tenía más coherencia de la que muchos pueden creer. Huercasa, un grupo de empresas en creciente expansión dedicadas a la elaboración de productos vegetales de 5ª Gama, decidió empezar de cero un festival de country y escogió Riaza, un pueblo de Segovia, como enclave para traer músicos de todas las partes del mundo.

A Félix Moracho, presidente de la empresa e ingeniero agrónomo siempre le había gustado este estilo musical, las películas del oeste e incluso las bandas americanas de rock sureño. Como cuenta en una conversación con El Independiente, su producto estrella es la mazorca de maíz dulce. Se dieron cuenta de que en muchos países de Europa el consumo de este producto estaba muy relacionado con la afición a la música country. Y no solo eso, "aunque de alguna manera lo asociemos a la cultura americana, esta música encarna los valores del mundo rural y la defensa de la vida del campo", explica.

Así comenzó hace nueve años el conocido como Huercasa Country Festival con The Jayhawks, Corizonas y Susan Santos como cabeza de cartel y ya van ocho ediciones. Lo que comenzó como un evento que quiso impulsar la empresa en favor de la música y la buena alimentación se ha convertido en un festival de referencia del country a nivel nacional e incluso internacional. "Ya se ha convertido en una parada más en la gira de artistas de este tipo", comenta David Jiménez-Zumalacárregui, que está al frente de Heart of Gold, una promotora de conciertos que está detrás de festivales como Black is Black o Huercasa Country Festival.

Del blues al folk

Tras dos años de parón en 2020 y 2021 debido a la pandemia, y tras la última edición que fue a medio gas con tan solo un día y aforo reducido, vuelve el festival por todo lo alto.

Tendrá lugar el fin de semana del 14, 15 y 16 de julio en Riaza, Segovia. Acogerá a los grandes enamorados del country y los principales artistas del género. Desde blues, pasando por americana, country o folk. El pistoletazo de salida lo darán Robert Finlay, que visitará por primera vez nuestro país, y The Sadies. Jesse Daniel, que preside el cartel, será el encargado de cerrar la noche del viernes en el recinto del Campo de Fútbol ‘Las Delicias’ de Riaza.

El sábado será el turno de Eilen Jewell y Tennessee Jet, mientras que The Sheepdogs rematarán la noche del sábado. Un grupo canadiense de cinco integrantes con una trayectoria de 20 años en los escenarios y que son unos maestros en el rock and roll clásico.

Tenemos fan fieles que vienen de Francia, Suiza y Estados Unidos

Como cuenta Jiménez-Zumalacárregui, de los ocho artistas que participan en el festival, dos son de ámbito nacional: Red Beard y La Perra Blanco. Esta última es una banda andaluza que se inspira en la música negra de los 50 como el Rythm and Blues y el gospel o la música blanca como el rockabilly y el country. Un torbellino en directo que la revista inglesa UK Rock'N'Roll Magazine ha definido como "la nueva reina del rockabilly".

Aunque para acceder al festival necesitas entrada, durante la mañana del sábado 15 de julio, el festival trasladará sus actividades gratuitas a la Plaza Mayor del pueblo con música en directo y Country Line Dance. Ahí actuarán Mikel Renteria & The Wop Dance y Anna Dukke. Además, tendrá lugar una de las actividades más esperadas y que ya es un imprescindible del festival, el Country Line Dance. La plaza se convertirá en un espacio de baile y el público bailará al más puro estilo country.

A España le gusta el country

"En España tenemos especial interés por estos sonidos", confiesa Jiménez-Zumalacárregui. Solo hace falta mirar el número de asistentes que acuden al festival dispuestos a empaparse de música. Como cuenta, el aforo cada día es de unas 5.000 personas. Eso, sumado a la gente que acude a la plaza a ver los conciertos gratis, hace que sean casi 24.000 las personas que disfrutan del country a lo largo del fin de semana.

No queremos hacer actividades específicas para los pequeños, queremos que vean un concierto de verdad

"Somos de los festivales más grandes en cuanto a capacidad de gente. Me atrevería a decir que incluso más que el Country To Country de Londres", apunta. Su notoriedad es tal que amantes de la música se trasladan de todas partes del país, desde Madrid, País Vasco o Cataluña. "Tenemos fan fieles que vienen de Francia, Suiza y Estados Unidos", confiesa el organizador.

La música de tradición americana será la protagonista del festival, pero también lo serán la comida y la alimentación saludable. "Utilizamos el vehículo de la música, que es la principal actividad, para concienciar del medio ambiente, el medio rural y la alimentación", explica Jiménez-Zumalacárregui. Es un dos por uno. Dar a conocer la alimentación sana de la zona y a su vez disfrutar de la música.

Actividades para toda la familia

Como cuentan desde el festival, se trata de un evento muy familiar donde se encontrarán diversas actividades infantiles. Este año habrá novedades en la zonas para los más pequeños.

"El leitmotiv del festival es que los niños disfruten al igual que los mayores. No queremos hacer actividades específicas para los pequeños, queremos que vean un concierto de verdad. Los festivales se pueden disfrutar desde los 0 a los 100 años", apunta Jiménez-Zumalacárregui.

Y es que, como cuenta, "los chavales se lo pasan bomba". Hay una zona dedicada exclusivamente a actividades infantiles que está orientada a la temática del oeste y el country. Ahí tendrán una huerta donde les explicarán cómo funciona y de dónde provienen las verduras que comen.

Una cita dirigida tanto para niños como para adultos, en la que podrán disfrutar en plena montaña de buena comida y música mientras huyen del calor de estos últimos días.