'Pretty Woman, el musical': ¿el dinero todo lo puede?

Besar en los labios es entrar en intimidad. Es dejar que empieces a conocerme y eso puede hacer que me queme. Y yo soy toda pasión, podría decir Vivian Ward, aquí interpretada magistralmente por Cristina Llorente. Y él podría decir: has vulnerado mi capa de anti emociones, mi gruesa piel de empresario de éxito que solo busca réditos económicos. Él es Edward Lewis, el personaje, en este caso Roger Berruezo. 

Es verdad que tratándose de Pretty Woman tenemos la imagen iconográfica de los personajes e intérpretes cinematográficos, Julia Roberts y Richard Gere. Algo que aconsejo siempre que se presenta un espectáculo basado en un éxito del cine es olvidarse de lo ya conocido y dejarse llevar por lo que les ofrecen en ese momento. 

Disfrutarán más de la historia, porque se situarán al margen de comparaciones. Cierto es que tenemos una historia muy fiel al hilo argumental de la cinta de Garry Marshall, pero será mejor que las señales que ya conocemos las pasemos por alto y nos dejemos sorprender por este nuevo montaje musical Pretty Woman.

Más humor y más canciones

Aquí, de entrada, hay más humor. También hay canciones (y quien espere el tema central de la película “Oh, Pretty Woman!”, de Roy Orbison, deberá aguardar hasta el final), compuestas por Bryan Adams y Jim Vallance, con una ejecución impecable por la orquesta dirigida por Gerardo Gardelín. Hay una escenografía que se cambia a vista del público, hay vestuario variado y acorde a las situaciones, hay, por supuesto, excelentes coreografías, y hay deseos de contar una historia de amor.

Aunque subyacen otros temas: la aceptación de ciertas personas de una clase y una cultura diferentes a la socialmente poderosa, la creencia de que los sueños pueden ser alcanzados si ponemos empeño en ello, la amistad, los negocios, la dignidad de las personas sean de la procedencia que sean, la fama, el éxito, los prejuicios… y la pregunta clave: ¿el dinero todo lo puede?

Pretty Woman es un espectáculo bien medido, con todos los ingredientes de los musicales de Broadway. Mantiene el ritmo y la calidad de las voces y bailes es excelente. La película fue un fenómeno social, una comedia romántica que nos habla de un símbolo de superación, una alborada a la esperanza, un suspiro al amor, el resplandor del dinero, las sombras de los negocios donde se presiona a alguna de las partes, la necesidad de los sueños estando despiertos, y ahora nos lo recuerdan con un musical que nos pone la nostalgia en el pecho.