Eduardo Chillida cumpliría hoy cien años. Probablemente lo celebraría rodeado de los suyos, ocho hijos y 27 nietos. Pero el genial escultor hace más de dos décadas que nos dejó, en 2002. Su mujer y colaboradora, Pilar Belzunce, falleció trece años más tarde. Los restos de ambos reposan en uno de los lugares más queridos por los dos y que mejor representa el legado del artista vascos: Chillida Leku, en Hernani. Esta mañana las velas del aniversario han sido en realidad olas, las que peina desde hace casi cinco décadas una de sus obras en la costa de San Sebastián. Junto a uno de las imágenes más emblemática de la ciudad, bajo el Peine del Viento, y bajo un cielo gris que amenazaba lluvia han posado hoy los Chillida Belzunce. Sonrientes y orgullosos del legado de su padre que hoy decora ciudades, municipios y no pocos museos a lo largo de todo el mundo.
El recuerdo al centenario de Chillida se completará esta tarde con un acto de recuerdo en el Teatro Victoria Eugenia de la capital guipuzcoana y al que seguirán durante los próximos dos años exposiciones, conferencias y sesiones dedicadas al autor que tendrán lugar en distintas ciudades y países. Este fin de semana la fiesta por el cumpleaños del escultor tendrá lugar en uno de los rincones que más amó: Chillida Leku. El museo en el que junto a su mujer decidió fijar su testamento artístico para las futuras generaciones y que con tanto mimo ideó para perpetuar su utopía en torno a la creación del espacio. Sus obras dispersas por un museo al aire libre que las convierte en árboles de su obra por las que pasear y reflexionar, como a él le gustaba. Este fin de semana el museo que lleva su apellido celebrará una jornada de puertas abiertas con acceso gratuito.
El hierro forjado, las formas y los espacios característicos de Chillida pueden verse hoy en una veintena de países. Es en España donde más ciudades la han integrado en su trama urbana. Las vascas, San Sebastián, Vitoria y Bilbao son las que lo hacen con mayor profusión, pero urbes como Barcelona, Gijón, Valladolid, Santiago de Compostela, Sevilla, Toledo o Palma de Mallorca también cuentan con sus trabajos en plena calle.
Sin duda el 'Peine del Viento XV', de 1976, es su obra más icónica, la imagen de San Sebastián. Sintetiza las inquietudes del artista, tres piezas de acero de más de dos metros y de en torno a 13 toneladas de peso, integradas en el paisaje litoral de la capital guipuzcoana, en plena interacción con la ciudad y la naturaleza, el bravo mar Cantábrico.
Barcelona y Gijón
En otras ciudades españolas Chillida cuenta con obras muy relevantes. 'Lugar de encuentros III', creada en 1972, se encuentra en Madrid. Conocida como 'La sirena varada' es una mole de hormigón de más de cinco metros de ancho suspendida en el aire a través de varios cables que lo sujetan al tablero del puente de Juan Bravo en el Museo al Aire Libre del Paseo de la Castellana de Madrid.
En Gijón, ubicada en el cerro de Santa Catalina, 'Elogio del Horizonte IV', de 1989 es otra muestra de escultura monumental en hormigón. Se eleva majestuosa ante el Cantábrico, con sus más de 10 metros de altura y anchura, que de nuevo funde el arte con la naturaleza.
En Barcelona, Chillida está presente con 'Elogio del agua', de 1987, una pieza de hormigón suspendida por enormes cables desde las paredes de una antigua cantera sobre el agua de un lago artificial, lo que la enfrenta a su reflejo, en el parque de la Creueta de Coll. En la capital catalana también cuenta con 'Mural G-333', de 1998, elaborado con más de 400 bloques de hormigón refractario, de más de 15 metros de largo, instalado en la pared de un edificio frente al Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona.
Fuera de nuestro país Eduardo Chillida también fue ampliamente reconocido. En especial en Alemania, donde en ciudades como Berlín se pueden observar algunos de sus trabajos. En 1999 instaló en la capital germana ‘Berlín’, una monumental escultura de más de cinco metros de altura en acero corten y que da la bienvenida a la cancillería alemana. Aquel encargo del Gobierno alemán para conmemorar la reunificación del país simboliza, a través de dos grandes piezas situadas frente a frente y casi entrelazadas, el renacer de la nueva Alemania unida.
Alemania, Suecia, Doha...
En otra ciudad alemana, Múnich, Chillida cuenta con ‘Buscando la luz II’ (1997), tres piezas de acero de casi ocho metros de altura instaladas en el exterior del Pinakothek der Moderne. Compuesta por tres grandes planchas asimétricas unidas por remaches, invita al espectador a buscar la luz. En la localidad de Trier, ese mismo año inauguro ‘Jaula de la libertad’, colocada en el exterior de la Academia de Derecho Europeo (ERA). Una obra que asemeja una jaula en la que el espectador puede entrar y salir, en un juego sobre el concepto de libertad realizado en acero.
La obra 'Rumor de límites IX', de 1971, se encuentra en Düsseldorf. Se elaboró en los talleres de Thyssen en Hattingen, bajo la supervisión del escultor, para ser ubicada junto al rascacielos Thyssen de Düsseldorf. Se trata de una monumental obra en acero corten apoyada únicamente sobre dos puntos. Otra de las obras que Chillida instaló en Alemania fue 'La casa de Goethe', de 1986. Se encuentra en Fráncfort, en el parque de Taunusanlage. Se trata de una escultura de hormigón, una "casa para las ideas y la poesía" dedicada al poeta alemán. Además, en esta ciudad una cátedra de la Universidad Goethe de Fráncfort lleva desde 2013 el nombre de Eduardo Chillida.
En otros países, como Suecia, el autor está presente con 'Campo espacio de paz II', de 1972. La ciudad sueca de Lund cuenta con la primera obra en la que Chillida utilizó el basalto, material que trabajaron artesanos suecos bajo su supervisión. Formado por varias piezas que se ensamblan para crear en su interior un espacio abierto y accesible. Está ubicado en la plaza Stortoget, frente al Ayuntamiento.
En la capital de Finlandia, 'Helsinki', de 1991, es un bloque de acero de más de dos metros de alto desde el que emergen varias ramas. Es una obra relacionada con la serie 'Lotura' (unión) ubicada en la Porthania Place de la capital finlandesa.
'Buscando la luz IV', de 2001, es una de sus últimas obras. Ubicada en Doha (Cátar), sus ocho metros de altura y 22 toneladas de peso en esta pieza de acero corten forman parte de su serie 'Buscando la luz', de la que existen muestras monumentales también en Múnich y en el museo Chillida Leku. Está instalada en el exterior de la Universidad de Catar.
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hace 12 meses
Chillida, un representante fiel del profundo espíritu basco: unas cuantas barritas de metal a lo largo de pocos metros «peinan» todo el viento. ¿Cuáles son las dimensiones del viento en comparación con las dimensiones de Chillida?. Un monumento a la estupidez.