Este sábado arranca en Venecia la 60ª edición de su Bienal de Arte, una de las citas más importantes del calendario artístico internacional. Y en este 2024 marcado por la tensión en Oriente Próximo, la cita italiana no podía quedar al margen de la controversia generada alrededor de la guerra desatada por Israel en Gaza contra Hamás. Del mismo modo que numerosos activistas vienen pidiendo la descalificación de Israel del Festival de Eurovisión, artistas de todo el mundo han solicitado la exclusión del país hebreo del certamen veneciano. Hoy, se ha sabido que han sido los propios responsables del pabellón israelí los que se han plantado. Los comisarios y la artista se niegan a abrirlo, y dicen que no lo harán hasta que no se produzca un alto en fuego en Gaza, además de la liberación de todos los rehenes capturados por Hamás el 7 de octubre.
"La artista y los comisarios del pabellón israelí abrirán la exposición cuando se alcance un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes", reza un cartel colocado en la puerta del espacio instalado en los Giardini della Biennale. Ha sido la artista Ruth Patir, autora de la instalación Motherland creada para el pabellón israelí, la encargada de dar la cara y explicarlo en declaraciones a The New York Times. Tanto ella como los comisarios de la exposición, Mira Lapidot y Tamar Margalit, han decidido aprovechar el escaparate de la Bienal para hacer este llamamiento. "Odio hacerlo, pero creo que es importante", ha asegurado Patir al periódico neoyorquino.
"No podemos más"
La artista ha abundado en las razones de su decisión en un texto compartido en las stories de su perfil en Instagram. "Siento que el tiempo del arte se ha perdido y necesito creer que volverá. Nosotros (Tamar, Mira y yo) nos hemos convertido en la noticia, no el arte. Por eso, si se me concede un escenario tan extraordinario, quiero hacerlo valer. He decidido que el pabellón sólo abrirá cuando se produzca la liberación de los rehenes y un acuerdo de alto el fuego. Esta ha sido nuestra decisión y la mantenemos. Soy artista y educadora, me opongo firmemente al boicot cultural, pero como siento que no hay una respuesta adecuada, y sólo puedo puedo utilizar el espacio que tengo, prefiero alzar mi voz con la de aquellos que están gritando por el alto el fuego inmediato y por el regreso de los secuestrados. No podemos más".
La obra de Patir en Venecia, según se explica en su página web, combina la arqueología antigua y tecnologías avanzadas de la imagen y reflexiona sobre la condición femenina y las cargas que soporta el cuerpo de la mujer, alternando entre la narración en primera persona y las experiencias compartidas por otros.
De momento, ni el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí ni los directores del pabellón, Michael Gov y Arad Turgeman, han hecho declaraciones respecto a la decisión de los comisarios y la artista. Tampoco se sabe si garantizarán la apertura de la exposición este sábado. A finales de febrero, miles de artistas agrupados bajo el nombre Art Not Genocide Alliance, con nombres destacados como el de la fotógrafa y activista Nan Goldin, firmaron un manifiesto pidiendo la exclusión de Israel de la Bienal.
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